La globalización de la indiferencia

Durante la semana pasada se dieron varias marchas y protestas a favor de los inmigrantes en EEUU. La reacción del Presidente y del Congreso: indiferencia.

CAMINANDO CON EL PUEBLO AUTOR Juan Francisco Martínez 12 DE OCTUBRE DE 2013 22:00 h

La semana pasada el papa Francisco llamó a los fieles a ser como el samaritano que fue movido a la compasión al ver al necesitado. En particular se estaba refiriendo a la muerte de tantos inmigrantes que se ahogaron en el Mediterráneo tratando de entrar a Europa.

Durante la homilía se refirió, de nuevo, a la globalización de la indiferencia. Nos recordó que vivimos en un mundo donde fácilmente aceptamos la muerte y el sufrimiento de otro inmigrante más.

Durante la semana pasada también se dieron varias marchas y protestas a favor de los inmigrantes en EEUU. La reacción del presidente y del congreso: indiferencia.

El presidente sigue deportando a gran número de indocumentados y la Cámara de Representantes rehusa permitir que se vote sobre la propuesta que ya fue aprobada en el senado.

¿Quién llorará por los ahogados en el Mediterráneo?

¿Quién actuará para cambiar la situación que fomenta que personas arriesgen sus vidas en barcos inseguros o para cruzar desiertos a pie?

¿Quién llamará a nuestros gobernantes a responder a favor de los niños que son separados de sus padres por las deportaciones?

Una periodista del periódico La Opinión de Los Angeles, California comentó que todos los esfuerzos en los EEUU a favor de la reforma no han producido ni un compromiso fuerte de los indocumentados a favor de su propio futuro, como en el 2006, ni disposición del Congreso a actuar. Ante esto, ella se pregunta si es que hay poco que se pueda hacer cuando ya se ha hecho todo lo posible por conseguir una reforma migratoria, sin resultado.

Los que hemos estado trabajando a favor de los inmigrantes indocumentados no nos volvemos indiferentes, pero sí es fácil caer en el cinismo.

Sin embargo, como el samaritano, nos toca seguir obrando a favor del necesitado.

Mientras algunos son indiferentes y otros caen en el cinismo, el Evangelio de Jesús nos llama a servir al necesitado aunque no se vea un resultado inmediato. Sigamos luchando hasta el día en que sea vencida la indiferencia hacia el necesitado.

VALORA EL ARTÍCULO (0)

Imprimir

Enviar

COMENTARIOS

Si quieres comentar o