No sé cuántos de vosotros os acordáis de la historia de Graham Staines y sus dos hijos de diez y de seis años de edad, historia que ocurrió en 1999.
Los tres fueron asesinados por hindúes radicales. Los atraparon dentro de un coche y los quemaron vivos. Los tres cuerpos carbonizados fueron recuperados estando agarrados unos a otros.
Graham había estado por treinta y cuatro años sirviendo al Señor en la India, era el director de la misión para la lepra en Baripada.
Atrás quedaron su esposa Gladys y su hija Esther y……sabéis cuál fue la respuesta de Gladys que fue recogida por todos los periódicos de aquel país?: “Sólo tengo un mensaje para las personas de la India. No estoy resentida, tampoco estoy enojada. Pero tengo un gran deseo: que cada ciudadano de este lugar del mundo establezca una relación personal con aquel Cristo que dio la vida por los pecados de ellos…. Quememos al odio y esparzamos la llama del amor de Cristo”.
Todos pensaron que ella retornaría a Australia, no!!! Ella dijo: “Mi esposo y nuestros hijos han sacrificado sus vidas por esta nación. India es mi hogar, espero estar aquí y seguir sirviendo a los necesitados”. Pero luego vino algo excelente, la respuesta de su hija Esther, con trece años, cuando le preguntaron como se sentía después de tan brutal asesinato: “Alabado sea el Señor por haber encontrado a mi padre digno de morir por Él”.
Puede que muchos de vosotros encontréis esta historia almibarada y hasta con tintes sectarios…a mi…..simplemente me emociona y os confieso que no sé si sería capaz de reaccionar de semejante manera.
La ira!!... qué fácil nos sale cuando nos sentimos heridos y queremos tomarla entre nuestras propias manos y obrar lo que nos pide nuestro propio y equivocado corazón!!!. Siempre sería un grave error, eso no es lo que nos pide el Señor.
Nadie, digamos que….”normal”…. aguantaría una historia como esta o mucho más sencilla, pero que millones de veces se repite cada día a lo largo de la tierra …. para qué está nuestra lengua?.... nuestras manos!!!.. aissssss……. aquí ya creo que me estoy pasando……pero es que hay personas que piensan en ellas…….. nuestra fuerza?.... nuestras leyes?...... eso es lo primero que nos viene a la mente cuando alguien nos hace mucho daño.
Por supuesto!! Hay cosas y cosas y cosas……pero estoy pensando en mi Jesús. Si!!, cuando tenía que decir ciertas cosas no tenía pelos en la lengua, cuando tuvo que sacar el látigo con los mercaderes del templo, lo sacó, pero ojo!! No se defendía a si mismo, sino a los intereses de Su Padre. Él decía de si mismo: “Aprended de mi que soy manso y humilde de corazón…. aissss…. qué difícil en ocasiones, no es cierto?
También dice la Escritura que sufrió burla, oprobio.. llegó a dar Su vida en la Cruz a un precio enormemente alto. Recordáis Su Getsemaní?, terminó diciendo después de luchar intensamente consigo mismo y sangre y muchas lágrimas: “Hágase Tu voluntad y no la mía”.
Nuestros deseos, muchas veces no coinciden con los de nuestro Padre, pero si hoy, mientras estás leyendo estas palabras que van de mi corazón al tuyo, hay algo que hace enardecer tu propia ira y quisieras tomar la justicia por tu propia mano, recuerda……
“No os venguéis vosotros mismos…..sino dejad lugar a la ira de Dios………Mía es la venganza, Yo pagaré dice el Señor. Así que, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber. Pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre tu cabeza”.
Es palabra de Dios en ls carta de Romanos. Si!!, ya sé que cuesta, pero te puedo decir que, en mi experiencia con el Señor, he visto en diferentes ocasiones como cuando los deseos más fervientes de pagar el mal con el mal por mi propia mano me venían a la mente y he conseguido bendecir a cualquiera que me estuviera haciendo sufrir mucho, entonces, entonces y sólo entonces, Dios comenzó a obrar y, ay de aquél que pretenda escapar de la ira y la justicia de Dios!!.
Quieres un buen consejo salido del corazón y de la experiencia?.... BENDICE!.... BENDICE!..... BENDICE!.....Y DEJA OBRAR PODEROSAMENTE Y EN EL TIEMPO CORRECTO A TU DIOS. TE LO PROMETO!, DIOS TE HONRARÁ.
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