Soplar y hacer botellas

¿Qué es lo mío? No quisiera contarlo porque no faltarán quienes digan vamos a ponerlo al estilo argentino para que suene más elocuente pero ché ¿vos sos zonzo sos? a veces pienso que mi amigo argentino tiene razón porque en lo que me metí hace de esto ocho años parece no estar muy lejos de las boberas cubanas.

¿La empresa? y no uso la expresión para significar un negocio lucrativo económicamente sino como sinónimo de esfuerzo de tarea de iniciativa de intento de conato echar a andar un movimiento para formar escritores cristianos hispanos ¿habráse visto semejante disparate? un negocio del cual no se sacan chavos sino que hay que estarle poniendo sin parar.

¿Disparate? ¿por qué disparate? por esto ¿has visto a lo largo de tu vida una universidad enseñando cómo llegar a ser escritor? ¿un seminario? ¿un instituto bíblico incluyendo en su currículo materias que al estudiarlas y aprobarlas después de dos tres cuatro o cinco años alguien salga con su diploma de escritor? ¿una editorial exitosa ni mucho ni poco secular o religiosa gastando parte de sus ganancias en formar escritores? quizás el alcance de mi vista sea tan pequeño que no logre ver lo que sí existe pero si alguien que me está leyendo sabe de un instituto superior que se dedica a formar escritores así como se forman médicos ingenieros odontólogos obstetras abogados sociólogos psicólogos ingenieros comerciales y de sonido auditores maestros profesores pastores y predicadores que levante la mano y me diga dónde se encuentra porque hasta carreras universitarias para formar diplomáticos hay ¿pero carreras para formar escritores? ¡ah, ah! pues a mí se me puso entre ceja y ceja formar escritores cristianos hispanos y no faltaron los ilusos que se subieron al carro o más bien se arremangaron para empujarlo en un terreno que a veces es un lodazal otras veces es una cuesta arriba y a veces una cuesta abajo y en el que no faltan los que disfrutan poniéndote piedras en el camino y así se constituyó un equipo de soñadores que como yo no dejan de soñar.

Algunos candidatos a escritores han llegado todos entusiasmados creyendo que de nuevo era cuestion de soplar y hacer botellas pero cuando descubrieron que como Neruda había que borronear, arrugar y botar por sobre el hombro cientos y miles de hojas de papel bajaron las persianas y se fueron con su música a otra parte lo cual me parece que era lo mejor que podían hacer porque esto es como el amor que se quiere o no se quiere y nadie ama a la fuerza porque a la fuerza no es cariño y entonces un día se nos ocurrió saltar el charco y nos fuimos a celebrar un seminario a la madre patria que de veras que es la mamá que tenemos los sudacas aunque a veces nos quiera hacer la desconocida pero igual somos sus hijos a pesar que a algunos de nuestros hermanos de por allá no les hace mucha gracia tener unos parientes con sangre mezclada con la de los indios que nosotros lo tenemos a mucha honra y nos sentimos orgullosos de nuestros caupolicanes nuestros galvarinos nuestros ainavillos nuestros mancocapac y hasta de la malinche que nos jugó chueco y se enamoró de aquel petizo que se llamaba hernán cortés y quien al decir de los cronistas tenía que subirse a un cajón cuando iba a decir un discurso de tan chico que era pues nos fuimos a alcalá de henares y allí nos encontramos con unos españoles que salieron más empeñosos que nosotros y que a poco andar empezaron a escribir y después de un año más o menos terminaron sus libros y ahora no solo tenemos siete libros escritos sino que tenemos a siete que parecen estar dispuestos a transformarse en escritores tan famosos como césar vidal y a los que para sacar la cara por los de acá se les unieron una ecuatoriana que vive en quito y una mexicana que vive en miami.

Ahora los libros están empezando a leerse en españa en estados unidos en chile en centroamérica y el otro día nos avisaron de ecuador que el presidente de una compañía farmacéutica donde trabaja la autora del tríptico de cuentos una flor roja quería comprar doscientos ejemplares para repartir a sus amigos porque se siente orgulloso que uno de sus ingenieros haya escrito un libro mientras tanto los autores están escribiendo su segundo libro y después escribirán el tercero el cuarto y el quinto y otros que vienen detrás de ellos van a seguirles sus pasos lo que significa que poco a poco vamos aprendiendo a soplar y el día menos pensado vamos a terminar siendo expertos en hacer botellas lo que significa que soplar vidrio es tan fácil y tan dificil como formar escritores cristianos de habla castellana.