Renuncia y propuesta solidaria

Desde la lejanía geográfica, pero desde la cercanía del corazón, me solidarizo plenamente con la decisión tomada por Protestante Digital.

En el editorial “Abrimos nueva etapa con tu apoyo”, hemos leído que “Protestante Digital renuncia por voluntad propia (y decisión de la asamblea de la Alianza Evangélica Española, de quien depende) a las subvenciones que anualmente ofrece de la Fundación Pluralismo y Convivencia”.

PD recibió subsidios económicos por parte de la Fundación Pluralismo y Convivencia que nunca rebasaron el diez por ciento del presupuesto que hace posible su operación.

Los gastos que soportan la publicación del diario digital son pequeños, gracias a que la mayor parte de quienes lo elaboran lo hacen de manera voluntaria.

No reciben sus principales ingresos por su esfuerzo para hacer que PD vea la luz cotidianamente, sino que su manutención, y las de sus cercanos, la ganan por prestar sus actividades profesionales y oficios en otros lugares.

Como parte de la comunidad de PD, de la que formo parte gracias a la generosidad del entrañable Pedro Tarquis, quien me permitió sumarme al grupo de articulistas, animo a que la otra parte de la familia, los lectores y lectoras que abren el sitio para consultar lo que se publica, mediten cuidadosamente el llamado hecho por el director de PD.

Desde ya se agradece a quienes han mostrado su acuerdo y beneplácito con la medida tomada (renunciar a financiación del presupuesto público), pero creo que su solidaridad podría ser más alentadora si personal y colectivamente hacen llegar un aporte económico.

En distintos lugares los lectores/lectoras que consideran necesaria la continuidad, y crecimiento de PD, bien pueden organizar algún pequeño evento cuyos ingresos sean canalizados al diario digital.

¿Qué tal convocar a “Un café por Protestante Digital”? Sería una reunión de dos horas, con pequeñas intervenciones de colaboradores de PD, palabras de reconocimiento y ánimo al equipo que produce la publicación por parte de asistentes a la reunión, intercambio de ideas.

Todo lo anterior mientras degustamos una cálida taza de café, cuyo precio de venta estaría un poco por arriba del costo de producirla. Las ganancias obtenidas serán enviadas a PD.

En los próximos días estaremos convocando a la reunión descrita en la ciudad de México.