El mundo católico romano celebró esta semana el nombramiento del nuevo papa, Francisco. Fue una sorpresa siendo que él ni estaba en la lista de los supuestos papables. Su ascensión parece indicar que los cardenales quieren enfocar hacia el futuro y no hacia las crisis que tanto han afectado a la Iglesia Católica Romana. Jorge Mario Bergoglio es el primer papa que no es del hemisferio norte, es el primer jesuita y el primero de las Américas.
Francisco tiene el potencial de ser un puente entre la iglesia del norte en crisis y la iglesia creciente del sur. Al ser hijo de inmigrante italianos y de un país, Argentina, de tanta migración europea relativamente reciente,
él es el tipo de candidato que puede conectar la iglesia antigua de Europa con la iglesia joven del sur. Pero también representa al mundo mayoritario. Mientras la iglesia católica en Europa está en crisis, está creciendo en el sur. Francisco cambia la cara de la iglesia católica y le da la oportunidad de enfocar en las iglesias crecientes del sur donde viven el 80% de los católicos del mundo.
El nuevo papa refleja una línea que incomoda tanto a derecha como a izquierda. Su teología sigue la línea conservadora de los últimos dos papasy ha luchado fuertemente contra el matrimonio del mismo género en Argentina. Sin embargo, también tiene una fuerte consciencia social. Ha confrontado el capitalismo global y la distribución injusta de los bienes en América Latina. Ha tenido el valor de predicarle directamente a las élites políticas argentinas, particularmente a la administración actual. (Por otro lado, también existen acusaciones contra él por la manera que trató con las autoridades durante la guerra sucia en Argentina.)
La gran mayoría de las reacciones iniciales han sido positivas. Voces tan dispares como el teólogo de liberación Leonardo Boff y las alianzas evangélicas de Argentina respondieron positivamente a su nombramiento. Desarrolló buenas relaciones con las iglesias evangélicas y demostró su compromiso con los pobres y la justicia social durante su tiempo como cardenal en Buenos Aires.
Todavía no ha pasado una semana desde que fue electo y ya ha hecho varias cosas que dan a entender que será un papa muy diferente. No ha utilizado los símbolos de poder del papado y ha dado a entender que va a seguir viviendo la vida sencilla que llevado hasta ahora. Y en su primer sermón a los cardenales les llamó a reconocer que si la Iglesia Católica Romana no cambia podría terminar siendo meramente una ONG de compasión, o digna de compasión.
Sospecho que el papado de Francisco será definido por el nombre papal que tomó. Por un lado se parecerá a Francisco de Asís, quien recibió el llamado a reconstruir la casa de Dios y de caminar con los pobres y los pequeños. Pero también tendrá una voz profética que confrontará a las autoridades al estilo de Francisco Xavier, el jesuita.
Es muy probable que Francisco sea un papa dispuesto a reformar a la iglesia, a caminar con los pobres, pero también a denunciar a los poderosos. Si logra dirigir a la Iglesia Católica Romana en esa dirección su papado será impactante.
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