Cuando lleguemos al final del camino

Conozco mi camino. Es recto y estrecho como el filo de una espada”. Mahatma Gandhi.

Quien quiera puede acompañarme: el camino es largo, es doloroso, pero se vive. Clarise Lispector

Esta mañana me levanté temprano y contenta, días antes le había prometido al Señor que me mantendría serena, incluso gozosa ante las dificultades que él permitiera en mi camino hasta llegar hasta su presencia; las ventanas de nuestra salita estaban bien limpias y el sol brillaba de un modo muy especial, algo poco usual en mi tierra; aunque la temperatura en el exterior era tremendamente baja.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]

Pero a pesar de todo, ese sol y nuestro mar, en realidad un océano bravo, bien bravo, lucía de un modo muy especial; así que tomé mi móvil y saqué una foto desde una de las ventanas y me sentí encantada de la vida.

Si ayer fue un día de mucho trabajo, hoy tenía que arreglar muchas cosas que me llevaron tiempo, y siempre con mi mamá al lado; como la mayoría de las mujeres hice miles de cosas a la vez, en ocasiones me parece que el Señor multiplica nuestras manos, nuestros pensamientos y logramos hacer mucho y todo a la vez en la menor cantidad de tiempo posible.

El día seguía frío y precioso; pero no sé de que forma, todo se comenzó a torcer, una y otra vez iba sucediéndose cosa tras cosa y cada una peor que la anterior.

Lo cierto es que yo no podía abrir más mis ojos, mis oídos y mi corazón se estrechaba por momentos con todo lo que estaba sucediendo y todo esto después de haberle prometido a mi Señor que me mantendría serena ante cualquier cosa que sucediera, a fin de cuentas sé demasiado bien que él tiene el absoluto control de todo, y en cada suceso que permite en nuestras vidas existe un propósito especial que, a primera vista, somos incapaces de reconocer.

Quise acostarme lo más pronto posible, serenarme… al día siguiente venía un día muy complicado, pero por más que cerraba los ojos, era imposible poder conciliar el sueño, hasta que mi Señor toco a la puerta de mi corazón con una vieja historia y una temática recurrente en la vida del cristiano.

Entonces me levanté y me puse a escribir…

Primero recordé un viejo himno precioso para mí, y después una vieja historia que en su momento me hizo mucho bien y jamás olvidé.

Se trataba de un matrimonio, que un día señalado salió con una querida amiga a un lugar muy especial para ella.

[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]

La esposa, no entendía absolutamente de a que lugar quería llevarlos aquella querida amiga, todo era una ciudad un tanto sucia, un aeropuerto, suburbios no demasiado apetecibles,… y luego comenzaron a ascender lenta y abruptamente por curvas cerradas y difíciles, y nada parecía tener sentido y menos de ir a un lugar muy especial, ni siquiera el perfil de la costa que iban viendo desde el automóvil.

Cuando llegaron al destino tan deseado y que se les había dicho mil veces que era una auténtica belleza, bajaron del automóvil y pudieron comprender, todo aquello que parecía un auténtico sin sentido, cada tramo del camino recorrido que no tenía la mínima hermosura, se convirtió en un instante en algo espectacular; en un instante,todo comenzó a cobrar valor, y la cuesta empinada, las curvas cerradas, los suburbios, el perfil de la costa, se transformaron en la maravilla prometida.

Cuando vamos a Hebreos 11 y vemos la galería de los héroes de la fe, nos encontramos con hombres y mujeres con vidas llenas de curvas profundamente cerradas; pero eso no los hizo detener, siguieron avanzando hasta llegar a su destino.

Recordando esto, tuve que hacer una pausa y pedirle perdón a mi Señor por mi falta de perspectiva ¿confianza en qué Dios todo lo hace bien y con propósito?¡he de reconocer que sí!

Fue entonces cuando me acordé del conocido y delicioso himno, “Cuando llegue al final del camino”. Ahí todo habrá valido la pena; porque ver a Jesús cara a cara, opacará por completo cualquier obstáculo del camino.

Os lo dejo en la preciosa voz de Lynda Randle. deseando que bendiga vuestras vidas tanto como lo esta haciendo conmigo, cuando regreso a la cama en paz.

“WHEN I GET TO THE END OF THE WAY”