Familia o fe

Elmahdi vive en Casablanca, Marruecos. Antes era un musulmán devoto, pero ahora sigue a Jesús y se enfrenta a un divorcio involuntario. Tiene tres hijos: dos hijas y un hijo, con su ex mujer. Cuando era joven, tuvo la oportunidad de profundizar en las enseñanzas de la Biblia, profundamente conmovido por los mandamientos divinos y la extraordinaria vida de Cristo.

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Su encuentro con el cristianismo, a través de Facebook, marcó un punto de inflexión en su vida. Impulsado por una mezcla de curiosidad y búsqueda de la verdad, Elmahdi buscó respuestas y encontró consuelo en Cristo. Su conversión al cristianismo culminó con su bautismo, que consolidó su fe inquebrantable y su amor por Jesús. 

Cada día que pasa, la devoción de Elmahdi por Jesús sigue fortaleciéndose. Desde 2019, ha participado activamente en el trabajo ministerial en Casablanca. Y a pesar de los desafíos que enfrenta, se mantiene firme en su fe, encontrando consuelo y propósito en su relación con Cristo.

En casa, enfrentó desafíos significativos. Se abstuvo de compartir su nueva fe con su esposa, anticipando su reacción debido a su estricta adhesión al islam, así como a las devotas creencias de su familia. Consciente de que revelar su fe cristiana podría provocar conflictos y presiones familiares, Elmahdi optó por ocultar sus convicciones religiosas.

Cada vez que acudía a la iglesia, inventaba excusas para explicar su ausencia a su esposa, temiendo las sospechas de ella y las posibles acusaciones de infidelidad. Con el tiempo, la tensa dinámica la llevó a estar atenta a lo que hacía y a revisar su teléfono. Finalmente, se topó con mensajes de chat con otros miembros de la iglesia y descubrió material cristiano, como la Biblia e himnos en su dispositivo, y se dio cuenta de que su marido se había convertido al cristianismo.

Le animó a participar en actividades religiosas islámicas, como rezar y ayunar durante el Ramadán, o a asistir a sesiones de lectura del Corán en casa de su hermano. Sin embargo, Elmahdi siempre ponía excusas para evitar estas actividades, provocando así una tensión creciente. 

Finalmente, se enfrentó a él con sus sospechas y Elmahdi tuvo que confesar su fe en Cristo sin negarlo. Aclaró que sus creencias religiosas eran profundamente personales y recalcó que no tenía intención de imponerlas ni de obligarla a convertirse. Le expresó su profundo amor y su deseo de preservar su matrimonio, destacando su importancia como la mujer con la que había elegido pasar su vida. 

Como musulmana tradicional, afirmó que no podía cohabitar bajo el mismo techo con una persona de otra fe y le dio un ultimátum: o se convertía al islam o se divorciaba, y enseguida le contó a su padre los detalles de la conversión de su marido. Así que ambos -esposa y suegro- iniciaron los trámites legales, solicitando el divorcio y la custodia de sus hijos. Según la ley marroquí, la mujer recibe una pensión alimenticia en estos casos y si el marido se convierte a otra religión y no vuelve al islam, el proceso de divorcio sigue adelante en su ausencia. Tras el divorcio, la custodia de los hijos se le da a la madre.

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Sin embargo, la situación de Elmahdi es poco común porque tiene prohibido ver a sus hijos y no puede pasar tiempo con ellos. Esta es su realidad actual. Desde 2022, ha luchado con esta situación increíblemente difícil y veces le atormentan pensamientos de volver al islam debido a su anhelo y cariño por sus hijos y manipulado por el Enemigo. Ha recibido apoyo sustancial y contacto diario de la iglesia a la que se unió en 2019.

No obstante, la fe inquebrantable de Elmahdi, su amor y su confianza en Cristo le sirven de escudo para no sucumbir a estas tentaciones. Aunque las consecuencias son muy duras, comprende que su compromiso con Cristo trasciende sus lazos y responsabilidades familiares. Al seguir el camino de Cristo (Mt. 16:24), reconoce la llamada a renunciar a sus propios deseos, a someterse por completo a la voluntad del Señor y a soportar dificultades por el bien de su fe. Rogamos que ores para que Elmahdi permanezca firme en su fe y pueda reunirse con sus hijos, y para que tenga consuelo y paz en estos difíciles momentos.