El efecto Jesús

Jesús es la solución inmediata al desconcierto humano respecto a su destino eterno. También es el verdadero antídoto contra la desesperanza y el vacío existencial de muchísimas personas que lo detectan a tiempo; porque para muchos este síndrome de vacuidad se convierte en el asesino invisible y silencioso del alma humana.

Desgraciadamente no existe tal cosa como el Purgatorio que pueda redimir tardíamente nuestros pecados y maldades personales, que por cierto no son pocas. Dios nos ama y siempre ha tenido un plan maravilloso para nuestra vida presente y para nuestra vida futura en su Mundo Nuevo.

Desde hace cincuenta años vivo instalado en ese plan divino de rescate y de propósito para nuestra vida actual y quiero reconocer públicamente que ha sido y sigue siendo una aventura emocionante y fascinante a la vez, como no te la puedes llegar a imaginar. Jesús es el gran timonel de nuestras vidas. 

Jesús vino al mundo para salvarnos de la condenación eterna y para regalarnos una vida nueva, una vida de plenitud en todos los sentidos más nobles que se puedan llegar a disfrutar. La gran paradoja es su muerte redentora en la cruz a favor nuestro. Para beneficiarnos de ello solo tenemos que reconocer nuestra responsabilidad moral por causa de nuestro pecado personal y seremos perdonados y de facto pasaremos a formar parte de la familia eterna de Dios

Cuando Jesús dice "El que cree en mí, de su interior correrán ríos de agua viva", nos sugiere una intensa vida interior. Los ríos nos hablan de paz, de fuerza y de cauces que atraviesan todo tipo de paisajes y territorios inhóspitos. Cuando Jesús esta en tu vida y se convierte en el Rey de tu alma, puedes escuchar el sonido de su voz  y el fluir de su Vida a través de esos ríos interiores que son impulsados por las turbinas del Espíritu Santo produciendo corrientes de vida en tu espíritu.

No se trata de escucharte a ti mismo/a, porque hemos de reconocer que gran parte del día lo pasamos hablando con nosotros mismos mentalmente y esto en el peor de los casos, podría  llegar a tener efectos neuróticos. Definitivamente Jesús es capaz de hacerte auténticamente libre de la tristeza y de tu ensimismamiento mental. Jesús puede y quiere darle un nuevo efecto a tu vida, para que vayas en una nueva dirección y hacia un nuevo destino final que es la Casa del Padre nuestra morada eterna.