Confesiones de un Don Nadie

Cristo se despoja a sí mismo. El anticristo se exhibe a sí mismo.

Cristo toma forma de siervo. El anticristo toma forma de protagonista.

Cristo se humilla hasta la muerte por amor a los demás. El anticristo se jacta de sus logros, pisoteando a los demás.

La filosofía del anticristo es paganismo humanista, centrada en el ego del ser humano. Es la teología de los presocráticos, Platón, Aristóteles, el tomismo, Descartes, Kant y los subjetivistas modernos y postmodernos. Deifica a los transgresores.

En términos de Lutero, esta forma mundana de pensar se denomina ‘teología de gloria’. Se llama así porque glorifica el intelecto y la supuesta autonomía de los pecadores, rehusando someterse a la revelación de Dios en la cruz de Cristo.

La ‘teología de gloria’ se gloría en todo lo que sea agradable a los ojos humanos: lo bello, lo fuerte, lo grande, lo caro, lo inteligente.

El reformador alemán lanzó la piedra de la ‘teología de la cruz’ contra la estatua gigantesca de la ‘teología de gloria’. ¿De qué se trata la teología de la cruz? Es la idea neo-testamentaria de que Dios no se revela a través de lo bello, lo fuerte, lo grande, lo caro y lo inteligente sino por medio de la locura de Cristo crucificado.

Dios se da a conocer en lo feo, lo débil, lo vil, lo menospreciado y lo necio. Es allí, en la desnudez y en la asquerosa sangre de la cruz, donde se ve más claramente la mano poderosa del Rey de gloria.

Tal forma de pensar, sin embargo, es una locura para el hombre natural ya que éste está programado para ver la gloria de Dios únicamente en la grandeza humana. Por esta misma razón humanista, los judíos del primer siglo no aceptaron al Cristo sufriente como el Mesías enviado por Dios.

A la luz de lo antedicho, cobra sentido lo que Pablo dijo a la iglesia de Corinto, “No sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles; sino que lo necio del mundo escogió Dios para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”.

¿Con qué propósito actúa Dios de esta manera?

Respuesta: “A fin de que nadie se jacte en su presencia”.

Queridos lectores, os animo a vencer el mundo. Os animo a luchar contra la cosmovisión del anticristo. Os animo a despojaros a vosotros mismos, a tomar forma de siervo y a humillaros hasta la muerte por amor a los demás.

Total, os animo a ser un don nadie para la gloria de Dios.

Aspiro a lo mismo también.