Mientras unos quieren construir muros…

Durante esta semana pasada se ha encrudecido el debate político en EEUU sobre “el muro” en la frontera con México, la solución propuesta por el presidente Trump para tratar con el tema migratorio.

Siendo que el congreso no le ha dado el presupuesto que pide, el presidente ha rehusado firmar cualquier propuesta presupuestaria que no incluya dinero para dicho muro. Esto implica que un buen porcentaje de los trabajadores federales tienen ya casi tres semanas sin trabajo o trabajando sin salario.

El muro fue el lema de campaña del presidente y ahora él ha amenazado con declarar una emergencia nacional para construirlo sin autorización del congreso.

La última posibilidad que ha mencionado la administración es que quiere utilizar dinero de la reconstrucción pos-huracanes en Texas y Puerto Rico para la construcción del muro.

La parálisis y cierre parcial del gobierno han dejado a descubierto el estado disfuncional de nuestros sistemas políticos. Pero también han resaltado, de nuevo, la necesidad de una solución amplia a la situación migratoria.

• Urge una reforma migratoria amplia que responda a las inquietudes legítimas sobre seguridad nacional.


• Se necesitan leyes actualizadas que regularicen el movimiento de personas y el estado legal de los que ya están en el país.


• Se necesita un plan que responda al movimiento futuro de personas para que no se repita la situación actual.


• Se necesitan mejorar los procesos para recibir a personas que están huyendo de la violencia, la guerra y la persecución.

Y, más allá de nuestras fronteras, EEUU necesita reconocer que el movimiento de personas se va a regularizar cuando se resuelvan las situaciones que están creando el movimiento. Por ejemplo, EEUU es cómplice en muchas de las causas profundas de la violencia en Centroamérica y necesita hacer cambios de fondo en su política exterior si es que el movimiento migratorio ha de menguar.

Mientras el único debate sea tener o no tener un muro, será imposible responder a los asuntos de fondo. Y mientras siga “cerrado” el gobierno federal, el daño a los trabajadores de estado, los programas sociales y aun el proceso de recaudación de impuestos, se seguirá multiplicando.

En medio de todo esto un grupo pequeño de congresistas ha propuesto el desarrollo de un plan que responda a varios asuntos migratorios a la misma vez. No hay una disposición favorable al momento, pero la idea presenta una posible salida.

A pesar de las posturas extremas que están presentando algunos líderes en este momento, es claro que cualquier respuesta al tema tiene que ser bi-partidista.

En medio de las tensiones partidistas, ¿habrá un camino común? Parece que algunos congresistas están dispuestos a hacerse la pregunta y buscar una respuesta.

Es fácil tomar posturas absolutas y culpar al otro. Más difícil es plantear una salida bi-partidista. ¿Será posible que algunos congresistas comiencen a trabajar seriamente hacia una solución común? Mientras algunos quieren construir muros, nos urgen los que estén dispuestos a construir puentes y soluciones.

Nuestro país no necesita más muros. Ya hemos construido muchos alrededor de muchos temas y nos estamos haciendo mucho daño como pueblo. Urgen las personas que estén dispuestas a construir puentes, a buscar maneras de responder a la complejidad migratoria con respuestas que traten todos los aspectos de la pregunta. ¿Será éste el momento para una reforma migratoria?

Gracias a Dios por aquellas personas que quieren construir puentes. Humanamente hablando, el bienestar de nuestro país depende de que crezca su número.