domingo, 9 de noviembre de 2025   inicia sesión o regístrate
 
Protestante Digital

 
 

René Sterk: misionero y misiólogo (II)

"En este artículo me gustaría destacar varios factores misiológicos que han contribuido al crecimiento tan impresionante de la iglesia", expresaba René Sterk.

KAIRóS Y CRONOS AUTOR 84/Carlos_Martinez_Garcia 09 DE NOVIEMBRE DE 2025 10:00 h
René y Carla Sterk con líder evangélico tzotzil

En la entrega pasada informé que el 25 de octubre me llegó una noticia que me conmovió: el fallecimiento de René Sterk. A él y a su esposa Carla los conocí en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en 1996, y por diez años su generosidad me permitió adentrarme en la realidad de las iglesias evangélicas indígenas de Los Altos. Llegaron a Chiapas en 1966 como misioneros de la Iglesia Reformada en América. En julio de 2005 fue publicado un impreso, de edición limitada, como resultado de conversaciones que tuve con René y Carla (aquí un segmento de la entrevista con ambos). Entonces faltaban pocos meses para que regresaran definitivamente a los Estados Unidos. René fue misionero y, tras reflexionar continuamente en su experiencia, devino en misiólogo, es decir, estudioso de la misión cristiana y las culturas con las cuales interactúa. Con la información que Carla y René me proporcionaron, de manera verbal y con documentos que cuidadosamente guardaron durante décadas, pude redactar el libro El martirio de Miguel Caxlán: vida muerte y legado de un líder chamula protestante (Editorial Cajica, 2008). Finalmente, las líneas que siguen fueron escritas por René Sterk, publicadas en inglés en el otoño de 2004 en la revista Reformed Review. Ofrezco aquí la traducción al castellano, con el título “Factores misiológicos en el crecimiento de la Iglesia en Chiapas”.



 



Al celebrar ochenta años del trabajo de la Iglesia Reformada en América en Chiapas, México, un hecho sobresale: ¡el crecimiento de la iglesia ha sido extraordinario! Dios ha bendecido tanto al trabajo de misioneros, evangelistas y pastores chiapanecos que el número de creyentes en la Iglesia Nacional Presbiteriana en Chiapas ha rebasado a la membresía total de la Iglesia Reformada en América. El crecimiento de la iglesia en Chiapas es aun más asombroso al ver las estadísticas oficiales que demuestran que las cifras combinadas de todas las denominaciones protestantes/evangélicas en el estado constituyen más de un tercio de la población total, o más de un millón de personas. En este artículo me gustaría destacar varios factores misiológicos que han contribuido al crecimiento tan impresionante de la iglesia.



 



El método antropológico



Antes de atribuir la increíble expansión del reino de Dios a factores humanos, debemos reconocer el poder y plan soberano de Dios en todo lo que ha ocurrido en Chiapas. Sin embargo, Dios ha escogido usar a misionarios y métodos misiológicos para llevar a cabo este plan. Eugene Nida declaró que los buenos misionarios siempre han sido buenos antropólogos.[1] Desde los primeros días del trabajo de John y Mabel Kempers [a partir de 1926], y especialmente en los principios de la Misión Chiapas de la Iglesia Reformada en América (IRA), el método aceptado para cualquier misionero nuevo ha sido vivir con la gente y aprender el idioma indígena. La expectativa clara era que los misioneros respetarían y estudiarían la cultura. Cuando mi esposa Carla y yo llegamos para nuestro primer periodo de trabajo misionero de evangelización en Chiapas, mi primera impresión fue que nuestro método iba a ser semejante al de un antropólogo cultural. Porque nuestro llamado era realizar evangelismo pionero en una tribu no alcanzada, nuestra primera tarea era encontrar una aldea indígena donde podríamos vivir con y aprender de los zinacantecos.



Mi entrenamiento en teología en el Seminario Teológico Occidental (Western Theological Seminary) nos había preparado para muchas cosas, pero no para el mundo resistente y extraño en que nos encontrábamos inmersos. Nuestro primer día viviendo con una familia indígena estuvo lleno de los cantos de un chamán quien sacrificó gallinas negras y derramó libaciones de licor en un rito ceremonial que nos abrumó. Como misioneros evangelistas, nuestra tarea era compartir las buenas nuevas de Jesucristo, pero las barreras de lenguaje y cosmovisión parecían insuperables.  No había más opción que usar un acercamiento antropológico:



Los misioneros efectivos siempre han buscado empaparse con un profundo conocimiento de las formas de vida de la gente a quienes han intentado ministrar, porque solamente con tal comprensión de la cultura indígena sería posible comunicar una nueva manera de vivir.[2]



 



Antes de nuestra irrupción como extranjeros blancos en el pueblo zinacanteco, los indígenas conocieron a algunos antropólogos de la Universidad de Harvard. Entonces cuando se nos preguntó qué habíamos venido a hacer en la zona, nuestra respuesta era que habíamos venido para estudiar su lengua y su cultura. Inmediatamente fuimos identificados como antropólogos culturales, una categoría aceptable y comprensible en su contexto cultural. Identificarnos como misioneros evangelistas para los zinacantecos hubiera significado que amenazaríamos y destruiríamos su cultura y religión maya.



 



Un método encarnacional



Para comunicar el Evangelio en sociedades resistentes u hostiles se requiere más que el conocimiento de la lengua y la comprensión de la cultura. Una de mis primeras líneas de acción salió de una reunión con los misioneros en Chiapas en 1969. Apenas habíamos llegado al campo después del entrenamiento lingüístico y la orientación misionera. “Su primera tarea será encontrar una aldea zinacanteca donde puedan vivir y aprender el idioma tzotzil”, fue el consejo que se nos dio. Vivir en una comunidad fue uno de los principios claros para iniciar el trabajo entre los pueblos indígenas resistentes en Chiapas. Para evitar un rechazo inmediato fue necesario que nosotros no solamente viviéramos con los indígenas, sino que intentáramos hacer todo lo humanamente posible para vivir como ellos. Para nosotros significó compartir una casa indígena de una sola habitación y con piso de tierra con una familia indígena en una comunidad zinacanteca donde no había un testimonio cristiano evangélico. Significó aprender cómo vestirse, cargar el agua y comer como la gente de la cultura anfitriona. Al no existir agua corriente ni sistemas de energía eléctrica en las comunidades en aquel entonces, los ajustes en el estilo de vida fueron duros y demandantes. Este método encarnacional ha sido el puente que los misioneros a Chiapas cruzan para superar las difíciles fronteras culturales y hacer posible la identificación y la aceptación.



Para ganar el permiso de una cultura de comunicar el mensaje del Evangelio, este enfoque encarnacional es fundamental, especialmente en situaciones resistentes y hostiles. Charles Kraft ha señalado que Dios es nuestro máximo ejemplo de encarnación. Cuando Dios se reveló a si mismo en Jesucristo, “Dios no solamente llegó, llegó a ser. [Dios], en Cristo, se identificó con sus receptores. Dios en Jesús llegó a ser tan parte de un contexto humano específico que muchos nunca reconocieron que había venido de otro lugar”.[3] Hemos visto a misioneros de otras agencias misioneras quienes han intentado ministrar a grupos indígenas mientras vivían a una distancia en alguna ciudad, y quienes insistieron que no era necesario comunicar en lenguas indígenas. Su falta de efectividad ha sido marcada por el hecho de que dentro de unos pocos años la mayoría han sido “llamados por Dios a cambiar a otro ministerio”. El hecho indiscutible es que el método encarnacional, un involucrarse intencional y personal en el estilo de vida, las necesidades sentidas y la cosmovisión de la gente a quienes ministramos, ha sido un factor crucial para el crecimiento en Chiapas.



 



Lenguas indígenas



Otra línea de acción que recibimos de la Misión Chiapas fue: Para una comunicación efectiva, es esencial aprender la lengua indígena y hacer el trabajo de la misión en esa lengua. Recuerdo al misionero J. Samuel Hofman sugerir que nuestros primeros cinco años serían dedicados al aprendizaje de la lengua. Nunca fue una opción evangelizar en las zonas indígenas utilizando el idioma español. Entonces aprender el idioma tzotzil fue nuestra primera tarea importante. La comunidad zinacanteca en donde nos permitieron vivir era básicamente monolingüe; por lo tanto, no se nos permitía usar la muleta del español para nuestra comunicación temprana. Estuvimos forzados a aprender el tzotzil para sobrevivir, y porque “la necesidad es la madre del aprendizaje de una lengua”, fuimos bendecidos al tener que aprender el idioma en situaciones reales y de personas reales. El tzotzil llegó a ser nuestro nuevo idioma, zinacanteca nuestra nueva cultura, y comenzamos a construir relaciones con nuevas personas. Estas probarían ser las llaves que abrieron las puertas de la comunicación a un grupo étnico resistente. La habilidad de ser un participante activo en la lengua del corazón de un pueblo es esencial para lograr la comunicación efectiva, especialmente cuando la meta es alcanzar a estos corazones con el mensaje del Evangelio.



 



El misionero como evangelista



Un tercer énfasis importante en Chiapas es que el misionero es primera y primordialmente un evangelista. Aun antes de nuestra llegada en Chiapas, mi concepto siempre había sido que la meta de un misionero es compartir las buenas nuevas de Jesucristo con los que nunca las han escuchado. John Kempers, quien se jubiló de su trabajo en Chiapas justo antes que nosotros comenzamos nuestro primer periodo, compartió este mismo énfasis con nosotros. Su valiente aventura pionera de cubrir todo el estado de Chiapas a caballo ejemplificó su aspiración: Chiapas para Cristo. Su pasión por alcanzar a los grupos étnicos no-alcanzados en Chiapas prendió fuego en mi esposa y en mí siendo una pareja misionera joven y aventurada.



El pueblo zinacanteco era uno de estos grupos no evangelizados, y aunque podríamos haber empezado nuestro trabajo como maestros en una Escuela Bíblica con los ch’oles, donde misioneros de la IRA ya habían establecido una iglesia en crecimiento, sentimos el llamado de Dios para ser evangelistas. Ken Jacobs, un traductor bíblico del Instituto Lingüístico de Verano entre los vecinos chamulas, nos animó a “dar a luz a una iglesia” en una zona sin presencia protestante/evangélica. Nos advirtieron que probablemente tardaría más de veinte años antes de ver conversiones en aquel grupo resistente, sin embargo, nuestro llamado como misioneros nos obligó a ser evangelistas (2 Cor. 5:14). Como misioneros debemos considerar primero que Dios “encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros” (2 Cor. 5:19b-20a, NVI).



El misionero entonces pone el ejemplo para los nuevos creyentes, y eventualmente para los pastores y líderes de la nueva iglesia. Si el misionero ha dado prioridad al evangelismo personal, los primeros creyentes de la nueva iglesia seguirán su ejemplo. Como un árbol solamente puede dar fruto de su propia especie, así el misionero/evangelista reproducirá lo que él o ella ha ejemplificado. Los primeros misioneros en Chiapas (no solamente misioneros de la IRA) vivieron esta norma, y el resultado fue que los primeros creyentes de cada etnia llegaron a ser evangelistas intrépidos, aun con la amenaza de violencia y persecución. Como resultado, la iglesia se multiplica. Este principio misiológico tan básico es verdad para pastores y líderes de la iglesia en cualquier contexto o cultura.



 



El ministerio de sanidad y el poder de Dios



Los nuevos creyentes protestantes/evangélicos en Chiapas salieron de una cosmovisión animista; su espiritualidad indígena no estaba dominada por una cosmovisión científica y occidental. En otras palabras, ellos creyeron que la salud y el bienestar se determinan por poderes espirituales y no por la ciencia médica. En las prácticas pre cristianas, los chamanes indígenas sirvieron como videntes y sanadores. Su función era llamar a los espíritus y dioses y, por medio de sacrificios de sangre y apaciguamientos, traer la sanidad. Entonces cuando los cristianos indígenas comenzaron a leer e interpretar la Biblia, comprendieron sin problema que es el poder de Dios el que trae sanidad y liberación del miedo. Los espíritus malignos que causaron enfermedades y adversidad fueron vencidos por el poder de Jesucristo.



Las buenas nuevas del poder de Dios y del perdón sin sacrificios de animales llegaron a ser temas centrales para la evangelización en zonas de grupos animistas. Historias de los milagros de sanidad de enfermedades y del poder de Dios sobre los espíritus malignos se extendieron por las familias y comunidades. Entre los tzotziles el factor más importante en la extensión del Evangelio ha sido este testimonio del poder de Dios para sanar. En encuestas informales que mi esposa y yo hemos hecho, hemos encontrado que aproximadamente el 90% de los protestantes/evangélicos tzotziles respondieron originalmente al Evangelio después de ser testigos de una sanidad milagrosa. Los nuevos cristianos defienden su decisión de seguir a Cristo al contar que uno de sus familiares había sido sanado de una enfermedad grave a través del poder de Dios. Este testimonio del poder sanador de Cristo atraviesa redes familiares y produce un crecimiento rápido, porque encaja fácilmente con el concepto en la cosmovisión indígena sobre que la sanidad viene a través del poder espiritual.



En Chiapas a menudo son los cristianos indígenas quienes han llevado a los misioneros occidentales a un ministerio de sanidad. Nuestro trasfondo reformado puede limitar nuestra visión del poder espiritual que Dios ha hecho disponible para la evangelización. Sin embargo, cuando somos testigos del poder de Dios realmente sacando a los espíritus malignos y sanando milagrosamente a los enfermos, y entonces releemos los relatos bíblicos, nuestra cosmovisión científica-occidental es retada. Podemos ver que Cristo puede liberar de las maldiciones y las enfermedades, del alcoholismo y la adicción a las drogas. Lo que antes se entendía como el trabajo científico-médico se convierte en un ministerio de sanidad en el cual Cristo es glorificado como el Sanador. ¡Probablemente éste es el factor más sobresaliente en la multiplicación de los cristianos protestantes/evangélicos en Chiapas!



 



Traducción de la Biblia



Otro aspecto importante que ha contribuido a la obra del Señor en Chiapas es la traducción de la Biblia. Durante nuestro viaje de estudio en Chiapas de parte del Seminario Teológico Occidental en 1966, Paul y Dorothy Meyerink nos introdujeron a esta faceta esencial de la tarea en Chiapas. Vimos a estos misioneros dedicar su tiempo y sus vidas a la traducción de la Palabra de Dios al idioma tzeltal. En la zona tzotzil trabajamos juntos con traductores del Instituto Lingüístico de Verano quienes no sólo llegaron a ser compañeros de trabajo, sino también nos enfatizaron la importancia de hacer disponible la Palabra de Dios en el idioma de corazón de cada grupo étnico. Terminaron la traducción del Nuevo Testamento a varios dialectos del tzotzil, construyendo los cimientos para la obra que seguiría.



El respeto para las culturas y lenguas indígenas encuentra su más alta expresión en la traducción de la Biblia. Cuando las personas son capacitadas para traducir la Palabra de Dios a su lengua materna, son facultadas para desarrollar su propia iglesia, formar su propia teología bíblica, y para construir sus propias maneras culturales de adoración y música.  Por eso los misioneros de la IRA en Chiapas han enfatizado la traducción de todos los materiales bíblicos a los idiomas indígenas. En 1987 mi esposa y yo fuimos invitados por los creyentes tzotziles para coordinar el proyecto de la traducción de la primera Biblia completa en tzotzil. Trabajando en consulta con la Sociedad Bíblica de México, y combinando los esfuerzos de pastores y ancianos presbiterianos con la labor de catequistas católicos romanos, el proyecto interconfesional de diez años resultó tener múltiples efectos positivos. Dio un ímpetu real para romper las barreras de resistencia e intolerancia, siendo un factor importante en el crecimiento de la iglesia y en promover la reconciliación en los conflictos religiosos y políticos que han traumatizado a las regiones indígenas de Chiapas. La Biblia traducida a las lenguas indígenas ha sido un factor esencial en el crecimiento de la iglesia en Chiapas.



 



Apoyo para los cristianos perseguidos



En Chiapas el crecimiento de la iglesia ha causado persecución, no al revés. El número creciente de creyentes en Cristo llegó a ser una amenaza al poder de los líderes étnicos y los chamanes, y la persecución nos explotó en la cara. A pesar de todos nuestros esfuerzos por demostrar respeto a las culturas indígenas y evitar causar resistencia al mensaje del Evangelio con la proyección de una cosmovisión occidental, la amenaza a las estructuras tradicionales de poder resultó en la persecución, como casi siempre ocurre. Desde los años 1950 hasta los finales de los 1990, la persecución puso en peligro las vidas de los creyentes y redujo el crecimiento de la iglesia.[4] Cuando la persecución se torna violenta y persistente puede parar completamente el crecimiento de las iglesias.



La IRA ha apoyado fielmente a la iglesia perseguida en Chiapas. El trabajo misionero de preparar a los líderes indígenas para la embestida inminente, además de esfuerzos de ayuda y reubicación durante los tiempos de expulsiones de las comunidades tradicionales, ayudaron para que la iglesia sobreviviera. La persecución severa puede resultar en una iglesia débil y dividida, pero el apoyo y el involucramiento de la IRA, a través de sus misioneros, sostuvo efectivamente a los sufridos grupos de cristianos. Durante los más de veinte años de expulsiones violentas de cristianos tzotziles en que aproximadamente veinticinco mil personas fueron removidas de sus tierras tradicionales, el Servicio Mundial de la Iglesia Reformada apoyó la formación de comunidades para la reubicación de protestantes donde los cristianos expulsados podrían reconstruir sus vidas, hogares e iglesias. Como lo dijo el antropólogo Jan Rus:



Ustedes proveyeron una alternativa culturalmente aceptable para que los indígenas escaparan de la cruel opresión de líderes étnicos mafiosos. Ofrecieron tierras y comunidades donde los tzotziles perseguidos podrían mantener su identidad y lenguas indígenas, y a la vez encontrar liberación de la represión. Con razón que tantos indígenas fueron atraídos al movimiento evangélico.[5]



 



El establecimiento de organizaciones cristianas de derechos humanos y de defensa legal fue otra importante contribución en facultar a la iglesia sufriente en Chiapas para sobrevivir y prosperar. Durante los tiempos de persecución agresiva, la falta de garantías legales en México hizo urgente el establecimiento del Comité Cristiano de Defensa Legal. Desde su concepción en 1985, miles de cristianos perseguidos se han aguantado el dolor y la presión de la persecución debido a la protección legal y el apoyo ofrecido. Aun más significantes son los logros de largo plazo que han traído un tiempo de relativa tolerancia y libertad religiosa en Chiapas. En pueblos donde los creyentes recibieron amenazas de muerte pocos años atrás, nuevas iglesias en casas están surgiendo. En aldeas donde el terrorismo había desalentado nuevas conversiones, la iglesia protestante/evangélica está floreciendo como nunca antes. A través de la labor conjunta de muchos cristianos, la cara fea de la persecución casi ha sido borrada. La iglesia está creciendo en número y en influencia en Chiapas. Recientemente me dijeron de varios consejos indígenas y presidencias municipales donde pastores y líderes protestantes/evangélicos están siendo invitados a participar en posiciones de autoridad. Es un signo de victoria para la iglesia.



 



Dar autoridad al liderazgo indígena



Uno de los principales fuertes de la Misión Chiapas de la IRA ha sido su énfasis en el entrenamiento y la autoridad del liderazgo local de la iglesia. No establecemos iglesias de la IRA en Chiapas, en vez de eso hemos escogido colaborar con la Iglesia Nacional Presbiteriana de México. Este concepto de colaboración es otro de los principios innovadores de la IRA. Permite que la iglesia indígena cree su propia identidad dentro de un contexto nacional y cultural específico. La meta es entrenar al liderazgo indígena para que los pastores, ancianos, diáconos y otros líderes de la iglesia estén capacitados para gobernarse a sí mismos y sentir que son liberados del dominio misionero.



Los misioneros de la IRA han concentrado la mayoría de sus esfuerzos en la preparación de materiales impresos para el estudio bíblico y en entrenar a líderes indígenas, para después entregar la autoridad y el control de la iglesia a ellos. Los misioneros a menudo han tomado la iniciativa en establecer escuelas bíblicas y en ser sus principales maestros. Este ha sido uno de las mayores contribuciones de los misioneros de la IRA desde el principio de los 1940 al presente. Con el apoyo de la IRA se han fundado escuelas bíblicas y se ha provisto de importante capacitación al liderazgo en casi cada grupo lingüístico en Chiapas. Sin embargo, después de varios años de capacitación en estas escuelas, se debe permitir a los estudiantes convertirse en los maestros de las generaciones sucesivas. Los misioneros que no están dispuestos a quitarse y permitir que los líderes y maestros indígenas locales tengan la autoridad y control, con el tiempo retrasan la madurez de la iglesia. El principio de permitir el liderazgo y el control es igualmente importante en las áreas de administración y finanzas.



El fuerte de la iglesia en Chiapas ha sido el liderazgo laico. Desde muy temprano los nuevos cristianos han tomado la batuta del misionero y ellos se han encargado del evangelismo y los esfuerzos de alcanzar a otros. Estos evangelistas laicos no esperaron a los clérigos ordenados para compartir las buenas nuevas de Jesucristo. Miles de historias se podrían contar de valientes nuevos creyentes quienes, con un mínimo de capacitación bíblica, salieron a sus comunidades sin hacer caso a las amenazas de persecuciones, para orar por los enfermos y comunicar el mensaje del Evangelio en lugares donde los misioneros no podrían o no se atrevían a ir.



Al crecer la iglesia, los pastores ordenados y los misioneros quienes fueron suficientemente sabios para movilizar y autorizar al liderazgo laico, vieron a la iglesia continuar su rápido crecimiento. Seguramente fue una bendición que la iglesia creció con tanta rapidez que el número de pastores ordenados no alcanzaban. El resultado fue que los pocos ministros ordenados tuvieron que funcionar como obispos móviles, cada uno supervisando de quince a veinte congregaciones. Los ancianos y los diáconos fueron los verdaderos pastores del rebaño a nivel local. Estos pastores laicos llegaron a ser el centro y la fuerza de la iglesia, y por muchos años la capacitación del liderazgo fue enfocada hacia estos ancianos y diáconos indígenas. Estos líderes laicos encabezaron al movimiento evangelístico que fue el principal responsable del crecimiento increíble de la iglesia.



 



Una visión misionera



Los cristianos chiapanecos siempre han demostrado tener una visión misionera, al principio expresada en el evangelismo personal, y ahora en una visión que está siendo expandida al mundo entero. Cuando los líderes indígenas escucharon que yo había estado enseñado misiología por un semestre al año en el Seminario Teológico Occidental, me preguntaron por qué lo estaba haciendo en los Estados Unidos cuando aún no les había impartido estos cursos a ellos. Entonces, hace algunos años, un pequeño grupo de líderes y pastores chiapanecos nos pidió que enseñáramos cursos de misiología en Chiapas. Charles Van Engen, profesor de misiología en el Seminario Teológico de Fuller y anteriormente misionero de la IRA en Chiapas, y yo nos unimos para organizar un curso de misiología con su propio plan de estudios. El Dr. Van Engen y yo impartimos varios de estos cursos, pero también invitamos a muchos conocidos misiólogos para enseñar en sus áreas de especialización. Después de cinco años de cursos intensivos en misiones y la formación de la primera Agencia Misionera Chiapaneca, AMICH, la iglesia en Chiapas está considerando el envío de sus primeros misioneros a un grupo étnico no-evangelizado en el estado vecino de Oaxaca. Su meta para el futuro es enviar a misioneros chiapanecos a uno de los países árabes. Antes de la reciente muerte de Mabel Kempers, compartí con ella la visión de la Agencia Misionera Chiapaneca. Sus palabras fueron “Oh, si John pudiera estar aquí para escuchar eso. Terminará el círculo de la misión en Chiapas.”



[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]



El trabajo de la IRA ha sido bendecido por Dios en maneras maravillosas. No solamente que la meta de Chiapas para Cristo casi ha sido lograda, sino que la meta máxima de todos los esfuerzos misioneros está por alcanzarse. Cuando los que recibieron misioneros internalizan la visión de enviar a misioneros a otros lugares del mundo, entonces el círculo de la misión se completa. Por ende, el círculo de la misión mundial se continúa, y somos privilegiados por tener un papel clave en el plan de Dios.



 



Conclusiones



Desde la concepción de la Misión Chiapas de la IRA hace ochenta años, una variedad de factores misiológicos han contribuido para tener una iglesia vibrante y creciendo. Que la historia de Chiapas inspire a otros para cruzar barreras étnicas y culturales con el mensaje del Evangelio que se comunica a través de principios y métodos misiológicos sólidos. Al celebrar la obra de Dios en Chiapas, que la IRA sea retada por Dios para continuar usando sus singulares principios de misión y testimonio para alcanzar a muchos grupos étnicos dentro de las fronteras de los Estados Unidos y Canadá y también en áreas resistentes de nuestro mundo multicultural. Así, la IRA seguirá siendo una parte esencial del círculo completo de la evangelización y la misión mundial.



 



Notas



[1] Eugene Nida, Customs and Cultures, (New York: Harper and Row, 1954), p. xi.



[2] Ídem.



[3] Charles H. Kraft, Christianity in Culture, (Maryknoll: Orbis, 1979), p.175.



[4] Arthur Bonner, We Will Not Be Stopped: Evangelical Persecution, Catholicism and Zapatismo in Chiapas, Mexico, (Universal Publishers/UPUBLISH.COM, 1999). Este libro ofrece una visión popular y relativamente objetiva de la perseverancia frente a la persecución y de la transformación cristiana en lugar de la revolución armada.



[5] Jan Rus, antropólogo veterano quien ha trabajado entre los tzotziles de Chiapas. Conversaciones sostenidas en los años 90´s.


 

 


0
COMENTARIOS

    Si quieres comentar o

 



 
 
ESTAS EN: - - - René Sterk: misionero y misiólogo (II)
 
 
AUDIOS Audios
 
La década en resumen: teología, con José Hutter La década en resumen: teología, con José Hutter

La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.

 
Intervalos: Disfruten de la luz Intervalos: Disfruten de la luz

Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.

 
2020, año del Brexit 2020, año del Brexit

Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.

 
7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo 7 Días 1x08: Irak, aborto el LatAm y el evangelio en el trabajo

Analizamos las noticias más relevantes de la semana.

 
FOTOS Fotos
 
Min19: Infancia, familia e iglesias Min19: Infancia, familia e iglesias

Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.

 
X Encuentro de Literatura Cristiana X Encuentro de Literatura Cristiana

Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.

 
Idea2019, en fotos Idea2019, en fotos

Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.

 
VÍDEOS Vídeos
 
Héroes: un padre extraordinario Héroes: un padre extraordinario

José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.

 
Programa especial de Navidad en TVE Programa especial de Navidad en TVE

Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.

 
Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia Primer Congreso sobre infancia y familia, primera ponencia

Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.

 
 
Síguenos en Ivoox
Síguenos en YouTube y en Vimeo
 
 
RECOMENDACIONES
 
PATROCINADORES
 

 
AEE
PROTESTANTE DIGITAL FORMA PARTE DE LA: Alianza Evangélica Española
MIEMBRO DE: Evangelical European Alliance (EEA) y World Evangelical Alliance (WEA)
 

Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.