Seis argumentos a favor del aborto

Hoy vamos a analizar seis argumentos a favor del holocausto contemporáneo, esto es, el aborto.

Empecemos…

1.- “Es mi cuerpo”

No, no, no, no, no…

El niño no es tu cuerpo. ¿Tú quién eres? ¿Tú eres tu padre? ¿Tu madre? ¿Eres yo? ¡Qué va, kebab! ¡Ni en broma!

Si tú no eres tu padre ni madre ni yo, ¿tú quién eres? Tú eres tú. ¿Entendido?

Tú no eres tu niño y tu niño no es tú. 

Ese niño que llevas por dentro de tu vientre es un ser independiente con su propia sangre, ADN, células, órganos vitales, etc. 

Si el niño de verdad fuese el cuerpo de la madre, al ser abortado el niño, la madre también moriría.

Total, ¡no es tu cuerpo!

2.- “Son mis derechos”

¿Tus derechos? ¿Qué? ¿Cómo? What???

¿Y qué pasa con los derechos de la pobre criatura en tu barriga que está a punto de ser matada? ¿Qué pasa con él? ¿Qué pasa con ella? ¿No tiene él/ ella derechos fundamentales?

¡Este argumento no tiene sentido! ¡Es un disparate! Tiene menos sentido que la letra de una canción de regatón en irlandés.

Si tú quieres apelar a tus derechos fundamentales tienes que reconocer que ese niño indefenso también tiene derechos fundamentales. Si no, eres una hipócrita pura y dura.

3.- “No tengo pasta”

¿Qué me estás contando? ¿No tienes dinero? ¿No tienes pasta? ¿Y por esto hay que abortar? O sea, ¿ahora el dinero es más importante que la vida humana? 

¿No entiendes que aquí en España tenemos un montón de organizaciones benéficas que pueden ayudarte? ¿No entiendes que el estado español te va a conceder apoyo económico para que criar ese niño? ¿No entiendes que hay miles de familias en la península ibérica deseosas de adoptar a un precioso niño? 

Lo del dinero es un pretexto falso.

4.- “No es un ser humano”

¿El niño no nacido no es un ser humano? ¿Según quién? 

“No, no, es que los primeros cuarenta días el niño no tiene actividad eléctrica cerebral. Por lo tanto no es un ser humano”.

¡Incorrecto!

Ser un ser humano no depende de actividad cerebral. Hay miles de personas en España que están en un estado de coma. ¿Y qué vamos a hacer con ellos? ¿Desenchufar las máquinas para que mueran porque “no son seres humanos”?

Hay millones de personas que se despiertan todas las mañanas que sin el café sus cerebros no funcionan (o en mi caso, el té negro). Pero por no funcionar nuestros cerebros, no quiere decir que no seamos seres humanos.

Y entender también hay que entender que a partir del día cuarenta y tres, la actividad cerebral del niño empieza, arranca. Así que va a haber actividad cerebral sí o sí. 

El niño es un ser humano a partir del momento de la concepción ya que es un ser autónomo. ¡Y punto!

5.- “¡Violación, violación!”

Sí, confieso que el argumento a partir de la violación es un argumento fuerte, cargado emocionalmente. Pero la cruda realidad es que menos de 1% de los abortos se realizan con mujeres que fueron violadas. ¿Qué pasa con el restante 99% de los casos?

Si la mujer fuese violada, me imagino que sabría que el culpable es el sinvergüenza que la violó; no el niño tan frágil que lleva por dentro. 

Además del trauma de la violación, luego matar a un niño vulnerable, sería algo verdaderamente trágico. 

Lo que tenemos que hacer en tal caso es buscar al cantamañanas que violó a la mujer, castrarlo y meterle en la cárcel más peligrosa del país para que cobre factura. 

Cuando algo malo sucede, la solución no es hacer otra cosa mala. Hay que frenar la maldad y proteger a ese niño. Y si la madre no quisiera vivir con aquél niño, podría entregarlo a una agencia de adopción.

6.- “Eres un fariseo”

Los primeros cinco argumentos se utilizan en la calle donde no hay conocimiento ni temor del único Dios vivo. Pero este sexto argumento está siendo usado dentro de la esfera de la iglesia. 

Es difícil toparse con una persona que, llamándose cristiana, defienda abiertamente el aborto. ¡Tanta cara no tiene porque sabe lo que se le vendría encima! 

Pero hay algunos en nuestros días que, sutilmente, van despertando dudas al respecto dentro del campo del Señor procurando abrir brecha. 

Los más peligrosos son los que hacen acrobacias exegéticas, torciendo el texto que sea, para sembrar confusión en la iglesia y resistir la voluntad de Dios. ¡Tendrían que pasar menos tiempo escribiendo y opinando y más tiempo temblando y memorizando Mateo 4:6 y 2 Pedro 3:16!

Su argumento fundamental es: “Si te opones al aborto, eres un fariseo”.

Espera, espera…

Si te opones al asesinato de una vida indefensa, protegiendo a los más débiles y vulnerables de la sociedad, ¿ahora eres un fariseo?

Si amas a Dios, su Palabra, su creación, ¿eres un fariseo?

Pues, si es así, nuestro Señor Jesucristo era el mayor fariseo de todos los tiempos.

Tal vez sea más correcto decir:

Si invalidas la Palabra de Dios con tu tradición izquierdista/ feminista/ LGTBI/ postmoderna, eres un fariseo (Marcos 7:13).

Si derramas sangre inocente (o sea, la de los no nacidos), eres un fariseo (Mateo 23:35).

Conclusión

Hoy, acabo con una pregunta:

¿Qué pasaría si todos aquéllos que defienden el aborto hubiesen sido abortados?

Defender el aborto cuando uno mismo no ha sido abortado es el colmo de la hipocresía. 

Sí, he dicho hipocresía: otro fruto del árbol farisaico.