La formación de los Estados Pontificios

El poder de Bizancio en la Península Itálica puso al papado en la tesitura de crear su propio estado. A la larga, el mezclar el poder temporal y espiritual se convertiría en un problema político y religioso que se extendería hasta mediados del siglo XX.

Las palabras de Gregorio el Grande fueron las últimas que los papas pronunciaron durante siglos en contra de concentrar bajo su trono poder temporal y espiritual. A partir del siglo VIII, en ocasiones presionados por Bizancio, que intentaba recuperar los viejos territorios de Roma, en otras por peligros de ejércitos bárbaros, el poder del Papa como príncipe se acentuó hasta la creación de un estado propio.Aunque la fecha es incierta, aproximadamente entre los años 728 a 742 este poder se terminaría de fraguar.

El rey de los lombardos, Liutprando, intentó hacer en Italia una monarquía católica-lombarda.El principal impedimento en este sentido fue la ocupación de los bizantinos de la parte sur de la península. Para complicar aún más las cosas, entre la Iglesia de Constantinopla y la de Roma, un movimiento iconoclasta apoyado por el mismo emperador León III, quería destruir todas las imágenes que había en las iglesias del imperio, incluidas las que se encontraban en la misma basílica de San Pedro de Roma.

Liutprando atacó desde Rávena a los bizantinos, a pesar de la oposición inicial de Gregorio II. El papa prefería una Italia divida en la que pudiera tener más peso político, que estar sometido a un rey lombardo. Al final, Liutprando, para ganarse el favor del papa Gregorio II le cedió la ciudad de Sutri, en el año 728. Desde ese momento, muchos hablaron de un Patrimonio Petri[1].

No fue hasta el reinado de Pipino, rey de los francos, que el patrimonio del Papa se amplió de manera notable, ya que este monarca entregó al Papa el dominio de Italia central, sobre todo de la Romaña y Las Marcas.

Mientras el papa Esteban II intentaba consolidar esos territorios temporales, el monarca lombardo Astolfo atacó Roma. De nada sirvieron los intentos del Papa para intentar frenar su inminente asalto, por lo que el Papa pidió auxilio al rey de los francos.

La derrota de los lombardos permitió la creación en el año 754 la formación del Estado pontificio. En 777, el papa Adriano I reclutaría su primer ejército, convirtiéndose en un rey más de la turbulenta época medieval.

La creación de los Estados Pontificios surgió en una época de grandes turbulencias políticas, su formación antepuso los intereses de seguridad y estabilidad del propio Obispo de Roma a los de una Cristiandad Occidental dividida y dispersa, que sufriría durante siglos los avatares de los reinos bárbaros que los habían invadido.

Continuará