Había sucedido ya la primera deportación y las dificultades eran enormes para el pueblo. La idolatría, instalada como religión cuasi oficial y el fuego de la santidad de Yahvé servirá de instrumento de castigo. La gloria de Dios abandona el templo, ¡su lugar normal de residencia! Escribe J.M. Asurmendi al respecto:
La gloria del Señor se marcha. Acaba una etapa de la historia de las relaciones entre el señor y su pueblo. El profeta es conducido de nuevo a su casa (11.24). Puede hablar. Tiene que transmitir ahora la palabra que ha visto [...]
Que un sacerdote pudiera imaginarse ese acontecimiento es algo que sólo es posible si el Espíritu le mueve, si se convierte en profeta. Esta fuerza permite a Ezequiel ver hasta dónde va a llegar el castigo, señalar que el templo, la presencia del Señor no es una garantía incondicional de salvación, que si él quiso habitar con su pueblo, puede también alejarse de él. Pero le hace comprender asimismo al profeta que el amor de Dios va mucho más lejos que el castigo y que siempre puede manifestarse de nuevo
Las hipótesis interpretativas se disputan nuestra atención: desde el punto de vista del juicio, la gloria de Dios ya no podía habitar en un espacio profanado por la idolatría; el pueblo mismo ya no era merecedor de ese espacio de gracia por lo que tuvo que ir al destierro;
la presencia de Dios, según el libro, se manifestaría ahora únicamente mediante la palabra profética; pero esto entraría en contradicción con la imagen de un Dios simpatético, siempre dispuesto a acompañar a su pueblo; acaso la gloria de Dios no sale del templo para regresar a las moradas celestiales sino para acompañar en el exilio a su pueblo. Así lo explica la poeta mexicana de origen judío Angelina Muñiz-Huberman:
El concepto de sehejiná o presencia divina en el mundo aparece desde la expulsión del paraíso, en el momento en el que la pareja primigenia corta su relación directa e inmediata con Dios. Su vínculo con la divinidad se reduce a una especie de sombra o espíritu santo que es la shejiná. En la tradición popular la shejiná es una parte de Dios mismo que se desprende y acompaña al pueblo de Israel en sus exilios históricos. Sin embargo, no es ni una separación ni una hipóstasis. Pero si no se sabe retener esa sutil emanación divina, se cae en el pecado de olvido, lo más grave que le pueda ocurrir al exiliado
Y tal vez esta enseñanza obligue a interpretar el exilio, la migración obligatoria, como una fase del proceso educativo por el cual tenía que pasar el pueblo de Dios en medio de la pluralidad cultural que atentaría contra su identidad... y que
forjaría una nueva cultura judía de la diáspora, comenzando con el surgimiento de la sinagoga, los movimientos cabalísticos y el mercader judío del estereotipo.
Y acaso por allí asome su rostro la figuración de la Sabiduría y de otros elementos simbólicos femeninos para complementar la imagen masculina de Dios predominante en los tiempos clásicos, así como también Lilith y sus acompañantes incómodas para ese tipo de lecturas bíblicas que no puedo calificar más que de positivistas.
Lo cierto es que, ante esta avalancha de interpretaciones, el judaísmo se iba a consolidar como una comunidad de la Palabra y del exilio, al borde de la desaparición de su especificidad étnica, reducido a su mínima expresión tribal y a punto de enfrentar la necesaria recuperación de sus espacios vitales y espirituales y multiplicando su presencia en el mundo hasta hoy.
Con todo, resuena el eco de las palabras de esperanza en medio de tanta desolación: “Aunque les he arrojado lejos entre las naciones, y les he esparcido por las tierras, con todo eso le seré por un pequeño santuario en las tierras adonde lleguen” (11.16). Los migrantes, así, van a conocer el mundo, a universalizarse y a medir su estatura cultural por donde quiera que vayan, y al mismo tiempo van a encontrarse con el nuevo rostro del mismo antiguo Dios.
Los resultados prácticos, simbólicos y culturales de este proceso saltan a la vista. La pregunta recalcitrante, por otro lado, es: ¿qué dios o dioses acompañan a los migrantes de hoy? ¿a la Mara salvatrucha, a los indígenas, por ejemplo?
Si quieres comentar o