EEUU: los albores de un gobierno federal

Uno de los artífices de los acuerdos entre iroqueses y colonos fue William Johnson.

William Johnson había nacido en Irlanda en 1715 y había emigrado a América a la edad de veintidós años, a petición de su tío, Sir Peter Warren, que quería que le ayudara en la administración de una de sus haciendas. Al poco tiempo compró sus propias tierras y se convirtió en un terrateniente.

A diferencia de la mayoría de los colonos, trataba a los indios iroqueses con cordialidad y, en diferentes ocasiones, intermedió entre ellos y los blancos. Jonson afianzó la relación con los indios y fue aceptado como miembro honorífico de una de las tribus.

Los franceses comenzaban a expansionarse por Ohio y entraron en contacto con los iroqueses. Los ingleses no tardaron en reaccionar, ya que temían una alianza entre indios y franceses.

El gobernador lanzó una invitación a otras ciudades para comenzar a negociar con los indios, a la convocatoria respondieron siete colonias y se formó un congreso para debatir la situación, sin saberlo, los colonos se reunían por primera vez conjuntamente para tratar un asunto común. El famoso Congreso de Albany constituía un hito en la forma de autogobierno de las colonias. Se logró el acuerdo y Johnson fue nombrado superintendente de los indios.

Uno de los congresistas era un viejo conocido, Benjamín Franklin, que había concebido una forma de gobierno de unidad colonial y que aprovechó el congreso para exponer su proyecto. El nuevo gobierno sería central, con un gobernador general y cuarenta y ocho consejeros de las diferentes colonias, un congreso general se reuniría una vez al año para debatir propuestas y nuevos impuestos.

De esta forma las colonias podrían financiar su gobierno y un ejército que les protegiera.

El acuerdo fue firmado el 4 de julio, en la misma fecha en la que años más tarde los Estados Unidos conseguirían la independencia.

Gran Bretaña respondió a las demandas de sus colonias enviando un ejército regular para enfrentarse con los franceses, los roces no tardarían en llegar.