El Señor Jesús está llamando

Cuando Dios me llamó al ministerio fue de una forma milagrosa. Tenía 15 años cuando escuché la voz audible de Dios quien me llamó a servirle y específicamente a servir entre la comunidad latina. Nunca he tenido otra experiencia similar en mi vida, pero el mensaje fue claro.

Ese llamado ha marcado mi vida y me ha orientado y sostenido a través de penas y dificultades por casi 40 años de ministerio público.

Creo que es por eso que este himno fue de tanto impacto sobre mi vida.

La idea de que Dios llamara, al estilo de Isaías, de una forma tan clara, me atrajo a este canto. Aunque no soy cantante, ni mucho menos, lo canté varias veces en cultos públicos durante mi juventud. Yo anhelaba lo que este canto relata para otras personas.

EL SEÑOR JESÚS ESTA LLAMANDO
El señor Jesús está llamando
quién al campo a trabajar irá
quién ira buscando a los perdidos
quién la senda les enseñará

CORO
Háblame, oh háblame
y heme aquí, responderé, Señor
háblame te diré
heme aquí, oh envíame, Señor

Cuando el trozo de carbón ardiente
al profeta fiel purificó
al oír la voz que lellamaba
Mándame, Señor, él respondió

Hay millones que en pecado mueren
escuchad su llanto de dolor
Acudir con tiempo a rescatarles
quién dirá, oh envíame, Señor

Pronto el tiempo de la siegapasa
Pronto iremos al celeste Edén
Ojalá que aquel solemne día
Cristo allí nos diga: Hiciste bien

A través de los años he aprendido que Dios nos llama de muchas diferentes maneras. Algunos tenemos experiencias milagrosas que marcan el resto de nuestras vidas, mientras otros se dan cuenta en el proceso de servir y ministrar que Dios les ha llamado.

Sin embargo, oro por una generación de jóvenes que tengan un llamado tan claro y milagroso que marque el resto de sus vidas. Cada generación necesita a mujeres y hombres que, como Isaías, que estén atentos a la voz del Señor y sepan responder “heme aquí, envíame a mí.”

En mi tarea como profesor de un seminario constantemente escucho testimonios que me recuerdan que Dios sigue llamando a personas a servirle. Cada generación confronta retos diferentes al pensar en la tarea, pero Dios sigue buscando a quienes sepan identificar y obedecer a su voz. Cada llamado nuevo confirma el llamado divino sobre mi propia vida.

Así que, aunque no quiero asustar a nadie con mi canto, hoy recuerdo este himno de mi juventud y lo canto, de nuevo, como una oración.

Así que, si al estar leyendo esta nota escucha una voz un poco desafinada recuerde que es mi oración delante del Señor. “El Señor Jesús está llamando…..”