La oración sacerdotal del Señor Jesús en Juan 17 es reconocida unánimemente como uno de los textos fundamentales, por no decir el texto por excelencia, cuando se trata de la unidad de los cristianos.
En la misma nuestro Señor ora al Padre para que sus discípulos sean uno y el modelo de su unidad es la vida relacional de las personas de la Trinidad. Como el Padre y el Hijo son uno, así se ora para que la unidad de los cristianos sea “como” el Dios Trino es uno.
El consenso se altera y finalmente se rompe cuando los diferentes grupos de cristianos explican detalladamente como debería ser esta unidad y como debería vivirse.
Una de las polémicas gira en torno a la cuestión de si esta unidad debe ser “visible”.
Y no es el hecho de que la unidad de los cristianos debería ser visible lo que está en discusión.
Es cuando se habla de la clase de “visibilidad” que es requerida por la oración del Señor donde los cristianos empiezan a discrepar.
En su discurso a los participantes a la Asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos (15 Noviembre 2012), el Papa Benedicto XVI se reafirmó en la idea fundamental católico romana acerca de la necesaria visibilidad de la unidad de los cristianos: “No debemos olvidar que el objetivo del ecumenismo es la unidad visible entre los cristianos divididos”.
El Papa explicó más adelante que “es en la plena comunión en la fe, en los sacramentos y en el ministerio, que llegará a ser concretamente evidente el poder presente y activo de Dios en el mundo”.
La visibilidad es, por tanto, un triple logro mediante el cual hay unidad en la profesión de la fe, unidad en la celebración de los sacramentos y unidad en el reconocimiento del mismo orden ministerial.
I.- JUAN 17 Y LA VISIÓN CATÓLICO ROMANA DE LA UNIDAD
La misma convicción de Benedicto XVI fue defendida por el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, en una reciente conferencia pronunciada en la Pontifica Universidad Lateranense (11 Diciembre 2012) titulada “La Unidad: ¿Ilusión o promesa?”.
La conferencia fue un comentario erudito sobre Juan 17, que el Cardenal Koch dividió en seis partes. Según Juan 17, como lo leyó Koch, la unidad de los cristianos tiene seis dimensiones: la espiritual, la visible, la Trinitaria, la escatológica, la misionera y la martirológica (o sea, la unidad de los mártires cristianos).
Lo que interesa aquí es que Koch insistió en la dimensión visible de la unidad por la cual Jesús oró y que está arraigada en la vida Trinitaria. Puesto que la Iglesia es “el icono de la Trinidad”, así su unidad refleja la unidad de la Trinidad.
Koch subrayó el hecho de que la unidad de los cristianos no puede ser “invisible” sino que siempre debería reconocerse en la triple forma habitual: profesión de fe común, sacramentos comunes y ministerio común.
En otras palabras, para que la unidad sea una unidad Trinitaria es necesaria la Iglesia Católico romana, que ha guardado los sacramentos en su integridad y ha transmitido el ministerio en la adecuada sucesión apostólica.
La visibilidad de la unidad Trinitaria requiere y exige la Iglesia institucional (católico romana), su jerarquía y su vida sacramental. Desde esta perspectiva, otras formas de unidad de los cristianos son imperfectas y parciales debido a que carecen de los sacramentos y del ministerio (católico romanos). Según este parecer, la visibilidad de la unidad se conseguirá cuando las demás iglesias y comuniones eclesiales abracen no solamente la común profesión de fe, sino también los sacramentos y el sacerdocio católico romano.
¿Esta forma de entender la visibilidad de la unidad se deriva de la vida Trinitaria como se halla en Juan 17? Es difícil leer este capítulo y concluir que la referencia a la Trinidad como el modelo para la unidad de los cristianos se refiere a la jerarquía y al ministerio sacramental. Estos últimos parecen dimensiones añadidas que son quintaesenciales para el entendimiento de la unidad por parte de la Iglesia católico romana, pero es difícil remontarse a la vida Trinitaria
per se.
[i]
II.- UNA OPINIÓN MÁS BÍBLICA DE LA UNIDAD VISIBLE
Mientras escuchaba al Cardenal Koch, me vino a la mente otra lectura de Juan 17 como base de la unidad de los cristianos. Recordé los sermones de 1962 sobre dicho pasaje por parte de Martyn Lloyd-Jones (1899-1981) que posteriormente fueron publicados.
[ii]
Los contenidos de Koch y Lloyd-Jones son muy diferentes, aunque la comparación es sugerente.
De la oración sacerdotal de Jesús, Lloyd-Jones argumenta que la unidad abraza a aquellos que han sido dados a Jesús por el Padre porque han creído en El. En primer lugar, la unidad es la unidad de los que creen en Jesucristo (17:6-10), no la unidad de los bautizados como sugiere el punto de vista ecuménico.
Una persona puede estar bautizada y, sin embargo, no ser un creyente. La unidad de los cristianos se aplica a este último, no necesariamente al primero.
Según la interpretación de Lloyd-Jones de este pasaje,
la unidad de los cristianos comienza dentro y luego se elabora hacia el exterior. Es principalmente invisible e interna, aunque se manifieste de forma visible. El fundamento Trinitario habla de la profundidad y del alcance de esta unión, pero no revela ninguna ruta institucional en la que sea obligado expresarse.
La interpretación del texto indica que ni una forma particular de sucesión apostólica ni ningún sistema sacramental o jerárquico puede derivarse de la Trinidad en sí misma como si fuera el modelo único, absoluto o perfecto de la unidad de los cristianos.
La unidad se basa en la verdad de la Palabra de Dios (17:16) y está dirigida a testificar al mundo (17:21).
La visibilidad de la unidad, con lo importante que es, depende de la realidad espiritual, la cual es un reflejo de la vida Trinitaria y es, sobre todo, un don para los creyentes en Jesucristo a fin de que los demás también vengan a El.
III.- EPÍLOGO Y CONCLUSIÓN
En un aparte, después de la conferencia del Cardenal Koch se hizo una oración para la unidad de los cristianos con una intercesión final a María y una canción titulada “María, tú eres muestra madre” que decía “…tú (María) eres nuestra abogada… Reina de la paz”.
Incluso en un evento ecuménico como éste no existió una apología común para las creencias profundamente sentidas por todos los que creen en Jesús.
En definitiva, el ecumenismo católico romano no se dirige a reducir las demandas del catolicismo del Vaticano viajando a lo común de la fe en Jesucristo, sino que busca la forma de aplicar a todos los cristianos los principios y dogmas católico-romanos.
[i] El intento de leer de nuevo en la Trinidad una visión particular de la iglesia (y por consiguiente de su unidad visible) es muy extenso. En su libro
After our Likeness. The Church as the Image of the Trinity (Conforme a nuestra semejanza: la Iglesia como la imagen de la Trinidad) (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1998) Miroslav Volf habla sobre el hecho de que Zizioulas, Ratzinger y él mismo reivindican que su respectiva eclesiología se deriva de la Trinidad.
[ii] The Basis of Christian Unity. An Exposition of John 17 and Ephesians 4 (La base de la Unidad de los Cristianos: Una exposición de Juan 17 y Efesios 4) (London: Inter-Varsity Press, 1962).
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