Me pongo navideña

Por Mati Sanchiz

Como cada año por diciembre yo me pongo navideña. Ya sé que están los pro-Navidad y los anti-Navidad. Son legítimas y son respetables todas las opiniones, pero creo que seríamos bastante insensatos si rechazamos sin más los intentos por difundir los mensajes de reconciliación, del llamado a la concordia, de la reunificación familiar, de la generosidad, de la solidaridad. Si dejamos que nos roben los sentimientos de bondad y empatía, creo que la cosa solo puede ir en una dirección, y es a empeorar. 

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Por eso yo le doy la bienvenida a este mes, a estas fechas entrañables, a las felicitaciones por típicas o tópicas que sean, aunque estén llenas de ñoñería y cursilería, y espero que lo estén. Me encanta que las calles se llenen de luz, esa energía que nos tiene que recargar para soportar todo el año con sus amenazantes nubarrones oscuros y tormentosos. Me permito la sobredosis de ternura y busco llenarme de todo lo dulce que nos proporciona la vida; lo siento, es que estoy muy aburrida de la amargura reinante. Veré pelis navideñas hasta el empacho, reiré y lloraré con ellas, y hasta me enamoraré, miré ‘usté’. No gastaré de más, no se demuestra el cariño con grandes comilonas o regalos ostentosos, ni seré miserable o ruin.

Mis demostraciones de afecto serán muy generosas y mi tiempo será muy bien administrado para aquellos que amo. Dejaré que el duende feliz tome los mandos de mis neuronas, aunque no pierda de vista las tragedias que me equilibran. Mis navidades no serán más alegres ni más tristes porque me van faltando seres queridos, porque siguen viviendo en mí y los sé en casita; estas fechas serán tan felices como yo decida que sean, porque el Ser más querido hizo mi vida única. 

Recordaré al más rico hacerse pobre, al mayor hacerse menor, al señor hacerse siervo, a la vida vivir y morir por mí. Me esconderé en sus brazos y me sentiré amada. Sííí, yo es que en estas fechas me pongo muy navideña.

¡Bienvenido diciembre 2022!

Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos. (2 Cor 8:9)

Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. (Is 9:6)

Porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú. (Is 43:1)

Porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor. Esto os servirá de señal: Hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. (Lc 2:10-12)