En el libro EL PORQUÉ DE LOS DICHOS, Corominas alude a un autor alemán según el cual el beso “no cuenta más que con dos mil años de vida”. Se equivoca el compatriota de la señora Merkel.
En la Biblia, libro que tiene unos cinco mil años de antigüedad están presentes todas las variantes del beso.
Y aunque muchos conocerán escenas de sus textos en las que el beso forma parte de su contenido, pocas veces he visto u oído un análisis de los besos que la Biblia contiene. Basta de merodeo. Al tema.
Besos de amor.” ¡Oh si él me besara con besos de su boca!” (Cantares 1:2). “Jacob besó a Raquel, y alzó su voz y lloro” (Génesis 29:11)
Besos entre amigos: David y Jonatán: “Luego que el muchacho se hubo ido, se levantó David del lado del sur, y se inclinó tres veces postrándose hasta la tierra; y besándose el uno al otro, lloraron el uno con el otro. Y David lloró más” (1º Samuel 20:41).
Besos paternales: “Se levantó Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo” (Génesis 31:55).
“El rey (David) besó a Absalón (su hijo). (2º de Samuel 14:33).
Besos filiales: “Acércate ahora, y bésame, hijo mío” (Génesis 27:26).
“Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre” (1º de Reyes 19:20).
Besos fraternales: “Jehová dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó” (Éxodo 4:27).
Besos entre yernos y suegros: “Moisés salió a recibir a su suegro, y se inclinó, y lo besó” (Génesis 18:7).
Besos entre nuera y suegra: “Ellas alzaron otra vez su voz y lloraron; y Orfa besó a su suegra” (Rut 1:14).
Besos de perdón: “Los que José dio a los hermanos que quisieron matarle: “Besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos” (Génesis 45:15).
Besos de reconciliación: Esaú promueve la reconciliación con su hermano Jacob, “el engañador”: “Esaú corrió a su encuentro y le abrazó, y se echó sobre su cuello, y le besó” (Génesis 33:4)
“Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó” (Lucas 15:20).
Besos asesinos: El que Joab dio a su primo Amasa: “Tomó Joab con la diestra la barba de Amasa para besarlo. Y Amasa no se cuidó de la daga que estaba en la mano de Joab; y éste le hirió en la quinta costilla” (2º Samuel 20:9-10).
Besos interesados: Otra vez Absalón. Con intención de arrebatar el trono a su padre, besaba a gente del pueblo para asegurar su apoyo: “Decía Absalón: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleitos o negocio, que yo les haría justicia! Y acontecía que cuando alguno se acercaba para inclinarse a él, él extendía la mano y lo tomaba y lo besaba” (2º Samuel 15:4-6).
Besos de muerte: “Se echó José sobre el rostro de su padre, y lloró sobre él, y lo besó. Y mandó José a sus siervos los médicos que embalsamaran a su padre” (Génesis 50:1-2).
Besos de mujeres seductoras: “Consideré entre los jóvenes, a un joven falto de entendimiento, el cual pasaba por la calle, junto a la esquina, e iba camino a la casa de ella, a la tarde del día, cuando ya oscurecía, en la oscuridad y tinieblas de la noche. Cuando he aquí, una mujer le sale al encuentro con atavío de ramera y astuta de corazón…se asió de él y le besó” (Proverbios 7:6-13).
Besos idólatras: Aluden a los adoradores de Baal, dios pagano: “Yo haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no le besaron” (1º de Reyes 19:18).
Besos de amor a Jesús. Fueron varios. Estando Jesús sentado a la mesa de un fariseo que le invitó, entró una mujer “de la ciudad”. “Estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos, y besaba sus pies” (Lucas 7:37-38).
Besos traidores: El beso más negro en la Historia del Cristianismo: “Jesús le dijo: Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” (Lucas 22:48).
Los miembros de la Iglesia primitiva practicaban el beso entre ellos, hombres y mujeres. No se planteaban un problema moral. Se consideraba beso de paz. Varias epístolas lo mencionan, sustituyendo el substantivo beso por otro substantivo: ósculo.
“Saludaos unos a otros con ósculo santo” (Romanos 16:16).
“Saludaos los unos a los otros con ósculo santo” (1ª Corintios 16:20).
“Saludaos unos a otros con ósculo santo” (2ª Corintios 13:12).
“Saludad a todos los hermanos con ósculo santo” (1ª Tesalonicenses 5:26).
“Saludaos unos a otros con ósculo de amor” (1ª Pedro 5:14).
Con besos míos para todos, Juan Antonio Monroy
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