Un nuevo encuentro con Dios

“La gracia de Dios tiene consigo algo que empapa.”

Max Lucado

“En la medida en que permanezcan en Cristo tendrán una confianza más firme, un gozo más rico, una mayor estabilidad, más comunión con Jesús, y un deleite mayor en el Señor su Dios”.

Charles Spurgeon

Nunca podré olvidar una noche, en una velada del retiro de mujeres en Galicia, REMUGA, les tocaba el turno a las mujeres de la iglesia en Villar, y después de que las unas y las otras habíamos hecho de todo; las unas con gracia, las otras con conocimiento de causa y cada una a su estilo, salieron al frente con una preciosa sonrisa y sin el más mínimo miedo o reparo; más bien una sonrisa que encandilaba, tres ancianas…. Lina, Adelina y la inolvidable Ruth, apoyada en su bastón y hablando como sólo ella sabía hacerlo, superó los 100 años y dejó un legado de preciosa vida con el Señor que jamás podremos olvidar todos aquellos que la hemos conocido. Cuando cumplió 100 años, le hice una entrevista en este mismo Magacín ¡Y por teléfono! Fue un encanto y algo inolvidable para mí, de modo que Ruth presentó, y las demás callaban y sonreían; todas quedamos extasiadas. Lo único que hicieron, ¿lo único?… fue cantar una preciosa canción que yo no conocía:

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En este día feliz, en este santo lugar,

quiero tener un encuentro con Dios;

si su amor es real y se puede gozar,

quiero tener un encuentro con Dios.

Quiero tener un encuentro con Dios,

en este santo lugar de oración;

quiero oírle hablar y a sus pies adorar,

quiero tener un encuentro con Dios.

Cuando dijiste: buscad con todo el alma mi faz,

entonces mi corazón dijo así:

yo tu faz buscaré y te pido con fe,

Señor, no escondas tu rostro de mí.

Cuando terminaron, había lágrimas en los ojos de todas, tres mujeres que conocían a su Dos y le siguieron sirviéndole hasta el final, dejando una estela inolvidable. Llevo días pensando en otro encuentro con Dios que tuvieron dos discípulos, pero un encuentro muy diferente. Aquellas mujeres anhelaban un encuentro más de tantos como habrán experimentado a lo largo de su dilatada vida, estos otros dos, estaban demasiado perdidos, caminaron mucho trecho al lado del Jesús resucitado, lamentándose por todo lo ocurrido… lo tenían al lado e iban hablando con él de lo acontecido, pero era como si sus ojos estuvieran completamente velados. Le doy vueltas y más vueltas a todo este tema, y sólo quiero repetir lo que cantaban aquellas benditas mujeres…. ¡Quiero tener un encuentro con Dios! Pero en mi caso, uno nuevo, uno más de tantos… Aquellos dos discípulos tuvieron un encuentro especial y puntual; el creyente fiel, lo tiene de continuo y reconoce su voz entre miles; pero hoy, quiero que sea tan especial que toque mi vida y me transforme por completo. Todos sabemos de quien estamos escribiendo, de los dos discípulos del camino de Emaús. Encontramos el relato bíblico en Lucas 24 y vamos a entresacar algunas lecciones para nuestras vidas:

1ª - Los discípulos, por si solos, tal vez lo hubieran pasado por alto, lo habrían ignorado, y hubieran perdido la oportunidad de encontrarse con Jesús, de estar en la presencia de Dios. Pero las buenas nuevas son que Dios, en su gracia divina, actúa primero, viene a nosotros, nos encuentra donde estamos, quiere caminar con nosotros. Creo firmemente que esta es la principal lección que podemos sacar del relato bíblico de este encuentro, creo sinceramente que no casual.

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2º -  La fe viene por el testimonio del Espíritu Santo a nuestra alma, de Espíritu a espíritu, al escuchar o leer la palabra de Dios, y la fe madura al seguir deleitándonos en la Palabra.

3º-  Este pasaje nos muestra a dos seguidores de Cristo que han perdido el rumbo en su vida. Habían seguido a Cristo con gran ilusión, pero después de ver al Maestro crucificado viene el desánimo, todas sus esperanzas se habían esfumado, dejando vacío su corazón.

4º-  Jesús hizo como que iba más lejos, actuó como si fuera a continuar caminando más lejos, porque no quería forzar su compañía con estos discípulos. Él muestra que a pesar de que ellos no sabían que era Jesús en medio de ellos, sabían que querían pasar tanto tiempo como pudieran con este hombre. 

5º-  Entonces les fueron abiertos los ojos y le reconocieron: ¿Qué fue lo que les mostró para que vieran quien era Jesús? Podría haber sido la forma familiar en que él partió el pan y bendijo a Dios por ello. Tal vez fue entonces cuando se dieron cuenta de sus muñecas y manos cicatrizadas por los clavos. Cualquiera que sea la razón hacia el exterior, fue sólo porque sus ojos ya no estaban sujetos a lo que eran antes.

6º-  Incluso cuando no sabían que era Jesús, aún cuando ellos no creían que había resucitado de entre los muertos, su corazón aún ardía por el ministerio de la Palabra de Jesús, la Palabra de Dios tiene ese poder.

7º- Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: Jesús actúa como si dijese...  ¡os lo dije! Para ayudar a sus discípulos a tomar todo, les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras.

Después de haber considerado brevemente algunas cosas sobre algo tan precioso y con una enseñanza profunda para mí, vuelvo a repetir como escribí al principio:

¡¡Quiero tener un encuentro con Dios!! Pero en mi caso, uno nuevo, uno más de tantos, pero distinto a la vez; quiero que todo mi ser se renueve, necesito ver a mi Señor con una claridad meridiana, escuchar su voz susurrándome al oído, cuánto me ama, cuánto le costó mi salvación, quiero empaparme de su gracia y de la Palabra revelada y tomar un nuevo y gran impulso en mi vida con él y en mi ministerio para gloria de su Nombre.