Besó mi alma, clavado en una cruz

“Amor es cuando Alguien seca tus lágrimas; aunque tú lo hayas clavado en una cruz”

Comenzamos lo que se conoce por muchos como la Semana Santa, una semana muy especial de la que ya queda muy poco para la mayoría. Para otros consiste en una especie de superstición, o seguir detrás de una cruz con un Cristo de madera y muerto.

Esto me parece muy triste; porque yo quiero recordar la semana de la Pasión; pero sabiendo que esa cruz en la que mi Jesús dio Su vida por mi, está vacía ¡Mi Cristo vive!... Vive e intercede por mi a la diestra del Padre.

Puede que a algunos os sorprenda el título que le he puesto a este artículo, tal vez no me comprendáis, o puede que hasta os parezca irreverente; pero yo no podría seguir adelante ni servir a mi Señor, sin tener presente cada día de mi vida las viejas palabras de Jeremías, a través de las cuales el Dios de mi existir me quebranto hace mucho tiempo: “Me sedujiste, oh Jehová, y fui seducido; más fuerte fuiste que yo y me venciste…. Había como un fuego ardiente metido en mis huesos; traté de sufrirlo y no pude…” Jeremías 20.

¡Por supuestísimo que la doctrina es absolutamente fundamental! Pero cuando está hueca de sentimientos, se me torna seca y se me convierte en letra sin vida, en pura religiosidad. No vale para mi. Si necesito la letra, pero con vida muy adentro.

Permitidme que os ponga unas bellísimas palabras de uno de mis autores favoritos, Mario Benedetti, para que me podáis comprender:

BESAR EL ALMA

El alma no crece en los árboles, sin embargo se nutre de nuestro entorno, como el cuerpo de la comida

El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas, palabras que llenen o por quien sabe llenarlas de besos.

Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, simplemente aceptar a las personas como son.

Besar el alma es abrazarte cuando hay soledad, cuando se esta triste, sin decir nada, sólo sostenerse con ese abrazo de apoyo.

Besar el alma es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando sólo se hace falta el silencio, cuando sobran las preguntas.

Besar el alma es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía.

Besar el alma es decir te quiero con la mirada

Besar el alma es fácil y es gratuito, solo falta que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume”

Estas palabras, obviamente están escritas en tono de amor o simple amistad; pero permitirme analizar algunas de sus frases, yo puedo ver en ellas un paralelismo espectacular con mi Cristo vivo, el que murió por mi en aquella vieja cruz, pero que camina a mi lado en la vida, y a cada paso de mi sendero.

“El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas” ¿Existe alguna visión más hermosa que la de la bendita cruz de Cristo?

“Palabras que llenen” ¿Alguien recuerda aquella belleza de… “Bellas palabras de vida son las de Cristo Jesús, ellas alientan mi alma, dan fortaleza y luz…? Yo jamás he conocido ningunas palabras que hayan besado de mejor modo mi alma.

“Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, aceptar a las personas como son” Jesús murió por los dos ladrones, tuvo compasión por los dos, y llegó a decir ”Padre, perdónalos; porque no saben lo que hacen”

“Besar el alma es abrazarte cuando hay soledad… Cuando se está triste… Sin decir nada” ¿Recordáis…”Callará de amor”? No sé tú, pero yo he sentido el callar de mi Señor sobre mi tan lleno de amor, que me ha traspasado el corazón sin decir ni una sola palabra.

“Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo…” ¿Qué mano más preciosa y poderosa que la de Dios para apoyarnos en nuestra debilidad? Esa mano, es símbolo del poder divino.

“Besar el alma….. Sólo hace falta bajarse del pedestal..”

” Y estando en la condición de hombre, se humilló a si mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz” Fil. 2: 8.

No iba tan descabellada ¿no es cierto? ¡sí! Hoy comenzamos y recordamos una semana terrible y tremendamente dolorosa para nuestro Señor Jesús; pero maravillosa para todos los que nos hemos dejado seducir por esa preciosa visión y nos hemos postrado arrepentidos y agradecidos al pie de la cruz.

Hoy te invito a dejar que el Rey de la Gloria, bese tu alma.