Muévete

Estamos en constante movimiento, si no es en una dirección es en otra. Navegamos sin parar surcando mares, a veces la pleamar nos arrastra, nos inunda, mientras en calma chicha se detiene el tiempo sin parar las horas del reloj que sigue avanzando. Escalamos montañas de dificultades a diario, volamos en círculos por encima de nuestros pequeños y grandes sucesos cotidianos. Bailamos al ritmo que nos pauta un mundo vencido por los desastres.

En ocasiones nos mueven sentimientos bellos y nuestra mirada regala ternura, en otras nos empujan emociones oscuras que no deseamos tener, e intentamos detener la erupción volcánica que amenaza con explotar, con éxito o sin él. El que decide odiar, seguirá odiando, el que aborrece, seguirá aborreciendo, el fariseo seguirá falseando, el inconstante se seguirá rindiendo, el de doble ánimo seguirá prometiendo en falso, el agresivo seguirá embistiendo. Quizá algún día se pueda cambiar de rumbo, y pienso que si algunos hemos podido cambiar, en algún momento, una dirección equivocada, esa misma oportunidad se les presenta a todos.

Hay otra dirección en la cual moverse. Y llega el momento de decidir el nuevo recorrido. Que nos mueva la sensibilidad, la dignidad, el amor. Que nos mueva la patera arrastrada por la desesperación, la tripita hinchada de un niño de negra mirada profunda, el hambre de los mundos que trae desolación, la tierra resquebrajada por la pavorosa sequía pertinaz, que nos movilice el grito silencioso del bebé nonato silenciado sin derechos, que nos remueva el dolor de una mujer avocada a cometer una agresión atroz a su propia sangre, que nos mueva una injusta ley que nos denigra, que nos mueva la justicia justa. Que nos mantenga en movimiento la discapacidad del que no puede, la inmovilidad del anciano, del enfermo, del impedido, del más frágil. Que nos mueva la vida, la empatía, la solidaridad, la igualdad de oportunidades, que se vuelvan a despertar los grandes ideales y nos muevan sin parar. No nos queda otra que movernos, mientras hay vida el viaje continúa, seguimos en movimiento, solo nos resta decidir la ruta. Y aquí dejo mi invitación, decide tu itinerario y muévete.

Mati Sanchiz Rodríguez

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(Jesús dijo) Siempre tendréis a los pobres con vosotros, y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis. (Mr. 14: 7)