21 Olimpiada Evangélica de Galicia

“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado”.

1ª Corintios 9:24-27

“Vamos a llegar, vamos a vencer. Tienes un equipo, no te pueden detener…” 

Parte de la canción lema de las Olimpiadas Evangélicas de Galicia

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Conozco a Esther Rodríguez, Directora de la Liga de Testamento de Bolsillo en España, fundadora y directora de las Olimpiadas Evangélicas, hace muchísimo tiempo; juntas hemos compartido el pan y la sal, púlpito para predicar, y podría contar muchas cosas buenas de una mujer de Dios que ha pagado precios caros por ser fiel a su Señor y otras tantas acerca de una mujer muy especial.

Hace 34 años que comenzaron las Olimpiadas Evangélicas en Barcelona, como el sueño cumplido, un sueño que nació en el corazón de una mujer valiente y venido del Señor, y siempre contando con un equipo del que la mayoría sigue hasta el día de hoy, se lanzó en Nombre de su Señor. Todo aquello causó una increíble ilusión, impacto, felicidad... y a pesar del trabajo inmenso que supone organizar un evento tan especial, llega hasta hoy en día. 

Unos años más tarde, comenzó lo mismo en Madrid, y hace 23 años, también por un sueño que el Señor puso en el corazón de mi esposo, Tim F. Woodford, comenzaron las Olimpiadas Evangélicas en Galicia, y desde entonces, excepto dos años, a causa de la pandemia, se viene celebrando en La Coruña.

Podría contar tantas anécdotas, vivencias y alegrías la inmensa mayoría de las veces... Casi siempre en junio, un mes que es un tanto complicado en esta tierra, siempre con el corazón en vilo a causa del tiempo meteorológico.

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Va incluido un vídeo de 5 minutos hecho con mucho viento y muy natural, donde Esther nos explica como van las Olimpiadas, un poquito.

Lo cierto es que este año, fue muy inusual, no hemos salido todavía de la pandemia, por mucho que hayan mejorado las cosas, todo el tema de la privacidad, a la hora de compartir, es un tema extremadamente delicado, perdiendo fotos inmensamente bellas de niños y adolescentes corriendo, saltando, haciendo preciosos relevos… la alabanza y muchísimas otras cosas importantes.

Una Olimpiada no es solo el día en el que todos la disfrutamos y muchos la trabajamos, son mucho antes…  la organización, los papeleos, las camisetas, el ir y venir al lugar muchas veces antes, el recuento de medallas y copas sin cometer errores, y colocar medallas y medallas hasta la extenuación.

Siempre tenemos alabanza en la tarde, normalmente siempre se hace una entrevista, con algún deportista de renombre creyente, algún chico que pasó todos los años y hoy es deportista profesional, alguien que conoció al Señor en profundidad participando de este precioso evento... Y tenemos una canción lema que canta alguien y se anima a cantar y palmear al público… El precioso desfile, el pebetero en el  que hoy ya no está permitido encender con fuego….. algunas de estas cosas, este año no hemos podido hacerlas, o han tenido que ser hechas de manera más suave… ¡Pero cuantos preciosos recuerdos y también ilusiones y agradecimiento al Señor! Todas las predicciones daban lluvia, y a pesar del viento de esta ciudad, salió el sol en todo momento, y unos cuantos de los que estábamos abajo llegamos a nuestras casas… quemados, literalmente quemados, a pesar de la protección solar.

Este año ha tenido que ser distinto por motivos obvios… nuestra casa llena con todo el equipo que llegaba, el… ¡qué no falte la empanada! La despedida con todos celebrando del modo que fuese y agradeciendo al Señor por su fidelidad…..  

Todo fue lo mejor del mundo, dado un año especial y diferente por los motivos dichos anteriormente; y aunque los que hemos estado desde el principio, echamos algunas cosas en falta, lo hemos disfrutado todos a tope, esperando volver a la preciosa normalidad, si el Señor lo permite. Por cierto, el equipo campeón ha sido la Iglesia de Lugo a cargo del pastor Marcos Zapata, la subcampeona…  la Iglesia unida de Vigo y…. yo sabía que daba muchas medallas a una Iglesia con la cinta roja y no me lo podía creer mucho, no eran demasiados niños, y hubo poco tiempo para entrenar….. fue la nuestra... Iglesia “El camino” en La Coruña. 

El domingo en la mañana pudimos disfrutar de la entrega de diplomas, la mascota fue descubierta, era un chico de nuestra Iglesia. Y tantas cosas hermosas que junto a, incluso el recuerdo de amadas personas que ya están con el Señor, vemos subir a las nuevas generaciones, y ha sido un gozo inmenso el retomar algo tan precioso para la Gloria de nuestro Dios y la extensión de su Reino.