No es tanto que a las bandas se les venga abajo la inspiración después de un gran disco, ni que se acomoden en el éxito que han obtenido (en algunos casos sí, pero no en la mayoría). Es, más bien, la dificultad que supone conseguir diferenciar el nuevo trabajo de tu
superhit anterior sin que los fans lleguen a la conclusión que has traicionado tu estilo. Cosa difícil.
DC Talk, de quienes hablábamos hace dos semanas, también tuvo que pasar por aquí.
El álbum Jesus Freak los había convertido en el grupo referente, y en 1998 tocaba afrontar la reválida.
Y
Supernatural, como se llamaba el disco, pasó la prueba en lo comercial. Como era de esperar, empezó muy arriba en las listas de ventas, e incluso llegó al número 4 de la lista Billboard, algo excepcional para un ´grupo cristiano´ (inciso: la etiqueta “grupo cristiano” no tiene mucho sentido, tocan acaso los cristianos con instrumentos diferentes a los ´seculares´... o algo así?). Las buenas ventas iniciales formaban parte del fenómeno post
Jesus Freak: todo el mundo quiere saber qué viene después del álbum que ha marcado el antes.
Pero, y en lo musical, Supernatural también daba en el clavo? Des de la primera escucha, uno se da cuenta de dos cosas. La primera y más evidente es que el rock había bajado mucho en las prioridades del grupo. Y dos, el rap desaparecía.Y seguramente por esto, la mayoría de las personas que escucharon por encima alguna que otra canción del nuevo disco, quedaron decepcionadas. Les faltaba precisamente eso: rap (protagonista en
Free at last) y rock (protagonista en
Jesus Freak).
Pero quien se tomara un poco más de tiempo, descubría que
Supernatural presentaba las mejores melodías de DC Talk hasta el momento. Y una madurez musical increíble. “
My friend so long” (14 Mb, videoclip), el single es pura frescura y paranoia desde que una guitarra solitaria empieza a hacer sonar los primeros arpegios.
Y la madurez del grupo desborda por todos lados con canciones como “
Fearless” (2.1 Mb, audio), uno de esos temas que no se escribe en dos días. Pero entre todos, destaca especialmente “
Red Letters” (2.5 Mb, audio), una balada que cierra el disco centrando toda la atención, sin tapujos, en la Biblia y en la persona de Jesús:
Un hombre vino a revelar un misterio
cambiando el curso de la historia
diciendo que él era Dios
...
Lo que dices me remueve
Revelación, ven y contágiame
Cuanto más miro, más veo
la palabra de Dios es lo que más necesito
La armonía, la forma en que se conjuntan las voces, los instrumentos, es increíble. Tanto en esta canción, especialmente, como en el resto del disco, DC Talk puso un listón en lo musical que pocas veces se ha vuelto ver, pasados los 90´.
El truco, aunque no parezca nada del otro mundo, es que DC Talk eran tres cabezas pensantes que aportaban cada uno en su área más fuerte. Tres frontman.
Es decir, conseguían un equilibrio basado en el respeto al liderazgo de cada uno en su parcela. Dicho de forma práctica: Toby Mac era quien tomaba habitualmente la palabra en los conciertos y entrevistas. Michael Tait, en cambio, era quien llevaba la batuta en los conciertos, encargándose de hacer la primera voz. Y Kevin Max (con una voz un poco mística, como su carácter) ponía el lazo final al producto, con sus segundas, terceras y si hiciera falta, quintas voces.
Supernatural fue el toque final de DC Talk. Habían abierto la caja de música en 1989 y la cerraban en 1998.
Cuando en 2000 anunciaban que el grupo se disolvía, a muchos les costó aceptarlo. Pero a partir de ahí, la cosa se multiplicaría por tres. Cada ex DC Talk empezó a sacar trabajos en solitario. Cada cual con el estilo con el que habían dejado huella hasta entonces. Kevin Max sacó a relucir su lado más excéntrico, y cuenta hasta ahora ya con 4 álbumes.
Tait volvió al sonido pop-rock con “Empty”. Y
Toby Mac se fue aún más atrás en el tiempo, regresó al Hip-Hop, y es ahora mismo uno de los artistas cristianos que da más conciertos da. Además, impulsó el sello
Gotee, que dado a conocer a algunos de los grupos más importantes en la actualidad de la ´escena cristiana´, como Relient K o Grits, por ejemplo.
Muchos, al largo de los años noventa, han puesto sus ojos en DC Talk. Mientras, éstos se dedicaban a poner sus ojos en Dios. Y a escribir canciones sobre esta experiencia sobrenatural.
Escrito por: Joel Forster
Si quieres comentar o