Generalmente las iglesias evangélicas utilizan instrumentos musicales con amplificación, batería y percusión, micrófonos para los cantantes y predicadores, etc. Esto produce un nivel sonoro elevado, que muchas veces provoca molestias a los vecinos.
Yo no estoy en contra en la utilización de instrumentos para alabar a Dios, ni tampoco creo que sea pecado utilizar sistemas de amplificación o batería. Sin embargo
llamo la atención sobre el hecho de que en numerosas iglesias el nivel sonoro llega a ser excesivo. Pareciera que la bendición de Dios se consigue con subir los decibelios en la Alabanza.
La verdad es que en algunos casos el volumen excede los limites de lo tolerable incluso para los propios participantes en los cultos.
En la reglamentación de seguridad y salud en el trabajo, se establece en 90 dB(A) el límite de presión sonora permitido en un local con presencia humana, pues más allá puede causar problemas auditivos a los oyentes, y en ocasiones una actuación musical puede alcanzar los 95 o 100 dB(A).
Me atrevo a decir que en parte hay una influencia de la cultura de alto volumen que el mundo vive, en el que las personas se reúnen en discotecas, salas de fiesta, conciertos, donde el volumen sonoro es tan alto que apenas se puede hablar, lo cual fomenta el aislamiento, y el consumo de bebidas alcohólicas, drogas, etc.. Incluso en algunos grandes almacenes utilizan la técnica de emisión de música a gran volumen, supongo que debido a estudios que corroboran que ello fomenta la compra compulsiva, impide la reflexión sobre el precio, etc.
En las grandes ciudades vivimos ambientes de alta contaminación acústica, con los medios de transporte, etc, y cada vez es más normal que en cada lugar público se instale un a televisión, o una emisión musical, de forma que se trata de evitar por todos los medios el silencio, y con ello se dificulta el pensar, meditar, y comunicarse con el prójimo. Otro tema inquietante es el de los mensajes subliminales, pero no es objeto del presente estudio.
Durante siglos ha habido reuniones de culto, con alabanzas y predicaciones de la Palabra incluso para grandes auditorios, sin contar con sistemas de amplificación, lo cual nos debe llevar a reflexionar un poco sobre el asunto y cuestionar que esto sea tan imprescindible. Durante la edad media se incorporaron marquesinas y techos en los púlpitos para evitar que el sonido se perdiera en las bóvedas de las iglesias y catedrales, y se proyectara hacia los oyentes. Otras salas musicales se diseñaban de forma que favorecieran la proyección del sonido, y se utilizaba la técnica de impostar la voz.
Estuve en un local de culto de una iglesia que había recibido protestas de un vecino. Cuando me informaron que desarrollaban la alabanza con batería y amplificación les recomendé que si querían permanecer algún tiempo en ese local suspendieran por el momento la utilización de la batería, y limitaran los instrumentos a alguna guitarra acústica y un teclado con volumen reducido, hasta que consiguieran insonorizar el local.
Conozco un iglesia que se reúne en un local con un vecino muy protestón, y que ha podido continuar los cultos durante mucho tiempo porque sacrificó la batería, y limita grandemente la amplificación de instrumentos. Quizás no es lo más deseable, pero la bendición de Dios está allá donde se reúnen los santos, y además, la no existencia de una gran amplificación posibilita y fomenta la participación de los miembros en la alabanza, porque se oyen sus voces. El tiempo de alabanza no se convierte en un “espectáculo” donde muchas personas vienen a escuchar al grupo de alabanza, sino que constituye un tiempo de comunión y adoración participativa de toda la congregación.
Otro punto a resaltar es el de la calidad sonora, ya que muchas veces nos preocupamos por tener un volumen elevado e incluso tenemos en cuenta la insonorización para evitar problemas con los vecinos, pero nos olvidamos de la necesidad de acondicionar acústicamente el local, para que no se produzca reverberación o eco. Como digo, en ocasiones la alabanza se convierte en un ruido ensordecedor en la que se escucha unos instrumentos estridentes, y no se distingue las voces que cantan.
Por lo tanto es importante tener en cuenta el tema del sonido en los locales de culto, pues suele ser causa de denuncias vecinales, expedientes de cierres de locales, etc. Hay que considerar que las personas tienen derecho al reposo en sus casas. Muchos hemos tenido la experiencia de vivir en alguna casa con bajo aislamiento acústico, y hemos sufrido la noche de fiestas del vecino de al lado, o los tacones del de arriba.
Debemos amar al vecino, y no verle tan sólo como un agente agresor, instrumento del enemigo contra la predicación del evangelio, sino como una persona necesitada de reposo, que no tiene por qué ver invadida su privacidad con nuestros sonido.
Los estudios sobre salud revelan que las molestias por ruidos pueden causar trastornos psicológicos y emocionales, estrés, alteraciones cardiacas, etc. y la exposición a ruidos excesivos pueden ser causantes de problemas físicos como la hipoacusia.
La Normativa actual se ocupa del tema de ruidos, y establece aislamientos acústicos mínimos que deben tener los elementos constructivos. Por otra parte establece los limites permitidos de emisión sonora al exterior o a los locales circundantes, en función del uso predominante, y del horario. Ahora se ha avanzado, y se incorpora la obligación de aislar frente a vibraciones, ruidos de impacto, etc.
La Acústica es la ciencia del sonido que incluye el estudio de la producción, transmisión y efectos del sonido. Es una disciplina relativamente reciente, pues los primeros estudios se realizaron en el sigo XIX. Al principio se realizaron acondicionamientos acústicos, con la disposición de materiales absorbentes en paredes, al descubrirse que ello favorecía la calidad sonora de la audición. Posteriormente surgió la necesidad de insonorizar los espacios para evitar la transmisión de ruido desde el exterior y hacia el exterior.
Durante su desarrollo, la industria acústica se ha encontrado con diferentes problemas como son la transmisión de ruido de pared a pared y la transmisión por vía sólido de ruidos y vibraciones. Para reducir las molestias por estos fenómenos se han ido desarrollando diferentes tipos de soluciones técnicas y constructivas adecuadas para cada una de las situaciones.
Insonorización es la disposición de materiales aislantes y absorbentes en suelos, paredes y techos para evitar la transmisión del sonido al exterior de la sala, ya sea la vía pública o los locales colindantes.
La transmisión de ruido al exterior de un local se produce al atravesar las paredes que lo circundan, o por medio de los elementos estructurales.
Se produce transmisión a ruido aéreo, y transmisión por los sólidos. Hay que tener en cuenta las vibraciones que el sonido provoca en la construcción. Últimamente también se hace hincapié en la transmisión por impacto.
Todos estos aspectos hay que tenerlos en cuenta a la hora de realizar la insonorización de un local.
Acondicionamiento acústico es la disposición de materiales adecuados en las terminaciones de suelos, paredes y techos, para que en función del tamaño y la forma del local, del tipo de emisión sonora y de la disposición del auditorio, se controle y module la llegada del sonido a los oyentes, y se evite el molesto efecto de la reverberación.
Dicha reverberación se produce por la ida y vuelta de la onda sonora como saben a la velocidad de 330 m/s, lo cual provoca que en auditorios grandes haya como una repetición o alargamiento del sonido que confunde e impide la correcta audición.
Los expertos en sonido hablan de superficies duras, blandas, brillantes, etc. en función de su comportamiento ante las ondas sonoras cuando inciden sobre las mismas.
Actualmente existen programas que simulan el comportamiento acústico de un local y nos permiten proyectar los acabados de las superficies para obtener una adecuada calidad acústica.
Algunas definiciones importantes:
Aislamiento: impedimento a la transmisión de ruido de un recinto a otro. Los materiales aislantes frente al ruido son los de mayor masa. Lo que coloquialmente se denomina aislante acústico, es en realidad un material absorbente. Actualmente se utilizan combinaciones multicapa de materiales aislantes y absorbentes, para solucionar la insonorización con menores espesores totales. Se tiene en cuenta las diferentes frecuencias, pues hay materiales que aíslan frente a alguna frecuencia, pero deja pasar otras.
Absorción, proceso de transformación de la energía acústica en calor.
Reflexión, energía retornada al medio original después de incidir sobre una superficie determinada.
Vibración. Movimiento de oscilación de un cuerpo sólido.
Como vemos, la acústica es una ciencia compleja, que esconde algunos misterios y sobre la cual hay algunos malentendidos
. Tras estas líneas de introducción, en el próximo artículo intentaré describir soluciones constructivas para la insonorización y acondicionamiento acústico de los locales de culto.
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