Su muerte vicaria nos redime de la esclavitud moral del pecado y nos otorga libertad para poder vivir una vida nueva.
La muerte de Jesucristo en el monte Calvario viene a ser la gran paradoja divina para la redención de la humanidad.
[ads_google]div-gpt-ad-1623832500134-0[/ads_google]
El hecho de la muerte de Jesús en la cruz se convierte en una ofensa para la razón humana porque la cruz supone una locura para quienes se pierden, porque la muerte de una víctima humana para salvar a la humanidad es inconcebible para el hombre y la mujer contemporáneos, siendo lo más asombroso de todo que quien tenía que morir era nada más y nada menos que el mismo Hijo de Dios, éste es el Dios que se hizo hombre por amor a nosotros.
Uno de los reproches más frecuentes contra la fe cristiana es la de admitir una experiencia salvacionista como si ésta fuera una especie de escapismo o huida de las realidades humanas, o también por su tremendismo religioso.
Los días de la llamada semana de la pasión de Jesucristo son enormemente llamativos, además de dramáticos, por su exacto cumplimiento profético, predicho por las Sagradas Escrituras cientos de años antes de que sucedieran los hechos.
Pero lo que no deja de impresionarnos después de tantos años y de tantas versiones realizadas en el cine en el arte y en la literatura es el hecho de la crucifixión en sí misma.
El Hijo de Dios agonizaba lentamente y, mientras tanto, a su alrededor se producían efectos especialmente llamativos como fue el súbito rasgado del velo del templo de Jerusalén, el terremoto en el preciso momento del óbito y la gran oscuridad que se produjo en aquellos momentos; era como si la misma creación rugiera de dolor por la muerte del Salvador del mundo.
El efecto soteriológico de la muerte de Cristo en la cruz tiene un alcance cósmico, además de redentor: “Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y cargó con nuestros dolores; (…) mas Él fue herido por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades. El castigo por nuestra paz cayó sobre Él, y por sus heridas hemos sido sanados” (Isaías 53:4-5).
Jesús también triunfó sobre los poderes de las tinieblas en la cruz, destruyendo el infernal poderío satánico al que estaba sometida toda la humanidad (Colosenses 2:15, 20).
Su muerte vicaria nos redime de la esclavitud moral del pecado y nos otorga libertad para poder vivir una vida nueva y plena aquí en la tierra y, ante todo, nos concede el impagable don de la vida eterna.
Son muchos los beneficios actuales y eternales de la muerte de Jesucristo a nuestro favor. Y este hecho solo tiene una única explicación, el gran amor de Dios hacia todos nosotros, porque cuando aún éramos débiles, Cristo murió por nosotros. ¡Bendito sea su Nombre!
[ads_google]div-gpt-ad-1623832402041-0[/ads_google]
Por ello, quiero invitarte a que celebres conmigo el triunfo del crucificado sobre aquella maldita cruz que, por momentos, se convirtió en el símbolo de bendición más grande de todos los tiempos.
Jesús sufrió la cruz hasta las últimas consecuencias y, tal como estaba escrito, al tercer día resucitó de entre los muertos y vive para siempre, ¡amén, aleluya!
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o