Rescatados por la memoria

Con estasnotas sobre el pasado segundo congreso internacional Reforma Protestante Española: Calvino y el Federalismo, ya indico el próximo que, d. v., se realizará por estas mismas fechas, y que corresponderá a Religiosidad Conversa y Reforma Española. Aunque el espacio mayor es propio de “judeoconversos”, se ha querido dejar lugar también para conversos del Islam.

De este que ya concluyó, quiero resaltar el clima de libertad y excelencia de investigación. Mucho aprendido, mucho por aprender: todos en el mismo clima de honra por la libertad.

Con estos congresos y actividades académicas parece que estamos rescatando la memoria del pasado. Importante sin duda, pero debemos reconocer que cualquier actividad en esa dirección no es sino el resultado de la fuerza y vida de esa misma memoria, es decir, realmente somos nosotros los que estamos siendo rescatados por esa memoria.

El fruto de nuestros padres que lucharon por su fe y con sus lágrimas regaron la semilla que hoy recogemos. Otros, a esas semillas las ocultaron bajo las cenizas del fuego de la persecución (como siguen haciendo hoy en muchos lugares), pero esas cenizas no las han destruido sino que le han servido de nutriente (así ocurre con toda adversidad cuando la toma en sus manos quien con sus manos en la cruz nos limpió de nuestra muerte).

Tiene sentido nuestra existencia, para la libertad y la vida, en relación con esa memoria de libertad y de vida. Por eso, gratitud a nuestro Dios por colocarnos en la mesa de esa memoria, para ser comensales con todos los que por la libertad y la vida viven y luchan: los redimidos, los que, por la cruz, pasamos de la esclavitud a la libertad en la pascua permanente del Mesías, los que juntos celebramos la fiesta de la cosecha, de los frutos de la tierra: solo frutos en tanto que compartidos, en tanto que asumidos en libertad y por ella luchando.

Esa memoria del pasado es nuestro presente: por ella hemos sido rescatados. Gracias. Gracias a los que antes fueron. Gracias a los que han de ser en el futuro, y que por ellos hemos sido llevados a nuestro trabajo presente. Somos por los que antes fueron y por los que serán. Parte de un pueblo que es fruto de la cruz, de la cruz de aquel por quien todo fue hecho.

Miserables éramos, cómplices de los que matan la vida y esclavizan la libertad. Pero hemos sido redimidos.

Miserables son los que hoy matan la vida y esclavizan la libertad. No venceréis. La memoria os derrota. La cruz os ha condenado. Es tiempo de libertad: vivid, acudid al Redentor, pedid vida y libertad. Entonces os juntaréis con nosotros en la pascua de liberación; si queréis seguir matando, os quedáis en la esclavitud.

En nuestra tierra ya suena el evangelio de la libertad. Ya suena, porque antes sonó.