Parafraseando un versículo de la Epístola de Santiago que dice: pedimos y no recibimos, porque pedimos mal, para gastarlo en nuestros deleites, escucho con cierta frecuencia que en los tiempos de persecución había más compromiso con el Señor y una consagración genuina.
Que hoy en día no es como antes, e incluso se deja “caer” que quizás tengamos que sufrir persecución para consagrarnos más en la Obra del Evangelio.
He de confesar que por algún tiempo hice caso de lo que escuchaba, hasta el día en que me encontré con el pasaje que habla sobre los hermanos de Berea. Estos hermanos, no solo escuchaban, sino que verificaban en las Escrituras lo que oían. De este modo estaban absolutamente convencidos de estar en la verdad. Esa verdad que manaba de la Palabra de Dios a través del Espíritu Santo que mora en cada creyente. Cuando descubrimos la figura de los Reformadores, (cada día da menos miedo hablar de ellos), podemos ver el progreso que supuso la supresión de una tradición o de una Patrística, a la hora de interpretar las Escrituras. El libre examen está, más que confirmado por Dios en su Palabra, y la confluencia en la resolución de un tema, no pasa por un “postmodernismo evangélico”, en el cual, cada uno tenemos parte de la verdad, sino que se fundamenta en la grandiosidad del Espíritu Santo, que ilumina a cada hermano, a saber, conocer e inquirir en la Palabra de Dios, que es la Biblia. Pienso con tristeza, con profunda tristeza, que no alcanzamos a valorar, al menos un poco, al Espíritu de Dios que vive en todo creyente, con la profundidad que debiéramos. Me gustaría estar equivocado en este asunto, haciendo la clara distinción entre si lo sentimos o no. Ese tema lo trataremos en otra ocasión. Pero sin perder el hilo conductor de nuestro asunto, hay que ser muy consciente de lo que decimos y hacemos. Las noticias de Turquía son muy tristes, dolorosas e indignantes. Debido al fanatismo asesino e intolerante de algunos, la persecución vuelve a ser noticia. ¿Necesitamos estos acontecimientos, para sensibilizarnos y consagrarnos al Señor?. En ninguna manera, diría Pablo. ¿Es que los hermanos de Turquía no seguían al Señor como debían?. En ninguna manera. Si somos conscientes de que nuestra ciudadanía está en los cielos y que si nos consagramos al Señor, si vivimos por Él y para Él, tendremos la vida más plena y abundante que nos podamos imaginar, cambiaremos nuestro discurso al ver, que en nuestras congregaciones hay juventud dispuesta a servir al Señor y a dar la cara por el Evangelio. Nunca hemos tenido hermanos con tanta preparación como hasta el día de hoy y aunque es cierto que hay que cuidar muchas cosas, como el amor por la Palabra y la comunión entre los hermanos, la consagración vendrá cuando, desde jóvenes ( y todavía estamos a tiempo), nos humillemos bajo la poderosa mano de Dios, para que Él nos exalte cuando fuere tiempo. Cuando eso suceda, cuidémonos de no olvidarnos de Él. Por él somos, por él existimos y tiene sentido nuestra vida. Así pues, escuchemos y verifiquemos lo que oímos, no sea que nos alimentemos por el oír, sin oír la Palabra de Dios.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
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Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
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