Herramientas para videoconferencia (2): Rompehielos online

Vamos a continuar con el mismo apartado de la semana anterior, pero entrando en detalles más prácticos todavía.

En toda esta situación ocasionada por el COVID-19, hay algo que me ha hecho meditar profundamente sobre nuestra actitud como hijos de Dios y, en conjunto, como la Iglesia del Señor.

Me da la impresión de que, para muchos cristianos, especialmente líderes, toda esta situación se percibe como un terrible obstáculo para la iglesia. He visto mensajes en redes sociales que casi demostraban una desesperación e incluso parecían epitafios para la vida congregacional. Estoy plenamente convencido de que si autores como Spurgeon o Chambers hubieran vivido esta situación, escribirían meditaciones en duros términos sobre la falta de fe, de visión y, sobre todo, de comprensión de quién es el Señor nuestro Dios todopoderoso.

¿Por qué digo esto? Porque es evidente que a Dios no se le escapa nada. Él permite situaciones de dificultad para que su Iglesia se desarrolle de maneras que sus hijos jamás habrían imaginado. De hecho, un sencillo análisis histórico demuestra que la Iglesia crece mucho más en tiempos de crisis y persecución que en épocas de bonanza. Estoy plenamente convencido de que Dios quiere que su Iglesia (recordemos que es suya, y no nuestra) crezca no a pesar de, sino a través de, o incluso gracias a, la crisis del COVID-19.

¿Quién puede ofrecer amor, gozo, paz, paciencia, amabilidad, bondad, mansedumbre fe y dominio propio sino aquellos en quienes mora el Espíritu Santo del Señor? Es en épocas de crisis como la actual cuando las personas se plantean más cuestiones sobre su existencia y cuando el testimonio cristiano puede tener un mayor impacto sobre los corazones de aquellos que nos rodean.

Es por ello que el objetivo de estos artículos no es solo proveer información para las iglesias que quieren desarrollar actividades haciendo uso de herramientas online, sino, sobre todo, animar a que cada creyente individual y cada iglesia local se planteen cuál es el llamamiento del Señor para estos tiempos.

Dentro de toda esta serie, quizá las herramientas de videoconferencia sean unas de las que más opciones pueden ofrecer para desarrollar actividades congregacionales y encuentros de diferentes tipos.

En el artículo anterior, estuvimos viendo de manera general el programa que más ha incrementado su uso durante estos meses de pandemia, es decir, Zoom.

Y, de entre las muchas opciones de encuentros online que podemos organizar, vamos a tratar de los grupos de hogar, células, grupos pequeños o cualquier otro nombre que quiera dársele a este tipo de ministerio.

Dependiendo del lugar y de las reglas de restricción que haya en cada momento, una opción para mantener la vida de iglesia son los grupos pequeños. En determinados momentos, se pueden seguir realizando encuentros presenciales, sobre todo en hogares. De hecho, estamos trabajando también en informaciones para ayudar a las iglesias que quieran hacer uso de los grupos de hogar como opción ministerial. Recomiendo, para todos aquellos que tengan interés, que visiten la sección que desarrollamos sobre este tema:

https://www.protestantedigital.com/magacins/885/grupos-de-hogar

También se pueden encontrar instrucciones, materiales y explicaciones en www.diakonos.es.

En cualquier caso, cuando las reuniones de grupos pequeños se pueden realizar de forma presencial, es lo ideal. Pero vamos a dar ahora algunos consejos para cuando no existe la opción de encontrarnos en persona debido a las diversas restricciones que se pueden establecer en determinados momentos y lugares.

Los participantes deben ser conscientes de que las opciones online van a tener algunas limitaciones, lo cual no significa que no se puedan buscar alternativas para llegar a disfrutar de preciosos momentos de comunión, alabanza, edificación y evangelismo.

Para seguir un orden similar al que proponemos en nuestro modelo de grupos de hogar, el primer punto (o la primera «E») de las reuniones es el «Encuentro». La importancia de este momento va más allá de «echar unas risas» o hacer un juego banal sin ningún objetivo. Cuando los participantes llegan al grupo, necesitan «desconectar» de todo lo que les ha pasado durante la semana y, sobre todo, en ese mismo día. Las conversaciones que suceden cuando los participantes llegan a la reunión no sustituyen al rompehielos. Si una persona viene con el corazón cargado, esas conversaciones no van a ser suficientes. Es necesario un rompehielos que distraiga a las personas y las «aleje» de todo lo anterior. Por ello, lo ideal son juegos divertidos en los que todos participen. No tienen por qué implicar contenidos espirituales. Se trata de simples juegos para distraer a las personas.

En ocasiones, y esto es algo que se puede realizar tanto en los encuentros presenciales como en los online, una buena opción de rompehielos son preguntas de información personal no comprometida. Suelen funcionar muy bien las preguntas sobre asuntos de la infancia tales como: «¿Cuál era tu profesor preferido y por qué?» «¿Cuál era tu cena favorita cuando eras niño?» «¿Qué querías ser de mayor?». Preguntas de ese tipo u otras que el líder pueda preparar en base a lo que conoce de las personas de su grupo ayudarán a que todos se relajen, se conozcan un poco más y se olviden de las cargas que traían a la reunión. También pueden ser preguntas más graciosas como: «¿Pasaste vergüenza en algún momento? Describe qué sucedió». Es importante que el líder promueva la participación de todos los asistentes, y esta es una opción que funciona perfectamente también en encuentros online.

No obstante, las dinámicas de rompehielos que mejor funcionan casi siempre son juegos y actividades que distraigan más todavía. Vamos a dar algunos ejemplos que se pueden usar perfectamente a través de Zoom. Para muchas de las dinámicas, serán muy útiles las opciones de compartir pantalla y el chat escrito.

1. Adivina el lugar (preferible el uso de ordenador por parte del coordinador)

Previamente a la reunión, el coordinador del juego puede tener preparada en su ordenador una carpeta con imágenes de diferentes lugares del mundo. Pueden ser más fáciles de identificar o más difíciles, queda al criterio del organizador de la dinámica. Se divide al grupo en equipos. El coordinador activa la opción de compartir pantalla y muestra la primera imagen. El equipo 1 puede hablar sobre ella, opinar, etc., y tendrán un plazo de tiempo determinado (30 segundos, por ejemplo) tras el cual, un responsable del equipo escribirá la respuesta en el chat pero en modo privado para el coordinador del juego. De esa forma, el coordinador verá la respuesta del equipo 1, pero el resto de participantes no la verán (aunque habrán oído las conversaciones). El coordinador dirá si se ha acertado o no (no necesita revelar la respuesta). Se pueden dar opciones de rebote para que los otros equipos puedan responder, etc. El coordinador establecerá una cantidad de puntos para cada respuesta o para cada rebote, y dará la victoria en base al criterio que considere oportuno (el primer equipo que alcance X puntos, o el que tenga más al terminar todas las imágenes, etc.). Si el coordinador dispone de un plan de pago de Zoom, puede incluso crear salas separadas para que los miembros de cada equipo puedan interactuar entre sí de manera más privada.

2. Adivina la canción

Este juego se puede realizar también por equipos o de manera individual. Recordemos que en este tipo de encuentros online, habrá personas que tal vez compartan un mismo dispositivo (hermanos, parejas, etc.), así que, se pueden escoger diferentes opciones en este sentido. El coordinador hará sonar una canción durante, por ejemplo, 5 o 10 segundos. Puede escoger un fragmento muy representativo de la canción o ponérselo más difícil a los participantes eligiendo trozos más difíciles de identificar. Los participantes deberán enviar por chat privado sus respuestas al coordinador. Si hubiera algún acertante (o varios), el coordinador les dará X puntos por sus aciertos. Si no, el coordinador hará sonar la canción durante más segundos, y los participantes volverán a enviar sus respuestas. En esta segunda vez, los aciertos pueden valer menos puntos, por ejemplo.

3. Mi camiseta preferida

Antes del encuentro, el coordinador habrá pedido a cada participante que se vista con su camiseta preferida (o que la lleve para mostrarla). Por turnos, cada participante enseñará la camiseta y explicará lo que la hace especial. Evidentemente, esto mismo se puede aplicar a otros objetos.

4. Adivina la película (preferible el uso de ordenador por parte del coordinador)

Previamente a la reunión, el coordinador del juego habrá preparado en su ordenador fragmentos de algunas películas. También se puede hacer con fotogramas estáticos (imágenes) de alguna escena muy representativa o incluso con vídeos de Youtube siempre que no se vea el título de la película. Mediante la opción de compartir pantalla, el coordinador enseñará la pista a los participantes, que tendrán que adivinarla. Como en los otros casos, se puede jugar por equipos o de manera individual. También se puede hacer con fragmentos de audio representativos (alguna frase muy conocida, por ejemplo).

5. Frases famosas (preferible el uso de ordenador por parte del coordinador)

Previamente a la reunión, el coordinador del juego habrá preparado en su ordenador una presentación sencilla con frases célebres. Los participantes deberán acertar el autor de dichas frases siguiendo cualquiera de las dinámicas de juego explicadas anteriormente. El coordinador puede hacer el juego más dinámico aportando pistas que se irán revelando a medida que transcurra una cierta cantidad de tiempo. Por ejemplo, imaginemos que la frase colocada es: «Solo sé que no sé nada». Pasados unos ciertos segundos, el coordinador puede mostrar una pista debajo de la frase. La primera pista puede ser «Siglo V a.C.». La segunda pista puede ser «Grecia». La tercera y última pista puede ser «S _ _ _ _ _ _ S». Cuantas más pistas sean necesarias, menor será la cantidad de puntos obtenidos.

Estos son solo 5 ejemplos de dinámicas que se pueden preparar y realizar perfectamente usando herramientas online como Zoom. Algunas cuestiones que se pueden tener en cuenta en todos los casos son:

1. En la medida lo posible, el coordinador tendrá muchas más opciones si usa un ordenador para coordinar el rompehielos.


2. Si el coordinador dispone de un plan de pago de Zoom, podrá acceder a opciones como las salas virtuales, lo cual permitirá mucha más interacción entre equipos, etcétera. De todas formas, en ningún caso esto es imprescindible.


3. Las opciones del chat (ver imagen inferior) son muy útiles, pero es importante que todos los participantes sepan usarlas. El coordinador del rompehielos puede incluso enviar archivos a través de esta opción. Estas opciones se encuentran en la parte inferior del chat escrito donde también se puede escoger si lo que se escribe va destinado a todo el grupo o solo a un participante concreto. Esto da muchísimo juego a la hora de la interactividad o de que determinadas respuestas sean enviadas solo al coordinador del juego, etcétera.
   
   
   



4. Si el coordinador tiene una cierta facilidad con las herramientas informáticas tales como programas de presentaciones, vídeo, música, etc., las opciones para preparar este tipo de dinámicas aumentan muchísimo, porque se puede disponer de vídeos, imágenes, sonidos, música, y un sinfín de contenidos para los juegos.


5. Si todos los participantes son creyentes, también se pueden realizar dinámicas de este tipo pero con temática bíblica: Lugares, personajes, versículos, etcétera.

Como siempre, la imaginación y, sobre todo, la dedicación del coordinador a la hora de preparar las dinámicas, serán la clave para que el rompehielos cumpla con su función de divertir y distraer a los participantes. La lista de dinámicas que podríamos incluir aquí es prácticamente interminable, así que, queremos animar a todos los organizadores de estos encuentros a que experimenten y dediquen el tiempo necesario para que los participantes obtengan una experiencia lo más divertida posible.

En el próximo artículo, abordaremos opciones para la segunda «E» de las reuniones, que es la «Exaltación» o alabanza.

(Algunas de estas informaciones, así como materiales de apoyo y otras herramientas, están disponibles en www.diakonos.es. Para más información, pueden entrar en contacto con [email protected].)