Jesucristo ahora más que nunca

Estamos viviendo tiempos muy inquietantes a la vez que muy interesantes en diversos aspectos, por los sorprendentes adelantos que está experimentando la humanidad en todas las disciplinas habidas y por haber.

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Actualmente están surgiendo nuevas corrientes de pensamiento que no dejan de impresionarnos en muchos sentidos. Y paradójicamente nos encontramos en un claro escenario de guerras y rumores de guerra como nunca antes, tal como estaba predicho por el Maestro.

Por otra parte, también se proponen viejas formas de gestionar la política de manera pendular. También estamos viendo una catarata de nuevas ideas publicitarias que invaden las redes y los medios audiovisuales, los nuevos ideólogos sociales no cesan de calcular como capturar la atención de las masas para conseguir los fines preestablecidos por lobbys de todo tipo, especialmente económicos.

El cuarto poder, como se ha definido a los medios escritos, nos propone nuevas corrientes de opinión que tratan de persuadirnos hacía un nuevo modelo de sociedad secularizada donde la idea de un Dios supremo más temprano que tarde se consiga erradicar de la conciencia social como un mal a extirpar, para liberarnos de los viejos demonios de opresión, como los que supone la religión organizada, que nos culpabiliza y nos oprime en cuanto a la verdadera expresión de nuestro yo reprimido.

Y esto es fruto de una sociedad aburguesada y decadente a la vez que hipócrita en muchos sentidos (esto es lo que piensan algunos). Y también es el argumentario que se utiliza en muchas universidades de forma continua y generalizada, envenenando así la conciencia social en detrimento de la cultura judeocristiana.

En otro sentido, diferentes sociólogos proponen evaluar positivamente el fenómeno religioso para tratar de encauzarlo adecuadamente para que no se produzca un choque de trenes entre culturas y civilizaciones diversas, especialmente entre el islamismo y el cristianismo.

Se buscan liderazgos carismáticos que sorprendan a propios y a extraños, el fenómeno populista tanto a la derecha como a la izquierda está suscitando reacciones cada vez más antagónicas y pendulares debido al déficit de credibilidad entre la clase política, por las continuas corrupciones que se descubren continuamente de unos y de otros.

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El inevitable fenómeno migratorio, las guerras y la constante amenaza terrorista de los radicales están generando repliegues de gran calado en todo el mundo, especialmente en Europa y Medio Oriente

Entre tanto ruido mediático y tanta incertidumbre socio política como estamos viendo y oyendo tanto en nuestro país como en el mundo entero, necesitamos un referente creíble que nos imparta seguridad y estabilidad, no solo política sino también humana y por supuesto espiritual.

Nunca se fue del imaginario social, pero hoy vuelve con más fuerza que antaño, Jesucristo Ahora Más que Nunca. Él y solamente El, es nuestra única esperanza de un mañana mejor, Jesús es el Único Camino a Dios el Padre, la Verdad suprema y la Vida verdadera.

Él es el faro de esta humanidad perdida en sus propios extravíos. Mientras tanto, Dios sigue mostrando su amor hacía nosotros en que siendo aún pecadores como somos, Cristo murió por nosotros…

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