Roshan* ha sido rechazado por sus abuelos y vive en la pobreza en la India; todo por la decisión de su madre de seguir a Jesús. Pero ahora tiene un futuro esperanzador.

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Ahora que se acerca la Navidad, este pequeño de Etiopía y su hermano Aarush* tienen mucho que celebrar. Sin embargo, a sus 7 años sigue sufriendo algunas experiencias realmente difíciles para alguien de tan corta edad. No hace mucho, la idea de una escuela y una comunidad cristiana parecía imposible para él. Hasta que surgió una nueva esperanza.

La complicada decisión de su madre

Devi* se crio en un hogar hindú, pero siempre se sintió atraída por el pueblo cristiano vecino. Después de que nacieran Roshan y su hermano, y a pesar de que su marido la abandonó, esta hermana conoció a Dios a través de un misionero itinerante que llegó al pueblo. «Cuando acepté a Cristo, mi vida cambió. Recibí paz e incluso me brillaba la cara. Mis hijos también cambiaron: sus vidas se transformaron».

Devi recuerda aquel momento con alegría, pero también con dolor. Su valiente decisión de seguir a Jesús significaba perder su trabajo y su seguridad económica. Sus suegros ya no la ayudarían ni a ella ni a sus hijos en caso de emergencia. Fue duro, pero Devi sabía que había tomado la decisión correcta.

«Ya no tengo familia en esta tierra, sólo a Jesús», dice. «No hay vuelta atrás. Acepté a Cristo no por la persecución o el bienestar, sino por mis hijos y por la gracia de Dios, para que ellos sean fuertes y mejores personas».

Devi y sus hijos tuvieron que buscar otro hogar, aunque pueblo tras pueblo les impedían quedarse debido a su fe. Finalmente, llegaron a un poblado aislado en medio del bosque y descubrieron que los habitantes también eran creyentes.

Una nueva (y mejor) educación

Al final, todos los niños tienen derecho a aprender, incluso Roshan. Antes, lo único que este pequeño hacía cada día era recoger leña, cargar agua a sus hombros y esperar a que su madre volviera a casa. Ahora, tiene la oportunidad de recibir una educación. «Mi profesor me ha dicho que Jesús me ama, como dice mi madre», cuenta el niño de 7 años.

Se trata del proyecto de las Escuelas Puente. «No puedo permitirme enviarlos a una escuela normal, ¡pero esta escuela le ha dado a mis hijos la oportunidad de estudiar gratis!», celebra Devi con los profesores de este nuevo proyecto. «Estoy muy agradecida a nuestros hermanos que nos ayudaron a construir la Escuela Puente. Y a los profesores, que se desviven por educar correctamente a estos pequeños y hacerles saber que Jesús los ama».

La profesora de Roshan destaca que en esta escuela hay casi 30 alumnos de distintas comunidades y religiones. Según lo que ha visto Aarti*, «desde que empezó la Escuela Puente ha habido muchos cambios en los niños: en su forma de vivir y de hablar entre ellos. Incluso los padres han aprendido a hablar entre ellos y a tener amistades».

Hay una época del año que es más especial para Roshan: la Navidad. «Lo mejor de ir a la escuela es vivir allí la Navidad, para cantar y bailar y celebrar el nacimiento de Jesús juntos», asegura este pequeño hermano en la fe. Aunque los recursos son limitados, las familias celebran esta fiesta a su manera, repartiendo chocolatinas a los niños, cantando villancicos y compartiendo el mensaje de Jesús.

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Una comunidad fuerte pero necesitada

Esta comunidad de cristianos ha marcado una diferencia para esta pequeña familia india, pero el pueblo dista mucho de ser cómodo para vivir; de hecho, estos hermanos viven en una pobreza extrema. «No hay electricidad, ni agua, ni carreteras, ni servicios médicos», señala Devi.

Esta hermana agradece la ayuda recibida hasta ahora. «Para mí, los hermanos que nos apoyan son como instrumentos de Dios y como mensajeros de su amor. Mis hijos han tenido acceso gratuito a la educación, el privilegio de crecer y la oportunidad de construir su futuro».

La esperanza de estos niños no desfallece gracias en parte a la fe de sus padres, pero la necesidad sigue ahí. Por favor, sigue orando y apoyando a jóvenes creyentes tan valientes como Roshan, para que puedan tener educación, comunidad y diversión hoy, y una mejor vida a largo plazo. Juntos podemos ayudar a preparar a la próxima generación de cristianos para seguir a Jesús a pesar del rechazo y la persecución que enfrentan.

Así cambian vidas las Escuelas Puente en India

Las Escuelas Puente suelen impartir clases de refuerzo a niños que estudian en escuelas gubernamentales o de distritos, aunque a veces son la única educación disponible para los niños que asisten. Su objetivo es ofrecer una educación de calidad a niños desfavorecidos o discriminados por su fe cristiana, con el objetivo de reforzar las bases sentadas por el sistema educativo existente.

Se llaman así porque reducen la distancia entre los cristianos y otras confesiones. Estas escuelas no sólo atienden a niños perseguidos por su fe en Dios, sino también a niños de otras confesiones. Los padres y niños de otras confesiones se acercan a las Escuelas Puente porque ofrecen educación gratuita y un espacio donde la armonía comunitaria es una realidad.

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Por ejemplo, en la escuela de Roshan los niños reciben educación básica, además de formación en habilidades sociales y físicas. También hay actividades espirituales, como oraciones y canciones neutrales para todas las comunidades religiosas. Aun así, no se obliga a los niños de otras creencias a participar.

Sin estas Escuelas Puente, los niños desfavorecidos de la India no podrían recibir la educación básica que las escuelas normales a veces no les dan. Sus padres tendrían que gastarse una fortuna en clases de recuperación en otros centros de aprendizaje, donde también podrían ser discriminados por su fe.