Perfidias y amigos

Cuantos más años pasan más me convenzo de que aquello de... “mis verdaderos amigos, tengo tantos como los dedos de una mano y aún me sobran unos cuantos”... es una verdad incuestionable.

Hay gente, no sé si decir feliz, porque dicen que no necesitan amigos; yo, como que no me lo acabo de creer del todo...

Otros tienen muchos a los que llaman amigos; pero -en realidad- ni tienen ni son amigos de nadie, lo único que tienen son conocidos.

El resto de los mortales tenemos más o menos conocidos, unos cuantos a los que podemos llamar amigos genéricamente; pero, sólo algunos amigos de esos de “los de esta mano y aun me sobran”.

• “En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia”.
• “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo, y amigo hay unido más que hermano”.
• “Las riquezas traen muchos amigos. Mas el pobre es apartado de su amigo”.
• “No dejes a tu amigo ni al amigo de tu padre”.

Creo que ninguno de nosotros podría definir de mejor modo lo que es un amigo, mejor que la propia Escritura, y no sé si atreverme a deciros lo que para mí significa tener un amigo de verdad... aunque me arriesgue...

• Alguien a quien estás tan unido o más que un propio hermano.
• Alguien con quien pasarías horas sin aburrirte “compartiendo los dulces secretos”.
• Una persona con la que compartas tanto las alegrías como las tristezas.
• Alguien que no te vende jamás por nada.
• Una persona que se atreve a decirte la verdad; pero con tanto amor que jamás te hiere.
• Alguien absolutamente leal.
• Alguien honestamente sincero.
• Alguien de cuyo cariño no te separará ni la mismísima muerte.

Bueno... creo que lo he puesto difícil, pero así es como entiendo yo la amistad, estarás conmigo en que lo de “los dedos de una mano” es más que cierto, y que pocas cosas hay en la vida que duelen más que alguien que se ha hecho pasar por tu amigo, tal vez por algún interés creado, y obrando con absoluta doblez. Y... una mañana te levantas y descubres que era un impostor que te ha traicionado, que no te quería de verdad, y un montón de cosas más.

Sabes???... Hay alguien que dice que si le dejamos puede llegar a ser nuestro mejor amigo, tanto, tanto, que ha llegado a dar su vida por ti y por mí, como dice la canción:

El mejor amigo mío es Cristo,
no hay otro amigo como Él,
me acompaña en trances y peligros
y por siempre permanece fiel.
Aunque muchas veces soy tentado
Él me da poder para vencer.
El mejor amigo mío es Cristo,
no hay otro amigo como Él.

Yo puedo cantar esta canción con plena certeza y confianza, porque sé que es la más pura verdad. Y tú??... puedes??...

Si tal vez en estos momentos estás triste, porque algún llamado amigo te ha fallado, escucha lo que te dice suavecito y lleno de susurrante cariño el que puede llegar a ser no solo el mejor de tus amigos, sino además tu Dios y Salvador.

“... Yo estoy a la puerto y llamo;
si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré a él, y cenaré con él,
y él conmigo.”

Pocas cosas hay en la vida más íntimas y más bonitas que dos amigos cenando juntos tranquilamente, compartiendo un montón de cosas...

Sabes cómo se llama ese que es mi mejor amigo y que quiere ser también el tuyo??? Su nombre es Jesús.