Al considerar la primera carta, vimos que la iglesia en Éfeso es reprendida por tolerar a los ‘nicolaítas’, que eran aborrecidos por el Señor, y de los que la Biblia no aporta más detalles.
Dijimos entonces, que si el iniciador de esa falsa doctrina se llamó Nicolás, es poco probable que se refiriese al varón del mismo nombre que, lleno del Espíritu Santo, fue designado -junto a otros seis- para servir a las mesas de la multitud de creyentes en Jerusalén. Esta sabia sugerencia les permitió a los apóstoles dedicar más tiempo a la oración y al ministerio de la palabra
(1).
En la tercera carta el Señor hace una observación similar sobre esa secta enquistada en la iglesia en Pérgamo:
“Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco.” (2)
Algunos autores opinan que los ‘nicolaítas’, contrariamente a la práctica y enseñanza apostólicas, pugnaban por fundar una jerarquía dentro de la asamblea, una estructura similar a la del sacerdocio judío, para marcar una diferencia con el resto de la comunidad sobre la cual querían imponer su autoridad. No olvidemos que el antropocentrismo y hedonismo, junto a la democracia (no entendida como lo es hoy), eran características propias del Helenismo, y qué Pérgamo –como describimos en nuestro artículo anterior- era un centro cultural y religioso en el que se celebraban cultos paganos al César y a gran cantidad de dioses con el beneplácito oficial.
Aunque parezca obvio decirlo, las autoridades civiles legitimadas por los distintos sistemas políticos son hechos irrefutables a lo largo de la historia, pero no por ello ejercen el poder a Derecho y con justicia. Con todo, la Palabra nos manda respetar a toda autoridad civil como puesta por Dios, no por los hombres
(3).
Los apóstoles obraban bajo la guía del Espíritu Santo. En el caso arriba citado resolvieron sabiamente dos problemas al mismo tiempo. En contraposición a ellos, los que se ungen o hacen ungir (usando cualquier método y títulos) atentan contra la enseñanza bíblica y se pintan por entero como líderes y grupos sectarios. Son los que desvían de las Escrituras, adjudican sus obras al Espíritu Santo y siembran confusión en la comunidad de fe. En este punto es necesario apuntar que nuestro Dios es un Dios de orden; que los líderes y miembros de una comunidad de fe que deseen actuar como sal y luz en la tierra deben poseer una conducta intachable.
La enseñanza novotestamentaria es clara al respecto. Por eso nos insta a amar y obedecer a los que el Señor pone como pastores y maestros en ella (4). Pero, así como la desorganización, la improvisación son signos de inmadurez o carnalidad, el autoritarismo en el que caen algunos líderes merece ser confrontado con todo el consejo de la Palabra. En ninguna congregación debe faltar enseñanza, exhortación, reprensión, arrepentimiento y perdón en amor. De otra manera el amor se enfría y termina por desaparecer, como ocurrió en Éfeso.
¿EN QUÉ CONSISTÍA LA “DOCTRINA DE BALAAM”?
Al responsable de la iglesia en Pérgamo, el Señor viene de observarle otra mala práctica:
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación.”(5)
Algunos de los cristianos de Pérgamo ‘retenían’ la doctrina de los ‘nicolaítas’ y otros la de Balaam; ambos eran infieles a Dios. Los que acaban de ser alabados por ‘retener’ el nombre de Jesucristo se juntan con los que ‘retienen’ otros nombres. ¿Quiénes eran Balac y Balaam?
Si releemos esa historia trágica en la vida de los israelitas, comprenderemos mejor la crítica del Señor
(6).
Balac, rey de Moab, consultó con gran ansiedad a un adivino de nombre Balaam
(7). El rey sabía de las proezas que Dios hacía con Israel y le tendió una trampa para vencerlo. Por su desobediencia Israel es castigado por Dios, muriendo 24 mil israelitas en medio del llanto desconsolado de todo el pueblo
(8).
¿Qué fue lo que originó este sangriento desastre?: La estrategia satánica que impulsa a los falsos profetas y falsos apóstoles a imponer falsas doctrinas apoyadas en la ambición humana.
Balaam sabía que los israelitas eran propensos a adoptar las costumbres paganas; y el rey Balac temía a Israel porque Dios siempre les hacia triunfar. Por ello, la estrategia diabólica tenía un doble objetivo:
a) De parte de Balac, impedir que Israel invadiese su territorio, lo dominase y pusiera fin a sus relajadas costumbres imponiéndoles su religión. Un rey siempre desea regir su pueblo sin interferencias.
b) De parte de Balaam, ser recompensado por el rey terrenal y quedar bien con el Dios de Israel.
Los israelitas demostraron su debilidad frente a los paganos a lo largo de su historia. El AT es un fiel registro de esta rebeldía por la que una y otra vez eran castigados y recibían nuevas oportunidades de parte de Elohim.
En resumen: podemos asegurar que entre los cristianos de Pérgamo había judíos conversos que practicaban hábitos paganos, pero presentándolos como inofensivas prácticas “cristianas”. Buscaban que los gentiles dejasen de lado el evangelio de Jesucristo, y apoyaban a falsos profetas para llevar al pueblo de Dios a su destrucción.
Esta artimaña satánica no desapareció, viene siendo aplicada a lo largo de la historia de la iglesia y sigue intacta entre nosotros; más ahora que estamos próximos a la venida de nuestro Señor Jesucristo. Como sabe bien que le queda poco tiempo, el diablo arremete con fuerza contra la iglesia del Señor, e intenta minarla desde adentro.
Este era el caso de Pérgamo, y también lo es en muchas iglesias de la actualidad, en distintas partes del mundo.
¿CÓMO SE DETECTA ESA FALSA DOCTRINA, HOY?
La lista de modas mundanas que exhiben algunas iglesias evangélicas y protestantes es larguísima y variada. A esas congregaciones que asumieron esas costumbres como ‘cristianas’ les resulta difícil comprender que son parte de la ‘doctrina de Balaam’. Para ellos no sólo son ‘normales’ e inofensivas sino de mucha bendición.
Por un lado, están los flemáticos conservadores: ‘nuestros abuelos lo hacían así ¿para qué cambiar?’
(9); y por el otro, los entusiastas que exclaman: ‘este es el nuevo mover del Espíritu Santo, antes del fin’
(10).
Dentro del culto principal de algunas iglesias ya es común la práctica del ‘pacto con Dios’, acto en el cual los asistentes son invitados a comprometer una suma de dinero mensual, para lo cual se les entregan sobres para sus ‘promesas solemnes’, con textos bíblicos alusivos impresos. Se les asegura bendición para quienes den más y, obviamente, la pérdida de ella –y aún el castigo divino- para quienes no pacten o no cumplan con lo pactado.
Hay cultos donde ‘profetisas’ ataviadas con largos vestidos blancos van danzando y hablando en idiomas desconocidas entre los asistentes; se acercan a algunos de ellos y les susurran ‘mensajes de Dios’ al oído. En otros, los pastores invitan a pasar al frente para imponer las manos, mientras sus colaboradores los asisten, para sostener a los que caen de espaldas por haber sido ‘tocados por el Espíritu’. El ambiente, saturado con alaridos confusos, embota los sentidos; algunas de esas manifestaciones incluyen trances de risa y carcajadas que duran desde varios minutos hasta horas, rugidos e imitaciones de distintos tipos de animales, según puede verse en un video público
(11). Al finalizar estos cultos, se aplaude y vitorea con entusiasmo; entre todos, comentan la experiencia y la comparan con otras, según códigos de valoración propios del denominado ‘mover del Espíritu’.
Otros ‘ministerios’ ofrecen sesiones para matrimonios y parejas de novios; aplican métodos de distintas escuelas psicológicas, dramatizaciones, ‘role-playing’, auto ayuda al estilo de la ‘Nueva Era’ y yoga. Todo ello mezclado con aconsejamiento pastoral y enseñanzas bíblicas. Otros organizan ‘reuniones especiales’, retiros espirituales y seminarios (tanto para hombres como mujeres por separado, en el formato de los que realiza el movimiento católico romano Opus Dei), en los que se pide a los asistentes el voto de secretismo
(12).
En un mundo cada vez más alienado de Dios muchos cristianos confunden ‘contextualización’ con paganizar al evangelio que es poder de Dios, anulando así la posibilidad de que otros pecadores tengan un encuentro personal con el Señor Jesucristo. A sabiendas o ignorándolo, muchos apostatan de la fe dentro de las iglesias.
Los ídolos del viejo mundo no se diferencian de los actuales, sólo que hoy, gracias a la adicción creada por los medios tecnológicos es más exitoso, si el éxito solo consistiese en captar el mayor número posible de adeptos.
La malévola enseñanza de Balaam estaba presente en Pérgamo; y lo está hoy en no pocas iglesias. Idolatrar es desplazar a Dios poniendo a otro (ser o cosa) en su lugar. Es fornicar espiritualmente; serle infiel a Dios.
La fornicación es abominación a Dios
(13).
Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca.
Si los responsables de que la iglesia haya sido contaminada con falsas doctrinas no se arrepienten, el Señor se encargará de hacer lo que ellos no hicieron. Nótese que Él promete pelear ‘contra ellos’. ¿Quiénes son ‘ellos’?
Sin ninguna duda ‘ellos’ son los falsos hermanos apañados por quienes se benefician reteniéndolos en la iglesia. Imagino que es cosa difícil para los líderes que los ‘ganaron’ tener que desprenderse de esos grupos numerosos. Nunca dejan de venir a las reuniones, cumplen con el programa de la iglesia, ofrendan puntualmente y son muy simpáticos, además. Aunque lleven una vida con dos estándares: el secular (privado) y el religioso (público), probablemente no serán amonestados y seguirán en la iglesia como si fueran verdaderos hijos e hijas de Dios.
Quienes opinen que así respetan el orden divino, no conocen aún al Señor peleando con la espada de su boca.
El Señor de la iglesia le está diciendo al encargado de velar por la doctrina de Jesucristo en Pérgamo que sí él no pone fin a los promotores de las falsas doctrinas en la iglesia, vendrá Él con su espada y dará cuenta de ellos.
¿Qué pastor que se precie, hoy día, en lugar de arrepentirse y depurar su rebaño esperará a que actúe el Señor?
¿Qué congregación que desee crecer en la fe y en el Espíritu, quedará impávida ante situaciones similares a las que vivía la iglesia en Pérgamo? ¿Obedeceremos a los pastores que no combaten el mal? ¿No haríamos mejor en obedecer a la recomendación apostólica y exigir a los responsables ponerle fin a las falsas doctrinas?
(14)
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
LA RECOMPENSA A LOS VENCEDORES
“Al que venciere, daré a comer del maná escondido, y le daré una piedrecita blanca, y en la piedrecita escrito un nombre nuevo, el cual ninguno conoce sino aquel que lo recibe.”(15)
La promesa al que venciere es doble: ser alimentado por el Señor y recibir un regalo con un nombre nuevo.
El maná escondido.Así como Dios alimentó con maná al pueblo de Israel por cuarenta años en su duro peregrinar por el desierto
(16), el Señor alimentará a la iglesia que se mantenga fiel a su Palabra y no se aparte de ella mientras de testimonio de su Señor en el mundo. Él es el pan del cielo (maná), el pan de vida, quien coma de él jamás pasará hambre, no morirá en la muerte segunda y tendrá vida eterna
(17).
El Señor ha escondido el maná de la ambición ilimitada de los avaros. Lo tiene reservado para los que disciernen entre lo pasajero y lo eterno; los que desechan por efímeras las falacias mundanas y la carnalidad humana. Sólo lo recibirán los que aman la Verdad revelada por el Espíritu, y pacientemente esperan en el Señor
(18).
Un nombre nuevo. En el centro mundial de las novedades, Pablo anunció en Atenas al ‘dios no conocido’
(19). Muchos entran a la iglesia como si fueran aquellos atenienses: buscando siempre algo nuevo que les saque del sopor existencial en el que han caído. Otros, los fracasados en los negocios del mundo, entran en la comunidad de fe ansiando ser prosperados materialmente, sentirse importantes, ser reconocidos, y ganar el cielo.
Dios, que no es hombre para que mienta ni hijo de hombre que se arrepienta
(20) no nos reformó a partir del hombre viejo; nos hizo nuevas criaturas en su Hijo para que dejemos atrás nuestra pasada manera de vivir:
“… de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”(21)
¿QUIÉNES SERÍAN CONSIDERADOS VENCEDORES EN PÉRGAMO?
Los que vencen son los que no caen en la incoherencia de una doble vida, en la que se mezcla lo mundano con lo espiritual; pues tienen claro qué es pagano y qué cristiano. Esos creyentes escudriñan las Escrituras –como hacían los de Berea- para saber si todo lo ‘nuevo’ es bíblico y todo lo ‘viejo’ no lo es.No nos asombre si fuésemos perseguidos a causa de ser calumniados por servir a Dios y no a las riquezas de este mundo, por ser amigos del Señor, y no del mundo al mismo tiempo
(22). Ser vencedores es soportar el ataque de los vencidos.
Los que viven en integridad delante del Señor y de los hombres no tienen inconvenientes en seguir el consejo apostólico que va dirigido al nuevo hombre y a la nueva mujer:
“…..despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad.” (23)
¿QUÉ SIGNIFICADO TIENE LA PIEDRECITA BLANCA?
No existe una sola interpretación sobre esta promesa del Señor al que venciere. Dada la característica especial de este libro - que es la gran cantidad de símbolos que contiene - no nos equivocaremos en cotejarlos siempre con lo que dice toda la Escritura y lo que aportan aquellos que conocen las costumbres de la época en que fuera escrito.
Una de esas costumbres era la de los tribunales, donde entregaban una piedrecilla blanca a los que eran hallados inocentes de los cargos en su contra y liberados, o una negra a los hallados culpables y condenados.
La comparación aquí es sencilla:
todos los que hayan confiado en Jesucristo para su salvación y retengan Su nombre serán absueltos cuando Él use la espada de su juicio. El que sabe que su salvación está asegurada por Jesucristo, se siente deudor de por vida por haber sido objeto de misericordia y vive sirviendo a Quien le salvó.
Otras famosas costumbres eran los juegos olímpicos que se practicaban en Pérgamo, y en Atenas. En la cultura griega se valoraba la excelencia en las artes, las ciencias y la destreza física.
Se premiaba a los atletas triunfantes con una piedra blanca. Aquí no podemos menos que recordar lo dicho por el apóstol Pablo a los corintios:
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible”(24). Y en la epístola a los hebreos:
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe”. (25)
El nuevo nombre escrito sobre la piedrecilla no deja de ser un enigma; pero llama la atención que en la carta a la iglesia en Filadelfia el Señor prometa al vencedor: “Y escribiré sobre él (…) mi nombre nuevo.”(26)
¿Será este el nombre que sólo conocerá aquél que lo reciba? Si así fuese ¿Cómo no anhelar que llegue ese día?
Padre nuestro: gracias por tu perfecta e inmerecida salvación. Líbranos de las falsas doctrinas y de fornicar por seguir lo que atrae a nuestros ojos, en lugar de procurar la visión de tu santidad. Muéstranos hoy la senda recta sin atajos que nos lleve a la meta. Tu Santo Espíritu nos guíe a agradarte siempre, por amor de tu Hijo. Amén.
En nuestra próxima: Carta a la iglesia en Tiatira, donde profetizaba Jezabel. Hasta entonces, si el Señor lo permite.
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Notas
1. Hechos 6:1-6
2. Apocalipsis 2:15
3. Romanos 13:1-3; las Escrituras dan gran importancia a la doctrina de la autoridad. Este es un tema a tener siempre presente por la iglesia, cuya autoridad es Jesucristo. Pablo les describe a los corintios el orden en que ocurrirá la llegada del Señor en busca de su iglesia y concluye: “luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia.” (1ª Corintios 15:24). Se refiere al mismo Hijo de Dios que entregó voluntariamente su vida en manos del gobernador Poncio Pilato a quien le hizo saber que toda autoridad viene de Dios Padre (Juan 19:10,11). Los apóstoles de Jesucristo recibieron autoridad para llevar el Evangelio por el mundo, y para establecer congregaciones de creyentes; sin esa autoridad su testimonio hubiese fracasado, y no habrían podido derribar todas las barreras que cayeron para que nosotros hoy creamos en Jesucristo como Rey de Reyes y Señor de Señores. Esto lo explica Pablo en 2ª Corintios 10:3-6
4. Hebreos 13:17
5. Apocalipsis 2:14
6. Números, capítulos 22 al 25
7. Balaam es visto en la Biblia tanto como adivino como profeta. Recomiendo leer el artículo sobre este tema escrito por Juan A. Monroy en P+D, cuyo link es: http://www.protestantedigital.com/ES/Blogs/articulo/2920/Balaam-profeta-o-adivino
8. Números 25:3-9
9. Estos se caracterizan por un legalismo recalcitrante solo semejante al de los judíos en los días de Jesús. Se ocupan de lo doctrinal en su aspecto literal, aunque no lo practiquen. El fariseísmo impuso la Ley, rechazó la doctrina de Jesucristo y decidió que fuese crucificado por enseñar una doctrina falsa. La muerte del Mesías justificó el principio legalista farisaico: ‘nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca’; Juan 11:47-53. En este sentido, se produce una dicotomía entre ‘lo material’ y ‘lo espiritual’. Una opinión al respecto es la de Iglesia Cristiana Evangélica Reformada, Santa Tecla, El Salvador (facebook): “Hemos dejado que se cuelen en nuestro entorno muchos pecados sociales a los que no sólo no hemos dado importancia, sino que a veces hemos jaleado en nuestras iglesias. Pocas veces se oye en el púlpito hablar de la usura, los pecados contra el medio ambiente, los fraudes de todo tipo, etc. A veces parece que sólo tenemos una clase de pecados, sólo luchamos contra algunos temas como el aborto, la ley de matrimonio igualitario, y algunas cosillas así, pero poco clamamos contra la especulación, tanto inmobiliaria como financiera que hemos visto florecer en nuestro entorno“.
10. Son los que interpretan que esta es la ‘dispensación del Espíritu Santo’ en la que predominan las señales y milagros; que nada que tenga que ver con lo terrenal puede sacar a la iglesia del estado sobrenatural en que vive, apartada de toda contaminación del mundo.
11. “Risa santa, borrachera espiritual, kundalini”(concepto presente en doctrinas como gnosticismo, yoga, tantra, budismo, taoísmo y sijismo); link: http://blip.tv/lecturabiblica/risa-santa-borrachera-espiritual-kundalini-apostas%C3%ADa-y-falso-ministerio-4133912
12. Una opinión acerca de los G 12 de César Castellanos Link: http://www.centrorey.org/g12_5.html
13. Hay 140 citas en la Biblia sobre lo que es abominación a Dios. Apocalipsis 21:27 afirma de la ciudad celestial: “No entrará en ella ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.” He participado en cultos con liturgias centenarias, y otros que se desarrollan en salas perfumadas con sahumerios y decoradas con flores, pinturas alegóricas y velas. He sido invitado a iglesias donde el ‘apóstol ungido’ incorporó liturgias judaicas en las reuniones, desplegando banderolas y estandartes ‘cristianos’ con textos del AT y caracteres en hebreo. Hay otros cultos que compiten con famosos programas de TV, con una bien equipada orquesta ejecutando música secular (cumbia, salsa, cuartetazo, lambada, tango, heavy metal, reggae, reggaetón, rap, hip-hop, entre otras) y con participación del coro con solistas que se alternan contoneándose con aquellos ritmos al interpretar letras ‘cristianas’. ¿Qué de todo esto es agradable a los ojos de Dios y qué no es más que abominación a Él?
14. 1ª Timoteo 5:19-21
15. Apocalipsis 2:
16. Éxodo 16:35; Números 11:7,9; Josué 5:9; Juan 6:31,49; 47-51
17. Juan 6:35,48
18. Salmos 40:1; Lucas 21:19; Romanos 5:3,4; Hebreos 10:36; Santiago 1:3,4; 5:7-11;
19. Hechos 17:19-23
20. Números 23:19
21. 2ª Corintios 5:17
22. Mateo 6:24; Lucas 16:13; 1ª Timoteo 6:10; Santiago 4:2
23. Efesios 4:22-24
24. 1ª Corintios 9:24; comparar con Filipenses 3:14; Colosenses 2:18; 2ª Timoteo 2:5
25. Hebreos 12:1,2
26. Apocalipsis 3:12
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