Menudo embrollo

Decía Groucho MARX, el célebre actor estadounidense de simpático mostacho y puro nunca encendido, que: ”la política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados” y en estos días, la frase me ha parecido estupenda para reflexionar ante el nuevo caballo de batalla educativo, que en los medios preelectorales han aparecido, al prometer ciertos partidos, interesados en recoger los votos de los más radicales, que la Asignatura de Religión será suprimida de todos los colegios, ya sean públicos, privados o concertados. ¡Menudo embrollo!; ¿también de los Colegios de los Maristas, Salesianos, Dominicos o Jesuitas, por citar unos pocos? ¿Se obligará a estas Instituciones Educativas, que de siempre han enseñado Religión desde una perspectiva Católica Romana, a que dejen de hacerlo? ¡Menudo embrollo! Quizás cuando despierten los prelados, y el alto porcentaje de familias que desean que sus hijos sigan la Religión en la Escuela, hagan exclamar a los tales partidos políticos, como el famoso Hidalgo de la Mancha: “con la Iglesia hemos topado”.

Y hete aquí, que este aprendiz de escribidor, puede ser interpretado como defendiendo la Religión en las Escuelas ¡Menudo embrollo!, y no será exactamente así, pero “Desde el Corazón” al menos quiero protestar, ya que muchos evangélicos no dirán ni pruna, pues vago es el interés que tienen en que sus hijos aprendan, hagan los deberes, se les incite a ir a las Escuelas Dominicales de las Iglesias, que es en donde en principio se forman –además de en el Hogar- los niños y adolescentes, en la fe y en los verdaderos valores cristianos. Y si esto pasa en el ambiente cristiano de la Fe Evangélica, que no indoctrina pero sí educa, qué interés van a tener en darse cuenta que una Escuela Laica realmente no existe, pues incluso la asignatura que puede pretenderse “Educación para la Ciudadanía” en un futuro en reemplazo de la Religión, es más laicista, es decir no neutra, es decir sí agnóstica, tirando hacia anticristiana, que la Religión que hoy se enseña.

Entre líneas, este proyecto electoral opta por ofrecer a los electores no un programa de gobierno para los próximos cuatro años, no, sutilmente ofrece un proyecto de país para las siguientes generaciones. Lo que sucede es que esto es mucho más fácil de hacer porque permite eludir lo que deberían ser auténticos programas que evidenciaran interés por el bienestar de todos los ciudadanos, y no simplemente los radicales a unas ideas cuyos votitos se desean a todo trapo ¡Menudo embrollo! y ello que “Desde el Corazón” no tengo tiempo para hablar de los Acuerdos con la Santa Sede, que los mismos partidos pretenden denunciar, y que algunos Protestantes llevamos años declarando como injustos.

“Desde el Corazón” pienso que la intención de sacar la Religión fuera de las aulas, es claramente una medida ideológica, que busca secularizar más y más nuestro mundo actual, y hacerlo aun cuando la hoy por hoy Constitución (Artículo 27.3) concede el derecho a los padres a marcar la orientación moral y religiosa de la formación de sus hijos y las autoridades el deber de poner los medios para que se lleve a cabo ¡Menudo Embrollo!

Sé que la religión no es lo mismo que la formación catecúmena. “Desde el Corazón” deberían pensar los “salvadores políticos de la Patria” que la clase de religión se circunscribe a un ámbito cultural, mientras que la catequesis consiste en formación cultual, cultivar al ser humano en el seguimiento personal de Jesucristo; indicándolo de una forma sencilla se asemejan entre “conocer” y “amar”, entre “culturalizarse” y “espiritualizarse” ¿anularemos el comprender la cultura que hemos heredado?; anular la Religión ¿hará comprensible la pintura, la música, la escultura, la arquitectura, la filosofía, la historia, la política, muchas tradiciones… sino se conoce con cierta solvencia los fundamentos de la religión cristiana?. Frente a la fragmentación del saber y a la evidente distorsión que los gobernantes de turno hacen de la propia Historia, y subliminales currículos académicos, necesitamos una cosmovisión que responda al sentido de la existencia; ¿no es una fragmentación del saber conocer la evolución del Universo, si nadie explica por qué y para qué estamos en esta vida?; ¿cómo podemos fundamentar los derechos del ser humano sin dar razón de la diferencia esencial entre el animal irracional y el hombre espiritual?; ¿cabe hablar con optimismo de los avances científicos y de la sociedad del futuro, sino tenemos fundamentada nuestra vida, ética y esperanza en el más allá de la muerte?

Y sinceramente me pregunto: ¿qué temen los políticos a la enseñanza de la Religión con su drástica e irreal propuesta? cuando la Religión no es un monólogo, monótono, ministerial, sino una enseñanza que sustenta el Amor a Dios y al prójimo como el principio de todos los valores, de todas las acciones de compasión que matizan todo el ejercicio profesional y el servicio abnegado. La tendencia de excelencia a mejorar y adquirir continuamente nuevos aprendizajes en la vida académica, social, espiritual, laboral y en el ambiente cívico del País. La individualidad actuando en el marco de la misión de la vida y en el desarrollo de la autodisciplina. El respeto como reconocimiento del valor de todas las personas. Y el tiempo me falta para recordar los temas de responsabilidad, justicia, integridad, templanza, fe, gratitud, esperanza… el problema no es la Religión, es la ignorancia que tales dictadores sufren ¡Menudo embrollo!