10 grandes verdades que nos enseña la Navidad

La gran historia de la Navidad tiene muchísimo que enseñarnos.

Hoy vamos a mencionar diez grandes verdades bíblicas y teológicas que podemos aprender acerca de la Navidad.

1.- Dios cumple todas sus promesas.

Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. A lo largo del Antiguo Testamento, el Todopoderoso prometió enviar al Mesías repetidas veces y finalmente cumplió su promesa cuando Jesús nació de la virgen María por el poder del Espíritu Santo.

2.- Dios hace milagros.

Todos sabemos que es imposible que una virgen dé a luz. No obstante, el poder de Dios es tan grande que puede engendrar vida donde no lo hay. Todo es posible para el Señor. “He aquí a virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel” (Isaías 7:14).

3.- Dios es Trinidad.

La celebración de la Navidad nos enseña acerca de la doctrina fundamental de la Trinidad. Dios el Padre decide enviar a su Hijo por el poder del Espíritu Santo. Los tres miembros de la Trinidad estuvieron activamente involucrados en la encarnación.

4.- Jesús es cien por cien humano.

Puesto que Cristo nació de la virgen María, el Salvador es cien por cien humano en cuanto a su naturaleza humana. Por esta razón el Nuevo Testamento es un documento anti-gnóstico ya que da por sentado la humanidad de Cristo. Juan 1:14 dice expresamente: “Y aquel Verbo [Cristo] fue hecho carne y habitó entre nosotros”.

5.- Jesús es cien por cien divino.

Además de ser cien por cien humano, Jesús es simultáneamente cien por cien divino. El Salvador es mucho más que un simple maestro o profeta o sacerdote levantado por Dios; Jesús es la segunda persona de la bendita Trinidad. Citemos a Juan de nuevo: “En el principio era el Verbo [Cristo], y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1:1).

6.- Es correcto adorar a Cristo.

Dado que Jesús es cien por cien Dios es correcto adorarlo juntamente con el Padre y el Espíritu. Mateo relata que los magos del Oriente, “vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra” (Mateo 2:11).

7.- El ser humano es pecador.

Jesús vino al mundo debido al pecado humano. Si nuestro padre Adán no hubiese caído en el huerto, no habría hecho falta redención. No obstante, ya que todos pertenecemos a una raza caída y maldita, necesitamos liberación.

8.- Cristo perdona los pecados.

En base a su perfecta humanidad y divinidad por un lado y su impecable obra de expiación por el otro, ahora Jesucristo es el único camino a través del cual Dios perdona a los impíos. Al creer en la muerte vicaria y la resurrección del Hijo de Dios, somos salvos de la ira venidera. ¡Jesús perdona! ¡Bendita noticia! “Y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mateo 1:21).

9.- Cristo es odiado en el mundo.

Tristemente, la persona de Cristo siempre ha sido objeto de odio. Al nacer, Herodes ya procuró matarlo (Mateo 2:13). E incluso en los días de hoy Jesús tiene innumerables adversarios tanto dentro como fuera de la iglesia. Por fuera están los que se oponen a todo lo relacionado con Cristo; y por dentro, están los teólogos liberales que destrozan la imagen bíblica del Salvador, fabricando a un nuevo Jesús (falso) conforme a su perversa imagen y semejanza.

10.- Dios merece toda la gloria.

El gran mensaje de la Navidad es la verdad que recuperaron los reformadores en el siglo XVI: ¡Soli Deo gloria!, esto es, ¡a Dios únicamente sea toda la gloria por la salvación ofrecida en Cristo! Bien cantaron los ángeles en Lucas 2:14, “¡Gloria a Dios en las alturas!”

¡Os deseo a todos, queridos lectores, una muy feliz Navidad!