“Cuando una persona se convierte de otra religión al cristianismo, empieza a sufrir intimidación y amenazas de muerte”, denuncia el pastor Yohannes*, líder de una iglesia evangélica en Etiopía, un país de mayoría musulmana y ortodoxa. En este ambiente tan hostil para los cristianos, se hace aún más difícil criar a niños en el camino de la fe. Pero Fasil y Ezana* han conseguido aprender más sobre Jesús gracias a la fidelidad de Dios y a la valentía de su familia y su pastor. 

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Su padre, Ermias*, recuerda la situación difícil por la que los gemelos han tenido que pasar. “Incluso en las escuelas a las que iban nuestros hijos había presiones y les marginaban [...] Aunque estuvieran entre los más listos, se negaban a darles las notas que se merecían y les bajaban en los exámenes”. 

Ermias no puede permitirse enviar a sus hijos a un colegio privado donde no les marginen por su fe. Bajo el curso normal de los hechos, ahí acabaría la historia para Fasil y Ezana. Pero esta vez, gracias al apoyo de muchos cristianos alrededor del mundo, el desenlace ha podido ser distinto. 

Una escuela para todos en el nombre de Jesús 

Una de las iniciativas evangélicas desarrollada en Etiopía se llama proyecto Puente. La intención es crear esa unión o puente entre la comunidad cristiana y el barrio, pueblo o ciudad circundante. 

En la ciudad de Fasil y Ezana, uno de estos proyectos es una escuela. No es un centro cristiano propiamente dicho, aunque es propiedad de la iglesia de Yohannes y se utiliza para las necesidades de la iglesia. Pero más allá de eso, esta escuela es un lugar seguro para que los niños cristianos reciban su educación sin importar su fe. 

“Ya no tengo que estar preocupado por la seguridad de mis hijos. Van allí, aprenden y vuelven con la libertad que tanto necesitaban”. Ermias está encantado de que los niños hayan podido crecer académicamente y sacar las buenas notas por las que se esforzaban. A los chicos también les encanta. “Me encanta ir a la escuela, disfruto mucho de jugar con mis amigos”, afirma Fasil. “Mis profesores me enseñan muchas cosas y me encanta aprender”.  

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Aparte de la educación para niños como Fasil y Ezana, la Escuela Puente también se ha convertido en una forma de reflejar la luz de Jesús a toda la aldea. Aunque la mayoría del personal no es cristiano protestante, la escuela ha cambiado la percepción que se tiene del pequeño grupo de creyentes. “Nos ha creado una plataforma para mostrar que Jesús es un Salvador”, afirma Ermias.  

Este amor incondicional ha logrado cambiar la percepción que mucha gente tenía de los cristianos de la aldea. “Después de que se construyera esta escuela en nuestra zona, se produjeron grandes cambios”, asegura Yohannes. “La comunidad empezó a respetar nuestra escuela, y así el odio hacia nosotros fue disminuyendo poco a poco. Además, les gustó el hecho de que ofreciéramos educación gratuita a las familias pobres que no podían permitirse educar a sus hijos. Las familias que solían tirar piedras contra la iglesia han empezado a enviar a sus hijos a esta escuela”. 

Necesidades actuales, futuro incierto 

Eso no quiere decir que todo vaya bien en el pueblo de Fasil y Ezana. Los cristianos siguen siendo una minoría, se les acerca gente a la que no le gustan los protestantes. Además, su alcance educativo es limitado, ya que la escuela a la que asisten es pequeña y sólo abarca unos pocos cursos de primaria. 

La escuela también necesita urgentemente una ampliación. El tamaño de la escuela y las restricciones en los cursos hacen que niños como Fasil y Ezana tengan que volver a la escuela pública al cabo de un par de años. “Si es posible, y si Dios nos ayuda, sería mucho mejor para nuestros hijos continuar su educación en esta escuela”, asegura el padre de los pequeños. “Me preocupa el futuro. Sería una gran bendición que mis hijos siguieran estudiando en esta escuela”. 

Esta situación no es exclusiva de esta aldea de Etiopía. Se ha puesto ya en marcha proyectos puente (que pueden ser una escuela, un pozo, un centro médico u otros servicios comunitarios) alrededor de todo el país, ya que la necesidad es grande. 

Una plataforma para reflejar a Dios 

A pesar de las dificultades, esta Navidad será muy diferente a la de años anteriores. En lugar de esconderse de las piedras que lanzan contra su iglesia, el pastor Yohannes, Ermias, Fasil, Ezana y otros cristianos de la ciudad esperan celebrar el nacimiento de Jesús en paz. 

La familia de estos gemelos Tedesee se acerca a sus vecinos en Navidad para comentarles su significado y la esperanza que ofrece el nacimiento de Jesús. “Algunos de nuestros vecinos eran extremistas, pero ahora, es como si nuestra casa fuera la suya. Las fiestas son una de nuestras plataformas para reflejar el carácter y el amor de Dios”. 

Ermias es consciente de la importancia de la próxima generación de creyentes en Etiopía. “Siempre que estoy compartiendo el Evangelio en estas fechas de vacaciones, me centro en los niños para que puedan entender la Navidad y sepan de qué se trata realmente. Porque ellos son la próxima generación de creyentes que va a hablar sobre Jesús; ellos son los que van a continuar la obra de Dios. Son la esperanza de que la Iglesia continúe, y para eso necesitan entender la luz de Cristo”. 

Está claro que los gemelos ya han asimilado el verdadero significado de la Navidad. “Me alegraría que todos celebraran la Navidad con nosotros”, asegura Fasil. Ezana tiene un deseo navideño aún más simple: “Sería feliz si todos fueran a la escuela conmigo”. 

*Nombres ficticios e imágenes representativas utilizados por motivos de seguridad.