Hablamos con Elisabet Rodríguez de Castro, presidenta de la AMPE y pastora fundadora de la Misión Carismática Internacional en España. Además, es licenciada en Teología por la Christian University for the Nations CUN (Los Angeles-CA, EEUU) y ha realizado una Maestría en ministerios pastorales.
Actualmente trabaja como Perito Judicial, es Maestra de Capacitación y Liderazgo Cristiano y vocal del Área Política de OCI, de la Alianza Evangélica Española (AEE).
La
Asociación de Madres y Padres Evangélicos (AMPE), está siendo una referencia más en temas de ética educativa en nuestra sociedad. Aspiran a ser “una voz autorizada y una entidad a consultar”. Entre sus fines están los de representar y defender los derechos y deberes de las familias en materia de educación y escolarización de sus hijos; investigar los problemas de las familias y generar soluciones en cuanto afecten a la educación de sus hijos; participar como órgano de representación de los intereses de los padres y tutores en todos los lugares donde se decida la política educativa y familiar; promover y defender el derecho de los padres a elegir la educación religiosa en los centros educativos…, etc.Con esta asociación pretenden entrar en el debate educativo social con una voz evangélica, seguros de que pueden tener un papel importante como agentes de cambio en la sociedad.
Pregunta.- Acabáis de crear AMPE (Asociación de Madres y Padres Evangélicos). ¿Qué os movió a impulsar esta iniciativa?
Respuesta.-Cuando empezamos a engendrar el proyecto de lo que daría a luz AMPE, nos dimos cuenta que había un vacío en la representación de madres y padres evangélicos, que así “como ya habían voces católicas, musulmanas, judías o laicas”, no disponíamos de un espacio donde se definieran nuestras posturas como padres y madres, como familias.
Entendimos que, como cristianos, podemos tener un papel muy importante en nuestra sociedad, y que no podíamos seguir ignorándolo y seguir como observadores pasivos en medio de nuestra generación.
Hubieron ocasiones en las que sabíamos que no se había representado nuestra voz lo suficiente ante inquietantes situaciones que habíamos vivido, tanto en los medios de comunicación como en el ámbito educativo en nuestro país en los últimos años y fue ello lo que nos hizo darnos cuenta de la necesidad de crear un
“órgano de representación de los intereses de los padres en todos los lugares donde se decidiera la política educativa y familiar”.
P.- ¿Es que antes los padres evangélicos no podían manifestar, como colectivo, sus ideas, opiniones, críticas, para mejorar la educación de sus hijos, tanto en el ámbito evangélico como en el ámbito secular?
R.-En este ámbito no existía nada. Por ello
uno de los principales objetivos de nuestra asociación es el de normalizar nuestra presencia evangélica en la sociedad en el área de la representación de padres, tutores y alumnos evangélicos.
Nuestra voz ha de ser alzada de acuerdo a nuestras convicciones morales y espirituales. Si no lo hemos hecho durante muchos años, es porque pensábamos que se podía hacer poco, y ahora es el momento de participar.
Tenemos la capacidad, las convicciones y las personas para ello.
P.- ¿Habéis logrado formar un equipo multidisciplinar que viabilice el desarrollo de este proyecto?
R.-Sí, ha sido espectacular el respaldo que hemos recibido en el momento de poner en marcha el proyecto. Contamos con personas que, no es solo la credibilidad que tienen a nivel evangélico, sino que también son autoridad en el campo de la educación y la familia. Su compromiso, su profesionalidad y su fe han podido hacer realidad este proyecto.
En esta asociación me acompañan en la Junta Directiva un
amplio equipo de trabajo en el que figuran reconocidas personalidades del ámbito evangélico español, entre ellos Juan Varela, como Secretario General (Orientador familiar, presidente de Familia a Familia y Director de INFFA – Instituto de Formación Familiar), Marcos Zapata como Vicepresidente (Terapeuta Familiar, pastor y miembro de la Junta Directiva del movimiento nacional Buenas Noticias en Lugo), Lidia Martín (psicóloga y fundadora de Prevvia), Jaume Llenas (Pastor, licenciado en Derecho y Secretario General de la Alianza Evangélica Española). Muchos se van sumando.
Tanto así, que hemos decidido crear, lo que se le va a denominar Junta Consultiva, que estará formada por un número importante de personas relacionadas con el ámbito educativo, formativo y familiar. Personas reconocidas mediáticamente en nuestro entorno evangélico y que han mostrado su inquietud por formar parte de este proyecto, como lo son Esther Martínez(Doctora en Filosofía, licenciada y máster en Psicología Clínica). También contamos con el apoyo y respaldo de Julio Pérez (Pastor y director de la Emisora de Radio Cristiana Onda Paz); y así una amplia representación.
Uno de los enfoques principales al crear AMPE era que tenía que quedar cubierta cualquier sensibilidad evangélica. “Somos un pueblo con una capacidad de ideas muy propias y queríamos que cualquier madre, padre o asociación educativa se sintieran representados”. Y esto es lo que se ha logrado tanto con la Junta Directiva como con la Junta Consultiva.
P.- ¿AMPE cuenta con apoyo a todos los niveles?
R.-De hecho,
ha habido tanta aceptación y expectación que se nos están adhiriendo al proyecto personas, iglesias y asociaciones que muestran buena voluntad y muchas ganas de colaborar. Incluso personas que están involucradas en asociaciones de padres de centros escolares o que están trabajando en el ámbito de la educación.
Ahora estamos en la fase de iniciación de nuestra andadura, y ya contamos con la autorización y reconocimiento como asociación del Ministerio del Interior. Es por ello que esta misma semana empezamos reuniones de primeros encuentros con Entidades como la ERE(Enseñanza Religiosa Evangélica) que, como se conoce, trabajan por la enseñanza de la religión evangélica en los colegios españoles. También tenemos un encuentro programado con la Presidenta de Docentes Evangélicos, que es la asociación que reúne a maestros y maestras de fe evangélica y donde vamos a poder intercambiar sinergias para poder trabajar en equipo.
También hemos podido tener ya los primeros contactos con entidades asociativas que se han interesado con nuestro trabajo, como por ejemplo la
Asociación de Familias Numerosas, Profesionales por la Ética, así como también el
Foro Español de la Familia.
P.- Con esta Asociación se pretende tener representatividad de los intereses de los padres en todos los lugares donde se decida la política educativa y familiar. Esto en el ámbito secular. ¿Y en nuestro ámbito evangélico tenéis previsto promover el trabajo conjunto entre las familias y la Iglesia? ¿Cómo estamos en esta asignatura?
R.-Como me comentas, nuestro objetivo principal es ser el“órgano de representación de los intereses de los padres en todos los lugares donde se decida la política educativa y familiar”, pero también nuestro trabajo va a consistir en promover los derechos de las familias como parte que somos de esta sociedad.
Por ello queremos ofrecer, desde nuestra web, todo nuestro apoyo y nuestro asesoramiento en aquellos temas que las familias necesiten, y cómo no, hacer llegar a las iglesias todos aquellos recursos que demanden.
P.- ¿Está dentro de vuestros objetivos impulsar la formación de los educadores?
R.-Dentro de nuestros objetivos está el de promover a todas aquellas entidades que ya existen y que están haciendo una labor tremenda de formación, tanto a nivel de profesionales como de familias; por ello tenemos claro que no venimos a ocupar un espacio que ya se está llevando a cabo por otras entidades que gozan de una larga trayectoria de credibilidad y de éxito en el ámbito de la educación cristiana.
P.- ¿De qué manera os están apoyando desde el Instituto de Formación Familiar (INFFA)?
R.-Podríamos definir al INFFA como una entidad independiente a la asociación, la cual realiza un trabajo estupendo de formación de orientadores y líderes cristianos. Pero como he comentado, nuestro objetivo es derivar peticiones de formación hacia aquellas entidades cristianas que ya trabajan en ello. Por tal motivo, nuestro objetivo va a ser promover y proveer a cualquier iglesia que lo necesite, de cursos y seminarios de orientación para padres y familias, así como de los recursos necesarios para todo lo relacionado con la educación y la familia.
P.- Desde su experiencia en la arena pública, ¿cree que se conseguirán los objetivos planteados?
R.-Creo que AMPE ha nacido con muchísima fuerza y a la vez con muchísima expectación. Que todo proyecto tiene detrás de sí mucho trabajo y constancia. Creo que AMPE superará nuestras expectativas porque ha nacido como el proyecto de todos, de las familias, de las iglesias y de la sociedad evangélica de España.
P.- ¿Es hora de que los evangélicos hagamos oír nuestra voz en la arena pública sobre asuntos que nos afectan?
R.-Creo que se está haciendo un esfuerzo desde muchos ámbitos del pueblo evangélico, pero nos queda muchísimo todavía por hacer. Debemos cambiar nuestra mentalidad y entender que para afectar nuestra sociedad es muy importante el compromiso personal y no tan solo esperar que nuestros líderes o representante cristianos lo hagan por nosotros.
Hay muchos frentes donde se puede influenciar, como son los medios de comunicación, las escuelas, las universidades y todo aquel lugar donde podamos transmitir que todavía existen personas de integridad que pueden transformar e influenciar allí donde estén.
P.- ¿Cuál la misión de la Iglesia para este siglo XXI?
R.-Creo que el mayor reto y responsabilidad que tiene la Iglesia hoy es llevar a Jesucristo fuera de las paredes de la iglesia local. La sociedad, en su inquietud espiritual, está buscando respuestas por infinidad de caminos que los aleja todavía más de Dios. Debemos llevar el Evangelio y la persona de Jesús a las necesidades de la gente como el “Único Camino”. Es nuestro desafío ser influencia de tal manera que, marcando la diferencia, podamos llegar a todos y cada uno de los sectores de la sociedad donde el evangelio no está llegando.
Sitio web:
www.ampe-asociacion.org
Finaliza la entrevista. Gracias, Elisabet. Que Dios bendiga la labor de AMPE como portavoz de los padres en la defensa de sus derechos a elegir lo mejor en materia educativa para sus hijos. Y por defender una educación basada en valores y principios cristianos.
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