Acceso denegado

Bienvenido a la página web del reino de los Cielos. Para acceder, ingrese sus credenciales.

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Nombre de usuario:

Contraseña:

Una persona se había topado con dicha página web pero por mucho que lo intentaba, no lograba entrar. Tras numerosos intentos fallidos, habiéndole subido la tensión y con la frustración a flor de piel, decide llamar a soporte técnico…

Tengo un problema. Por mucho que lo intento no logro acceder a la página web.

Estaré encantado de ayudarle. ¿Tiene su nombre de usuario?

Claro. He escrito mi nombre pero no me deja. Lo he puesto en minúsculas, mayúsculas, con y sin tildes, con y sin espacios, pero no me deja.

Ese es el problema: La entrada es solo a través de Cristo:

“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).

Cualquier otro usuario que intente ingresar solo generará un mensaje de error:

“De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Mas el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es. A éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca. Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz. Mas al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños” (Juan 10:1-5).

Muy bien. Pues vamos con el siguiente problema, la clave de acceso.

Por supuesto. ¿Ha intentado el acceso con alguna clave en particular?

Bueno, la clave para entrar en el Reino de los Cielos es que soy una persona buena. Pero eso no me ha permitido ingresar a la página. He puesto de todo: He mencionado todas las cosas buenas que he hecho una por una pero ninguna de ellas funciona. ¿Qué hago?

Esa no es la clave para entrar. La clave es lo que hizo Jesús por usted, no lo que pueda hacer usted para entrar. Ingresar sus buenas obras, por muy buenas que sean, no le concederá la entrada:

“Quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio” (2ª Timoteo 1:9-10).

Pues entonces, no me extraña que no pudiera entrar… ¿Qué tengo que poner entonces?

La clave para entrar en el Reino de los Cielos es arrepentimiento y fe.

Pues eso también lo he intentado pero no funciona.

Uno de los errores más comunes es que se confunde el remordimiento con el arrepentimiento. Y no vale solo ingresar la palabra “arrepentimiento”. Debe ser algo real y no una fachada. El sistema reconoce cuando un usuario no lo dice de verdad. El sistema de protección del sitio incluye una barrera automática para los hipócritas o los que pretenden ser usuarios aunque no lo sean realmente:

“Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra” (Tito 1:16).

¿Qué hay que hacer para resolver eso?

En vez de pretender arrepentimiento en público o en la iglesia, debe producirse un arrepentimiento interior y entonces funcionará:

“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los muertos” (Hechos 17:30-31).

Vale. Y también he puesto “fe” pero no me deja tampoco.

Eso es porque hay que tener la fe en lo correcto. Muchos usuarios creen que tienen “fe” pero no confían en Cristo y su obra en la cruz por ellos sino que depositan su fe en otras muchas cosas. No han leído ni puesto en práctica el manual de instrucciones “La Biblia” sino que han usado otros manuales incorrectos, o puede que tengan el manual correcto pero que no sigan las indicaciones. Cualquier cosa que no sea Cristo y la salvación que ofrece por haber muerto por tus pecados dará el mensaje de error de “acceso denegado”:

“Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús” (Romanos 3:21-26).

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Entiendo. ¿Puede permanecer en línea para ver si me deja entrar?

Aquí le espero.

Muchas gracias. Un momento:

“Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador” (Lucas 18:13).

Ahora sí. ¡Ha funcionado! Muchas gracias.

Un placer.