Historia de Alphonsine Imaniraguha en Navidad

Me encanta comprobar una vez más, por millonésima vez en mi vida, como el Señor esta guiando, acompañando, y dirigiendo cada milímetro de mi caminar; ayer fue uno de esos días en los que después de llevar sobre mi un cansancio impresionante, todo salió de tal modo, que se presentó esto y lo otro, y realmente soñaba con poder descansar. Tuve que viajar a otro lugar para grabar unos programas de radio, y mi cansancio era tal, que dormí todo el trayecto del viaje. Cuando llegué a casa, decidí que, o me iba a dormir, o no sé que iba a pasar. Tenía que hacer algo esta mañana; así que puse mi despertador para muy temprano.

Lo primero que hice cuando era casi aún de noche, fue buscar a mi Señor en el silencio del alba y luego, en un minutito abrí una red social por si tenía algo importante; de buenas a primeras, me encuentro con un comentario de una amiga desde niñas…."Bea, que el chico que entrevistásteis ayer es mi hijo mayor, el que estuvo en África, ¡¡Por favor!! Dime cuándo sale el programa…… Fue, no sé si la palabra es, simpatíquísimo; porque realmente me emocionó. Ayer, entrevistamos a un chico de 28 años que había estado en Kenia por 6 meses, yo no lo conocía, entonces le pregunté a mi compañero, quien era…… “No creo que lo conozcas, es de Vigo y es muy joven”. Pero lo cierto que me encantó hablar con él, el tema de Africa, es una asignatura pendiente para mi, el Señor sabe... Me invitaron diferentes pastores de allí, a ir unas cuantas veces, pero por motivos que no importan ahora, nunca llegué a ir… Sigo esperando…

Cuando leí mi devocional muy temprano en la mañana, el Señor me llevó a leer la impresionante historia de  Alphonsine Imaniraguha de Ruanda, pero su nombre, después de un buen comentario, estaba al final y en letra muy pequeñita. Lo cierto es que todo me sonaba demasiado, pero todavía estaba medio dormida; así que fui a buscar más sobre ella, su historia, su vida y su ministerio. Y de todo ello quiero escribir en esta mañana; porque mi Señor no da puntada sin hilo y por alguna razón que no entiendo, tengo que escribir sobre algo precioso de mi amada África.

Después de haber leído detalles preciosos de esta historia en el alba de este día mío, detalles del genocidio, de aquella familia creyente que inculcó tal fe en Dios y su Palabra en sus hijos, que todo ello permaneció y dio un fruto increíble aún después de haber sido los padres muertos en tal espanto. En un momento, quiero compartir lo que esta increíble mujer dice de todo lo vivido en Beauty For Ashes…..

“Mi nombre es Alphonsine Imaniraguha. "Alphonsine" es de origen alemán (pero se usa principalmente en países de habla francesa) que significa  “un noble guerrero”, e "Imaniraguha" es un nombre kinyarwanda que significa  “Dios te da”.  En Ruanda, las personas no tienen que ir por el apellido de su padre. La mayoría de nosotros tiene un apellido único, si no aleatorio. Imaniraguha es mi apellido, no el apellido de mi padre.

Nací y crecí en Ruanda, África Central y Oriental. Me mudé a Estados Unidos en 2006.

Me gradué con una Licenciatura en Ingeniería Electrónica de la Universidad Nacional de Ruanda, Kigali, Ruanda y una Maestría en Ingeniería de Telecomunicaciones del Instituto de Tecnología de Rochester (RIT), Rochester, Nueva York.

¡Soy un cristiana por fe y por elección! ¡Amo a Dios, el Creador del universo, el Autor de toda la eternidad, con todo mi corazón! Jesús es mi Salvador, y del mundo.

Trabajo para Cisco Systems como ingeniero y disfruto educando y trabajando con nuestros clientes en el campo de la ingeniería inalámbrica.

Me gusta viajar, una buena charla con amigos, ver películas, sobre todo comedias románticas. Las películas de terror realmente me asustan.

Me gusta leer libros, en su mayoría historias verdaderas (biografías, memorias, etc.). Mis libros favoritos actuales son: Kisses From Katie, de Katie Davis o Katie's Ministry, y The Hiding Place, de Corrie ten Boom . Esas dos mujeres son increíbles y definitivamente una inspiración para muchas.

Amo profundamente a mis tres hermanos, los llamo mis hijos. No es por suerte, los vi crecer desde que perdimos a nuestros padres en el genocidio de Ruanda en 1994 . Mi hermano Eric es el mejor amigo más guapo, talentoso, brillante y confiable que cualquiera pueda desear. Él es más joven pero más inteligente que yo. Mis dos hermanas Alice y Noella son una combinación de belleza y maravilla. Siempre me sorprende cómo Alice es muy talentosa y actúa más madura que todas las mujeres de su edad que conozco. Ella se lleva bien con todos, ella es muy sabia de muchas maneras. Siempre puedo confiar en su sabiduría y compasión.

Noella es la bebé de la familia, y tiene toda mi atención y amor en todos los aspectos, especialmente porque siempre me esfuerzo por ser una madre que nunca tuvo. Aunque no puedo reemplazar a nuestros padres, pero puedo hacer mi mejor esfuerzo para estar ahí para ella. Me hace llorar cuando me llama mamá. No solo no tiene muchos recuerdos de nuestros seres queridos fallecidos, sino que tampoco recuerda sus caras. Ella siempre será una niña en mis ojos. Ella trae risa y alegría a la familia solo por ser ella misma. Ella hace bromas a menudo, aunque puede hacerte pensar que es una persona tímida; Puede ser para otros no para sus hermanos. Esos tres son la razón por la que estoy vivo hoy y no tengo dudas. Los adoro absolutamente. Soy una madre afortunada y mi hermana mayor viva.

Comencé Rising Above the Storms ( RAS ), una organización sin fines de lucro con la visión de brindar esperanza, abogar por los huérfanos y empoderar a los jóvenes en riesgo a través del don de la educación. Nuestro primer proyecto, un centro de aprendizaje, se lanzó en Ruanda en enero de 2017. En el centro, los niños de la calle se bañan, obtienen ropa limpia, comidas, sesiones de asesoramiento para conocerlos, y reciben ayuda para regresar a las escuelas públicas tradicionales y sus hogares. Actualmente tenemos alrededor de 18 niños en nuestro programa. Para obtener más información sobre nuestros niños, visite nuestro sitio web en: Patrocine a un niño….”

En estos momentos me siento como entre nubes, creo que todavía no descansé lo suficiente, pero toda la trayectoria que me ha hecho escribir este artículo me maravilla, como todos los acontecimientos se fueron sucediendo para que la historia de esta preciosa mujer y su familia, una familia que amaba a Dios, y no sólo asistía a la iglesia; sino que crió a sus hijos entre amor, Biblia y oraciones, fue partida por la mitad en el genocidio de Ruanda, pero la mitad que quedó, dio un fruto maravilloso.

Desde luego que conocía esta historia pero no con todos los detalles y nunca me impacto tanto como hoy, por razones obvias; por eso la quise compartir con todos vosotros.

Si en estos días ves a un niño sin padres, a algún necesitado, solitario, o triste, recuerda que estamos rememorando y celebrando el nacimiento de Aquel que nos vino a Salvar… ¡¡Échale un cablecillo!! Hazle un lugar junto a ti; sólo de ese modo, estaremos siguiendo el ejemplo de Aquel que nació para darnos la Vida.

Me despido a un día de Nochebuena con algo precioso e inolvidable……..

¡¡Miles de felicidades y un abrazo sentido de Navidad!!