Cuando dejamos que las estrellas nos hablen

“¿Qué estrellas son esas que cantan maravillosas cuando el mundo languidece inmerso en una espantosa disonancia?”

Ann Rice

“Todos vivimos en el cieno, pero algunos levantamos los ojos hacia las estrellas.”

Oscar Wilde

“Vos mejor que nadie sabéis lo que me gusta dormir al descubierto. Todo lo que necesito es una manta y el cielo cuajado de estrellas.”

Ana Iturgáiz, del libro Bajo las estrellas

Todavía recuerdo cuando era una niña pequeña y estábamos en Ares, no había cosa que me gustara mas que tumbarme sobre la hierba en las noches de verano junto a mi padre y serenamente contemplar las estrellas; se veían tan claras, diáfanas, hermosas y al mismo tiempo tan lejanas, que podían pasar horas en silencio o hablado poco, algunas cosas acerca de las estrellas. Lo altas y lejanas que estaban esos pequeños puntitos llenos de luz, cuantas habría, me enseño el nombre de muchas y luego, me llevaba a la historia de Abraham y su conversación con el Señor preguntándole si era capaz de contar las estrellas del cielo, entonces me decía ¿tú eres capaz de contarlas?.... Y yo empezaba... una, dos, tres ....ochenta... Hasta que me rendía, luego venia la lección espiritual de cualquier padre cristiano a su hija pequeña.

Ahora que él ya no esta, cuando estoy lejos de las luces de mi ciudad, recuerdo con mucha añoranza y miro a las estrellas y allí en los cielos, veo toda una banda luminosa de estrellas que se extiende de un horizonte a otro, sé bien que es nuestra galaxia.

Según el astrónomo Simon Driver, si tienes una buena vista podrás ver unas cinco mil estrellas. Sin embargo, hay muchísimas más que no se pueden ver a simple vista. En 1995. La sonda espacial Hubble, enviada para realizar un un profundo estudio de campo, concluyó que hay miles y millones de galaxias, cada una con miles y millones de estrellas. Se piensa que hay más de diez estrellas en el universo por cada grano de arena en la Tierra. Aun así nos dice la Palabra de Dios:

“Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.” — Isaías 40: 26

Entonces, ¿podríamos pensar que no es capaz de vernos a cada uno de nosotros y de conocer nuestra situación, problemas, miedos, dolores...? ¡Por supuesto qué si! Todo lo sabe de los suyos “por el poder de su dominio”.

¿Estás viendo estrellas esta noche? ¡Yo sí! A pesar de la niebla y de la lluvia, las veo y las intuyo sobre mi mar y en estos momentos es cuando pienso que mi creador, salvador y redentor, todo lo sabe y cuida de mí. ¿No te gustaría poder decir lo mismo? Pues ven y acércate a la cruz.

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[title]Por un año más[/title]

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