La Santa cena recoge y resume toda la fe cristiana.
¿Qué es lo que estamos haciendo cuando celebramos la Santa cena y por qué es tan importante? En este breve ensayo me gustaría sugerir que en la Santa cena estamos declarando tres verdades teológicas sobre el pasado, presente y futuro, y que estas verdades están relacionadas con las tres virtudes cristianas más importantes: la fe, la esperanza y el amor. En resumen, la Santa cena recoge y resume toda la fe cristiana. Para mostrar estas tres perspectivas, voy a usar el texto más leído en nuestras iglesias sobre la Santa cena: 1 Corintios 11:17–34.
Para empezar, cuando celebramos la Santa cena, estamos afirmando algo sobre el pasado: que la en muerte de Jesús encontramos nuestra vida. Esta es la afirmación clave del cristianismo, es decir, que Jesús fue condenado en nuestro lugar para restaurar nuestra relación con el Padre. Los versículos 24 y 25 aluden a esta realidad cuando Pablo cita las palabras de Jesús que su cuerpo es “por vosotros” y que su sangre es el “nuevo pacto”, y cuando dice que por comer el pan y beber la copa, “la muerte del Señor anunciáis”. Por tanto, una perspectiva que deberíamos tener al celebrar la Santa cena es hacia el pasado: recordando lo que hizo el Hijo por nosotros.
Segundo, cuando celebramos la Santa cena, estamos afirmando algo sobre el presente: que somos uno y que deberíamos vivir así. No se suelen leer los versículos 17–22 y 33–34, pero realmente estos versículos son los que nos da el contexto de los versículos “famosos” de la Santa cena. ¿Qué se encuentra en estos pasajes? Leemos que había divisiones en la iglesia de Corinto (vv. 18–19), que las divisiones estaban basadas en factores socio económicos (vv. 21–22) y que el remedio fue esperarse unos a otros (vv. 33–34), que era la manifestación de amor más apropiada para esa situación en concreto. Pablo hace referencia a los hechos y palabras de Jesús, porque conllevaban implicaciones teológicas y prácticas: si solo había un pan y una copa, entonces deberíamos celebrar la cena juntos, porque somos una sola familia, y no muchas. Creo también que se entienden mejor los versículos 27–32 cuando se leen a esta luz: comer y beber “indignamente”, no “discernir el cuerpo del Señor” y el tema de examinarse tienen más que ver con nuestras relaciones horizontales que con nuestra relación vertical con el Señor (aunque obviamente no se pueden separar por completo). Por tanto, otra perspectiva que deberíamos tener al celebrar la Santa cena es hacia el presente: recordando que somos un cuerpo y familia.
Por último, cuando celebramos la Santa cena, estamos afirmando algo sobre el futuro: que Jesús volverá algún día. En la última parte del versículo 26, encontramos la frase “hasta que él venga”. En otras palabras, la Santa cena no es solamente un recuerdo de su primera venida, sino también el recuerdo de su segunda. Curiosamente, la Santa cena es, en cierta manera, una anticipación de lo que haremos con Cristo en el nuevo cielo y tierra. Según Lucas 22:15–18, Cristo volverá a comer la Santa cena con su novia, la Iglesia (cf. Apoc 21:2). Comer en la presencia del Señor es un tema importante en las Escrituras, y el gran banquete de boda en el nuevo cielo y tierra es la gran esperanza del su pueblo. Por tanto, la última perspectiva que deberíamos tener al celebrar la Santa cena es hacia el futuro: anhelando que Cristo venga, ¡y que sea pronto!
Hemos dicho que la perspectiva del pasado habla de lo que Cristo hizo por nosotros, la del presente del plano horizontal y la del futuro de la segunda venida de Cristo. Esto en sí es importante, pero creo que es posible dar un paso más y demostrar que la Santa cena se puede ver como un resumen de las tres virtudes cristianas más importantes: la fe, la esperanza y el amor.
La obra de Cristo en la cruz es la base de nuestra fe: el Padre reconcilia el mundo consigo mismo por el Hijo, y se efectúa por el envío del Espíritu Santo. Por tanto, la mirada hacia el pasado evoca la fe.
Su ejemplo en la cruz -dar de sí mismo por el bien del otro- se convierte en la base de la ética cristiana. El amor -en todas sus manifestaciones- es el resumen de la ética cristiana, y es el único remedio para las divisiones en la iglesia. Por tanto, la mirada hacia el presente evoca el amor.
La segunda venida de Cristo es la base de nuestra esperanza. A través de la Santa cena, estamos declarando que, aunque nuestro Rey fue crucificado, también fue resucitado, ascendió a los cielos donde reina con el Padre y volverá algún día para reinar en plenitud. Por tanto, la mirada hacia el futuro evoca la esperanza.
La Santa cena -cuando va acompañado por la Palabra, obviamente- se encuentra en el corazón de la vida cristiana. En este acto, se unen el pasado, el presente y el futuro, y se manifiestan la fe, la esperanza y el amor. Si tu experiencia de la Santa cena ha sido insatisfactoria, te invito a meditar en la profundidad de lo que se ha expuesto arriba, y a seguir indagando para encontrar más joyas aun no descubiertas.
La conmemoración de la Reforma, las tensiones en torno a la interpretación bíblica de la sexualidad o el crecimiento de las iglesias en Asia o África son algunos de los temas de la década que analizamos.
Estudiamos el fenómeno de la luz partiendo de varios detalles del milagro de la vista en Marcos 8:24, en el que Jesús nos ayuda a comprender nuestra necesidad de ver la realidad claramente.
Causas del triunfo de Boris Johnson y del Brexit; y sus consecuencias para la Unión Europea y la agenda globalista. Una entrevista a César Vidal.
Analizamos las noticias más relevantes de la semana.
Algunas imágenes del primer congreso protestante sobre ministerios con la infancia y la familia, celebrado en Madrid.
Algunas fotos de la entrega del Premio Jorge Borrow 2019 y de este encuentro de referencia, celebrado el sábado en la Facultad de Filología y en el Ayuntamiento de Salamanca. Fotos de MGala.
Instantáneas del fin de semana de la Alianza Evangélica Española en Murcia, donde se desarrolló el programa con el lema ‘El poder transformador de lo pequeño’.
José era alguien de una gran lealtad, la cual demostró con su actitud y acciones.
Celebración de Navidad evangélica, desde la Iglesia Evangélica Bautista Buen Pastor, en Madrid.
Madrid acoge el min19, donde ministerios evangélicos de toda España conversan sobre los desafíos de la infancia en el mundo actual.
Las opiniones vertidas por nuestros colaboradores se realizan a nivel personal, pudiendo coincidir o no con la postura de la dirección de Protestante Digital.
Si quieres comentar o