Es precisamente cuando nos sentimos tensos por las exigencias de la vida que se hace más importante un tiempo de reenfoque espiritual.
1. Tensos por las exigencias de la vida
Un ejecutivo de mediana edad organiza su calendario nerviosamente, pues ha oído que la reducción de personal a nivel de gerencia media empezará el mes próximo.
Una joven madre de mellizos pequeños lucha por encontrar un poco de tiempo para ella, pero los niños se despiertan entre sí durante su siesta.
Un chico que se graduó hace poco de la secundaria y a quien le acaban de afeitar la cabeza se esfuerza por hallar privacidad en su habitación allí donde recibe adiestramiento básico en el ejército.
Los ejemplos mencionados antes son personas ocupadas que desean andar con Dios durante todo el día. Sin embargo, los tres tienen algo en común. Todos están en un ambiente que hace difícil pasar tiempo de calidad con Dios en oración y lectura de la Biblia. Es precisamente cuando nos sentimos tensos por las exigencias de la vida que se hace más importante un tiempo de reenfoque espiritual.
Muchos sentimos culpa porque descuidamos nuestro tiempo devocional con Dios. Durante las agitadas exigencias del día, es fácil permitir que el cuidado de la vida interior se vaya por la borda.
Sin embargo, si medimos nuestra espiritualidad por las veces que nos reunimos con Dios en la semana erramos el blanco. El devocional es un asunto del corazón más que una disciplina del calendario.
Justo después de la creación del primer hombre y la primera mujer, a Dios se le vio «que se paseaba en el huerto al fresco del día» (Génesis 3:8). El Soberano del universo no se ocultó detrás de puertas cerradas y asistentes angelicales ejecutivos para mantener a sus criaturas afuera. Más bien tomó la iniciativa de buscar a Adán y a Eva para hallar compañía espiritual.
Un tiempo devocional sano y consecuente es una manera importante en que podemos responder al deseo de Dios de andar con nosotros. A las parejas enamoradas no hay que coaccionarlas para que pasen tiempo juntos. Los dos tienen un profundo anhelo de vivir la vida relacionándose con la otra persona. Cuando las interrupciones los separan, los dos buscan oportunidades para reencontrarse.
De eso se trata el tiempo devocional. Queremos pasar tiempo con Dios para sentir su presencia, consuelo y guía. Y, de manera misteriosa, cuando pasamos tiempo con Dios «contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen» (2 Corintios 3:18). Descubrimos que pasar tiempo con Dios, en realidad, cambia la clase de personas que somos.
«Nosotros le amamos, porque Él nos amó primero.» 1 Juan 4:19
Estos artículos son una guía corta y práctica sobre cómo «reencontrarnos con Dios». La idea es ayudarte a buscar a Aquel que te creó para tener una relación con Él, y animarte a recurrir a su fortaleza para vivir una vida espiritual cada vez mejor. Es una guía para «acudir a nuestras citas con Dios» por lo que Él ha hecho por nosotros.
2. Un plan de relación para pasar tiempo con Dios
Los matrimonios que funcionan son tan diversos como variados son los copos de nieve. Los atletas se casan con personas artísticas, y los muy sociables con los tímidos y reservados. Las diferencias obvias pueden ser una fuente de conflicto. Sin embargo, a medida que uno se comprende mejor a sí mismo y a su cónyuge, los dos pueden aprender a adaptarse a largo plazo a las idiosincrasias del otro.
Nuestro andar con Dios se parece mucho a un matrimonio espiritual. Jesucristo, el Esposo, nos ha buscado para tener con nosotros una relación eterna. Puesto que cada uno de nosotros tiene un temperamento distinto, utiliza un proceso de razonamiento distinto, y se encuentra en un nivel distinto de madurez espiritual, poseemos una relación singular con Cristo. Jesús, nuestro Buen Pastor, es plenamente consciente de nuestra individualidad y quiere darnos justo lo que necesitamos para crecer en nuestro andar con Él. A medida que estudiamos la Biblia aprendemos más y más sobre sus asombrosas cualidades personales y compasión para con nosotros. Y, como respuesta a sus ofertas de amor, vamos a desear encontrar tiempo para pasarlo con Él.
El mismo Dios que buscaba comunión y que se paseaba?al fresco del día con Adán y Eva nos busca hoy a cada uno de nosotros. Pero, ¿cuándo debemos tratar de encontrarnos con Él?
Mucha gente hace hincapié en la importancia de empezar el día con el devocional. Una vez escuché a alguien decir que el código para su propia vida devocional era «si no hay Biblia no hay desayuno». Sin embargo, dependiendo de su metabolismo y estilo de vida actual, puede ser que usted se encuentre más alerta mentalmente al mediodía, o incluso tarde en la noche. Todo el mundo es diferente.
La Biblia nos exhorta a reunirnos con Dios a cualquiera de esas horas. David escribió: «Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré...» (Salmo 63:1). Nehemías, el gran Reformador, «leyó [la Ley] ... desde el amanecer hasta el mediodía» (Nehemías 8:3). David mencionó su espera para meditar en la Palabra de Dios durante «las vigilias de la noche» (Salmo 119:148). Y el primer salmo que se menciona en el Antiguo Testamento se refiere al hombre bienaventurado que «en la ley del SEÑOR está su deleite, y en su ley medita de día y de noche» (Salmo 1:2).
La Biblia da una libertad maravillosa acerca de cuándo reunirse con Dios. El tema central no es cómo es tu metabolismo, sino más bien qué momento del día es el mejor para ti y tu agenda. En mi situación actual, para mí lo mejor son las mañanas. Muchas veces leo un pasaje en la mañana, reflexiono en él durante el día, y entonces lo repaso de nuevo en la noche. Es bueno tener el mismo pensamiento bíblico durante todo el día.
Lo que más importa de todo es establecer una hora regular en el día en que Dios te pueda hablar a través de su Palabra, y tú puedas responderle en oración.
Una vez hayas escogido la hora, es importante ser disciplinado para mantener tus citas con Dios. Pero, ¿cómo?
(Continuaremos en próximos artículos.)
Notas
Artículos extraídos y adaptados del librito Nuestras Citas con Dios, de Dennis Fisher, publicado por Ministerios Nuestro Pan Diario en su serie Tiempo de Buscar. Puedes encontrar este y otros libritos sobre diferentes temas en la web de Nuestro Pan Diario.
El link para la descarga de este librito en concreto es: aquí.
Si deseas más información, puedes escribirnos a [email protected].
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