Mayte Lanero: Más de 3 millones de niños peruanos trabajan

Hoy nos vamos hasta Barcelona para charlar con Mayte Lanero, licenciada en Psicopedagogía.

También tiene una diplomatura en Educación Social y ha realizado estudios online en la Escuela de Misiones All Nations, en Inglaterra. Después de varios años de desarrollo profesional en Estados Unidos y en España, colaboró durante dos años en Turmanyé, asociación que es apoyada desde España por Alianza Solidaria, brazo social de la Alianza Evangélica Española.

Mayte sueña con ver a niños y familias en riesgo y exclusión social transformados de forma integral por el poder del Evangelio. Por eso quiere volver a Huaraz, Perú.

Pregunta.- Hola Mayte. ¿Cuándo tomaste la decisión de servir a Dios?
Respuesta.- Participé, por primera vez, como adolescente en una actividad de ayuda social y misionera para Rumanía, organizada por mi iglesia local. Esta experiencia me acercó al Evangelio, y, poco después, conocí personalmente a Jesús, quien transformó mi vida. Desde entonces, he buscado oportunidades de integrar la evangelización con mi profesión. Gracias a mi implicación en los Grupos Bíblicos Universitarios (GBU), durante la carrera en la universidad, entendí claramentela importancia deintegrarmi fe y mi trabajo, reconociendo que mi carrera profesional y trabajo son parte de mi servicio a Dios. Posteriormente, en el año 2008, colaboré en el programa Turmanyé de Alianza Solidaria.

P.- Has estado, durante dos años, colaborando como voluntaria en el programa Turmanyé apoyado por Alianza Solidaria. ¿Por qué en Perú y en este ministerio en concreto?
R.- Tenía muchas ganas de visitar una organización cristiana que trabajara con la infancia en riesgo, y colaborar como voluntaria, en cualquier país de Latinoamérica. Así que, colaborar con Turmanyé me pareció una buena opción, ya que conocía algo de su trayectoria; y Dios me permitió viajar a Huaraz durante el verano de 2008. Después vi cómo, poco a poco, Dios me abría puertas para cumplir un deseo que empezó años atrás: servirle como profesional entre infancia y familias en riesgo, con una organización cristiana, en un país menos desarrollado que España.

P.- ¿Podrías darnos una panorámica de la realidad de este país y del departamento de Ancash (o lo equivalente en España, región de Ancash), donde se encuentra la ciudad de Huaraz, para así situar a nuestros lectores?
R.-Perú tiene una población de 29.549.517 habitantes, aproximadamente. Más del 36% de la población son menores de 17 años. De éstos, alrededor del 60% vive en situación de pobreza. Más de tres millones de niños trabajan. En Ancash, el 30% de los niños vive en situación de pobreza; el 33% menores de 5 años sufren desnutrición; el 50% menores de 5 años sufre anemia; el 40% entre 6-11 años realizan trabajos que entrañan peligro para sus vidas. Persiste un índice alto de abandono y maltrato infantil en una cultura donde la figura paterna a menudo está ausente, el alcoholismo es un problema persistente y donde la mujer no tiene oportunidades de formación y desarrollo profesional. El gobierno de la región no se responsabiliza ni se involucra para ofrecer recursos residenciales, ni otros recursos de protección alternativos para niños y adolescentes en situación de abandono o desamparo. Además, en ocasiones, se producen situaciones de ilegalidad como robo, regalo y venta de niños.

P.- Turmanyé tiene su sede en la ciudad de Huaraz. ¿En qué áreas y cómo se desarrolla, y cuáles las vías por las que se canaliza la ayuda desde España?
R.- Turmanyé es la contraparte local de Alianza Solidaria en Perú. Alianza Solidaria es el brazo social de la Alianza Evangélica Española (www.alianzasolidaria.org). El trabajo de Turmanyé se sostiene mayormente mediante donativos que recauda y canaliza Alianza Solidaria. Turmanyées una organización comprometida, desde el año 2000, con la búsqueda de la transformación integral de la población en alto riesgo social en la provincia de Huaraz, Perú.


Desarrolla diferentes programas: Casa-hogar para niños en situación de abandono, programa Comedor-Niños trabajadores de la calle, Tejidos Turmanyé, Centro ocupacional y Programa comunitario entre los quechuas.

P.- ¿En qué situación llegan los niños que acoge la Asociación Turmanyé?
R.-Depende de cada niño. Hay niños que han sido abandonados en el hospital, otros han sido maltratados por sus progenitores. Recuerdo específicamente a un niño que llegó muy sucio a la Casa-Hogar porque había vivido durante un tiempo en la calle. En otros casos, vi de forma evidente las secuelas del abuso, así como el sufrimiento emocional que éste conlleva para muchos de los niños en situación de riesgo social.

P.- ¿Es que las instituciones del Estado no se dan abasto para paliar el estado dramático de gran parte de la infancia en la ciudad de Huaraz?
R.-Las instituciones públicas de la zona prácticamente no se responsabilizan de esta problemática, pues no disponen de recursos suficientes, ni de una estructura organizada de servicios sociales para atender el alto porcentaje de niños y familias en riesgo. Las fiscalías y jueces de familia siguen solicitando el ingreso de niños en situación de abandono en la Casa-Hogar, y en ocasiones no nos es posible atender a tanta demanda por falta de recursos.

P.- ¿Piensas que el tema de atender las necesidades físicas y emocionales son vitales para acompañar a la evangelización? Cuando leemos los evangelios vemos que Jesús se preocupaba por la integralidad del hombre.
R.- Creo que lo más importante es tener una visión Bíblica sobre la misión integral, la necesidad de atender tanto las necesidades espirituales como las materiales. Es evidente que Dios se preocupa por la situación espiritual, social y material de las personas. Lo podemos constatar tanto en el Antiguo Testamento, desde la liberación del pueblo de Israel de Egipto, como vemos en el libro de Éxodo, en los capítulos 4 al 15, o la denuncia por parte de muchos profetas ante la idolatría e injusticia social cometida por Israel y Judá (Isaías 58:6-14 y Jeremías 5:26-31), como en el Nuevo, que nos muestra a un Jesús preocupado por las necesidades físicas y espirituales. La realidad del Reino de Dios, cuando sea manifestado completamente, implicará la salvación y la transformación completa de los hijos de Dios, que han puesto su fe en Jesús, y también de su creación material.

P.- ¿Qué destacarías de tu estancia y trabajo con los niños de la Asociación? Según tengo entendido, tu labor se orientó al programa Chicos trabajadores de la calle…
R.-Colaboré con el programa Casa-Hogar y el programa Chicos trabajadores de la calle. Me impactó ver cómo Dios está buscando la salvación y la sanidad de la infancia y familias en riesgo; cómo responde a nuestras oraciones, provee a nivel material, y da oportunidades para que le conozcan. A la vez, sigo aprendiendo que, en muchos casos, la transformación de las personas y de las familias es un camino lento y complejo. Creer en Jesús no implica que todas las dificultades y las consecuencias del pecado se solucionen de forma completa e inmediata. Nosotros mismos, en medio de nuestras limitaciones, como vasos de barro, imperfectos, Dios nos ama, nos usa y nos escucha: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en toda tribulación nuestra, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier aflicción con el consuelo con que nosotros mismos somos consolados por Dios”2 Corintios 1:3-4.

P.- Hay más de mil millones de hambrientos en el mundo, ¿vale la pena marcar la diferencia en la vida de un niño?
R.-Sí, Jesús murió por cada uno de ellos y quiere salvarlos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna” Juan 3:16. Jesús dijo: “Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios” Marcos 10:14. Y Jesús también dijo: “Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero, y me recibisteis” Mateo 25:35.

P.- ¿Cuál es la misión de la Iglesia en este siglo XXI?
R.-Pensando en la misión de la Iglesia, me identifico con las palabras de Jesús: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” Mateo 5:13-16.

P.- ¿Cómo piensas que se puede sensibilizar a los más jóvenes frente a la pobreza?
R.-Siendo creativos y compartiendo con ellos el mensaje del Evangelio, mediante la amistad, o incluso dándoles oportunidades de participar en iniciativas de ayuda social. Saliendo de nuestra comodidad, y arriesgándonos a hablarles de Jesús en la calle, en la universidad, en el trabajo, en el gimnasio, donde sea. Conocer el Evangelio es lo único que puede transformarles radicalmente y hacerles personas que aman a las naciones con el Amor de Dios.

P.- Si alguien desea colaborar como voluntario en Turmanyé, ¿dónde puede informarse?
R.-Para realizar voluntariado puede dirigirse a Alianza Solidaria.
También puede ponerse en contacto con la misión Latin Link (www.latinlink.org), agencia misionera que forma y envía a misioneros a América Latina, y que tiene oficinas en el Reino Unido y en Suiza.


P.- ¿De qué otras formas se puede apoyar?
R.-Ante todo, y muy importante: orando por el ministerio de Turmanyé y por todos los que colaboramos. También se puede apoyar mediante ayuda económica; el trabajo de Turmanyé se sostiene mayormente mediante donativos que recauda y canaliza Alianza Solidaria. O viniendo a Huaraz, y colaborando como voluntario con Turmanyé, como mínimo dos meses.

P.-Sé que pretendes volver a servir en Perú. ¿Qué te motiva?
R.-Disfruté mucho trabajando con Turmanyé. Fue un sueño hecho realidad poder integrar mi formación como educadora con la obra misionera con niños y familias en riesgo social en un país como Perú. Allí existe apertura social y cultural al Evangelio y, a la vez, mucha necesidad de trabajo con la población en riesgo. Después de un tiempo de oración, reflexión y conversación con los responsables de mi iglesia local, responsables de Alianza solidaria y Latin Link [www.latinlink.com] (agencia británica misionera), así como con hermanos y amigos maduros en la fe, veo confirmado el llamado de Dios. Y si Dios lo permite, iniciaré una nueva etapa de colaboración con el programaTurmanyé en los próximos meses.

P.- ¿Tienes la ayuda necesaria?
R.-En estos momentos no dispongo de la ayuda necesaria para volver a colaborar con Turmanyé como misionera y educadora social. Estoy en el proceso de informar a iglesias y personas que tengan interés en apoyarme con el sostenimiento. Y sobre todo, quiero confiar en Dios. Cuando Él llama, Él provee.

P.- Si alguna persona o iglesia desean apoyarte, ¿cómo pueden hacerlo?
R.-Puede contactar conmigo ([email protected]) y con Alianza Solidaria en: C/ Santa Otilia 27-29, Esc. A, Local. 08032 Barcelona España. T.: +34 93 420 80 72
E-mail: [email protected] / www.alianzasolidaria.org. Quien lo desee puede recibir información periódica con motivos de oración y de la labor que estaré realizando.

Finaliza la entrevista. Gracias, Mayte, por sensibilizarnos ante la situación de los niños que viven en condiciones de extrema pobreza, careciendo de la dignidad a la que todo ser humano tiene derecho. En sus rostros podemos ver las secuelas de la miseria, la violencia, el abandono, la madurez prematura, la falta de amor, de Dios… Que Él abra el camino que te lleve a atender el llamado de los más necesitados.