El título era: “No te rindas”, y decía así.....
Cuando las cosas vayan mal
como, a veces pasa
cuando el camino parezca cuesta arriba
cuando tus recursos mengüen
y tus deudas suban,
y al querer sonreír, tal vez suspiras.
Cuando tus preocupaciones te tengan agobiado,
descansa si te urge, pero no te rindas.
La vida es rara con sus vueltas y tumbos
como todos muchas veces comprobamos.
Y, muchos fracasos suelen acontecer,
aun pudiendo vencer de haber perseverado.
Así es que, no te rindas, aunque el paso sea lento.
El triunfo puede estar a la vuelta de la esquina.
El triunfo es el fracaso al revés;
es el matiz plateado de esa nube incierta
que no te deja ver su cercanía.....
aun estando bien cerca.
Por eso, decídete a luchar sin duda,
porque en verdad, cuando todo empeora,
el que es valiente
no se rinde ¡¡¡lucha!!!
Lo cierto, es que me gustó mucho el mensaje que transmitía; pero. lo que yo no sabía, era que, al cabo de un par de días de aquella “maravillosa compra”, me iba a tener que enfrentar a uno de esos episodios de la vida duro, humillante, absolutamente injusto, hiriente y muchas otras cosas más..... esa clase de episodios en el que dirían los niños jugando a “soldaditos”, “rendirse o morir”....... pero que, por la mente de alguien demasiado herido, pasan frases como: “tiro la toalla”...... ”no vuelvo a poner un pie mas aquí”........ ”cojo la maleta y no me vuelven a ver el pelo”...... y, estas frases surgen como lo más normal, en una primera reacción; aunque, el Señor, como siempre, en su maravillosa paciencia y comprensión, nos deja soltar todas esas barbaridades, se acerca suave, sigilosa y cariñosamente a nosotros, y nos susurra dulcemente: “ya vale, deja de decir tonterías y sosiégate....
Entonces, es cuando se empiezan a contemplar las cosas, todavía entre lágrimas amargas, pero de otro modo muy distinto.
Ayer me llamó alguien a quién quiero mucho y me dijo: recuerdas a Esteban cuando lo apedreaban??........ si, por supuesto!!!!, respondí...... Como estaba Jesús mirando todo aquel horror??.... a la diestra del padre!!!!..... contesté. Si, me dijo, pero no sé si sabes lo que traducen algunas versiones...... Jesús estaba DE PIE, a la diestra del Padre, para recibir a su siervo..... recuerda esto cuando te “apedreen injustamente”....... Jesús, el Dios al que sirves, el que fue clavado para redimirte, está de pie, a la diestra del Padre, con sus brazos de amor abiertos para recibirte.........
Os confieso que, aquel pensamiento, consoló muchísimo mi corazón. No es que me dijera nada nuevo; pero comencé a ver las cosas de modo diferente, y recordé una frase que alguien me dijo una vez: “Cuando las cosas vayan mal, levántate, lávate la cara y vuelve a sonreír”, o....... como dirían los argentinos “pon cara de piano”.
Si, estaba “en la cueva” como Elías, acababa de librar una batalla importante “contra los profetas de Baal”... y....... de repente.... me vi. sumergida en lo más profundo de “la cueva”.
Primero pasó “un grande y poderoso viento que rompía los montes y quebraba las peñas “........ después, vino “un terremoto” que me hizo- literalmente- temblar. Mas tarde, llegó un fuego que “me quemo por dentro”........... pero........ entonces........ vino “un silbo apacible y delicado”...... era ese sonido tan cierto y conocido para mi, que me susurró al oído: “No temas, yo te ayudo”.......
Entonces “escuché una voz”: “Ve y vuélvete por tu camino”. Entonces, solo entonces, me levanté, me lavé la cara, volví a sonreír, puse “cara de piano”, y volví a mi camino; ya que , como decía el texto.....
Porque en verdad, cuando todo empeore
el que es valiente, no se rinde¡¡¡lucha!!!
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