Más cerca de la llama

“EL ESPÍRITU SANTO ES EL MIEMBRO DE LA TRINIDAD MÁS ENVUELTO EN NUESTRAS VIDAS; PERO, AL MISMO TIEMPO, EL MÁS OLVIDADO”

        John F. MacArthur

Nunca dejaré de bendecir al Señor de mi vida por haberme concedido el enorme privilegio de regalarme a un padre y a una madre preciosos, que me han sabido transmitir el poner a Dios por encima de todo en mi vida; pero que venían de muy diferentes contextos eclesiales. Curiosamente, ninguno de los dos procedían del ámbito pentecostal, pero el simple hecho de venir de estamentos eclesiales muy diferentes, me ha permitido tener siempre la mente muy abierta y no convertirme en una fanática de absolutamente nada.

Crecí en una preciosa denominación evangélica en la que los tres o cinco postulados de la Reforma estaban y siguen estando más que claros:

-SOLA FIDE

-SOLA SCRIPTURA

-SOLA GRATIA

-SOLUS CHIRTUS

-SOLI DEO GLORIA

En ello vivo sobremanera; aunque no es el momento ahora de escribir acerca de esto. Pero hay algo que quiero destacar…. SOLA SCRIPTURA.

¡Sí! Si siempre ha sido importante el tener bien claro que la sola Escritura es imprescindible, entre otras muchas cosas, como para no dejarnos llevar por doctrinas extrañas que rayan o, son directamente herejías, hoy lo es más que nunca. Pero  hay un tremendo peligro en malinterpretar esto. Me estoy refiriendo al “adorar”, venerar y confundir lo que muchos denominan como SANA DOCTRINA.

De ahí al fariseísmo, el legalismo, el fanatismo…  Poniendo todo el énfasis en una letra que mata sin un Espíritu que vivifica. Esto puede llevarnos a errores más que graves.

Cuando ni llegaba a los veinte años, podía sentir como el Señor me tomaba y me acercaba hacia sí de un modo muy especial. Era muy consciente de que algo extraño estaba sucediendo conmigo, podía escuchar la voz de mi Señor llamándome con mucha fuerza y pidiéndome que mi vida fuera para dedicarla a Su servicio. Todo esto fue un proceso largo y precioso a la vez que complicado que tuvo su punto más álgido a los 16 años. Había cosas que tenía demasiado claras, un llamado tremendamente fuerte, una preparación en la Palabra que sabía que tenía que completar, el tener muy claro en mi mente que mi preparación secular era un punto clave para poder servirle mejor… Iba viviendo y de un modo muy normal, nunca soporté las cursilerías, los fanatismos ni las falsas humildades o cosas parecidas. Siempre he sido y quiero seguir siendo una mujer de Dios de mi tiempo para poder llegar a un mundo de mi tiempo. La Escritura estaba y sigue estando más que anclada en lo más profundo de mi alma. Pero había algo que desde muy dentro de mi me susurraba una y otra vez… ¡Hay más!... ¡Hay más!... ¡Hay más!... No estaba demasiado segura de lo que podía percibir con claridad que era la voz de mi Maestro, pero esperaba, escuchaba, procuraba entender y esperaba.

Nunca me cansaré de repetir que cuando Dios quiere algo especial de alguien, primero lo muele bien molido, luego lo quebranta bien quebrantado, y después de partirlo a trocitos, es entonces cuando se va revelando de un modo mas que especial hasta que lo puede utilizar.

Todo fue muy paulatino, pero aquel.. ¡Hay más! Qué no podía comprender en toda su extensión, llegó un momento de dolor y quebrantamiento muy profundo en mi vida, y entonces aquel ¡Hay más! Tuvo para mi el más profundo sentido y pude decir como Job:

 “DE OÍDAS TE HABÍA OÍDO, MÁS AHORA MIS OJOS TE VEN” 

                                                        Job 42: 5.

No sé cuantos de vosotros habéis leído el libro de Charles R. Swindoll “MÁS CERCA DE LA LLAMA”. Estoy hablando de un hombre muy preparado, muy equilibrado, bien conocido por todo el mundo y con un modo de escribir delicioso.

En alguna parte de este libro, Swindoll dice:

“Aunque el Espíritu constantemente está obrando, la mayoría de cristianos que usted y yo conocemos, tienen poca dinámica o gozo en sus vidas. Simplemente pregúnteles. Anhelan profundidad, pasión, al igual que una paz y estabilidad satisfactorias, en lugar de una relación personal con Dios hecha de estudios bíblicos, vocabulario religioso y oraciones periódicas. ¡Con certeza el asombroso Espíritu de Dios desea hacer más en nosotros que lo que está teniendo lugar actualmente en nuestras vidas! Hay cicatrices que Él quiere eliminar. Hay sentimientos destrozados que Él quiere sanar. Hay nociones que Él Anhela revelar. Hay dimensiones profundas de la Biblia que a Él le encantaría abrir…”

Tengo muy claras las funciones, el obrar y lo que es el Espíritu Santo, simplemente lo resumo con las palabras de Jesús  que se encuentran en  Juan 14: 16….

“Más el consolador, el Espíritu Santo a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho”

Podríamos estar tocando todo esto por horas, pero no es ahí a donde quiero ir. Todo esto creo que lo tenemos demasiado claro.

Hace algunos años, cuando se cantó por primera vez, en vivo y en directo a través de una chiquilla de unos quince años, pero tremendamente trabajada y ungida por el Señor, Jaz Jacob, su canción “Perfume a tus pies” mi corazón se conmovió profundamente por mil motivos, pero me tocaron profundamente unas palabras de esta preciosa canción, “… No me quiero conformar, he probado y quiero más”. ¡Claro que había algo más! Y mi Señor comenzó a mostrármelo un día ya lejano en el tiempo y en medio de sufrimientos profundos de mi corazón. Fue la primera vez que Dios comenzó a tocar mi vida de un modo nuevo, diferente y precioso. Fue tan absolutamente maravilloso e indescriptible, que… Simplemente tuve que descalzarme, estaba pisando Lugar Santo….. La presencia del Señor estaba allí inundando mi pequeña e íntima sala, la de “Mi lugar secreto con mi Dios”.

Yo no puedo estar de acuerdo y para nada con FUEGOS MÁS QUE EXTRAÑOS Y QUE NO VIENEN DEL SEÑOR….. ¡Lo siento, para nada!

Pero sí descubrí un bendito día lejano lo que significaba…¡HAY MÁS! Fue el comienzo de una nueva andadura en el Espíritu de mi Señor, cada vez más cerca de la llama, de Su llama en la que quiero arder por completo.

Puedo escuchar el sermón más maravilloso, correcto exegéticamente, explicado con la oratoria más fluida y la capacidad de comunicación más espléndida; si no viene de haber estado preparado y expresado absolutamente abrasado en la llama, os aseguro que simplemente será a mis oídos… Como metal que suena o címbalo que retiñe y le pido al Dios de mi vida, mis entrañas y todo mi ministerio, que me revista del maravilloso, precioso y, casi podría decir que el brazo de poder de Dios en esta tierra, el Santo Espíritu divino. No podría vivir de otro modo, no podría ser de otro modo y no quiero que sea de otro modo. ¡Sí! “Sola Escritura” Pero llena del Espíritu del Señor. Quiero ser, vivir y estar inmersa en esta profunda verdad.

¿En qué lugar te encuentras en este sentido?

Me despido regalándote una preciosa canción de Francesca Patiño, “VOLVERÉ A TI”…Escucha esa voz…. ¡HAY MÁS! Y comienza, regresa, vuelve…… ARDE MUY CERCA DE LA LLAMA.