“Me alegré mucho cuando vinieron unos hermanos y dieron testimonio de tu fidelidad, y de cómo estás poniendo en práctica la verdad… Te comportas fielmente en todo lo que haces por los hermanos, aunque no los conozcas. Delante de la iglesia ellos han dado testimonio de tu amor…” 3ª Juan 1: 3-6. En este pasaje se reconoce entre otras cosas el amor de Gayo por los hermanos, de seguro forasteros; aun por aquellos que no formaban parte de su círculo más cercano, los que le caían bien y con los que tenía mucho en común.
Seguramente Gayo practicaba la hospitalidad constantemente. Como lo hacen los cristianos en el día de hoy.
Este verano pude, junto con mi familia, experimentar el amor de unos hermanos, Manolo Martínez y Nancy Clarneau, quienes, como Gayo, decidieron acogernos a todos en su casa. Alfredo, mi esposo, y yo los habíamos conocido en un encuentro de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos; la fe y las letras son vínculos muy fuertes. Nos asombró su entusiasmo por nuestra visita, por mostrarnos algunos rincones especiales de la provincia de Almería. Y además, por acogernos en su iglesia, concediéndonos dos días para contar acerca de los trabajos que en la empresa del Señor venimos realizando.
Cargados de libros, folletos y revistas emprendimos nuestro periplo hacia tierras del sur de España. Dejamos atrás la docta Salamanca y, pasando por Madrid, nos adentramos en Castilla la Mancha, emulando seguir los pasos del Quijote. Nos deleitamos mirando los campos amarillos cubiertos de pacas que esperan cumplir con la misión de alimentar el ganado el próximo invierno. Gasolineras y restaurantes abandonados nos recuerdan la crisis económica que vivimos. El espejismo de la prosperidad se acaba. Pienso en las despedidas de tantos jóvenes que se marchan hacia otras latitudes. Les han truncado las esperanzas. Pienso en los extranjeros que ya no podrán recoger las gavillas dejadas caer por los nativos del país de acogida. Ya no quedan muchos como Booz. De pronto recuerdo que Dios aún habla hoy. Aún se suceden los milagros. Hace falta creer.
Sólo nos resta trabajar duro para ser luz y sal en medio de una sociedad que se desmorona. Ser voces que claman por acabar con la injusticia social, la corrupción, la falta de responsabilidad de los gobernantes… De forma pacífica pero firme, como lo haría Jesús.
Recuerdo al pueblo de Israel que sufría de éxodo crónico, pero que tenía una columna de nube y de fuego que les mantenía en la senda hacia la Tierra prometida. Nosotros también.
Seguimos recorriendo Castilla la Mancha y el paisaje se cubre de viñedos; casi sientes el aroma de su queso manchego tan cotizado.
De pronto, sin fronteras visibles, nos encontramos en tierras andaluzas. Imaginas historias cuando lees los nombres de pueblos y ciudades: Nava de Tolosa, Vilches, Villargordo, Bailén, La Carolina, Acebuchar, Úbeda, Arbuniel, Abla, Escúllar, Alhabía, Guadix. Entramos en Almería provincia, pasas por la capital que lleva el mismo nombre. Nuestro destino es el Parador de Hortichuelas, dentro del municipio de Roquetas de Mar. Bordeamos el mar con su azul intenso. El calor arrecia.
En El Parador nos espera una cálida bienvenida; abrazos, presentaciones y una mesa con delicias preparadas por Nancy, quien ha dejado aparcado por unos días su trabajo como traductora autónoma. Se vino desde Oregón, Estados Unidos, enamorada de España y de sus gentes. Disfrutamos su afición por las salsas usadas en la cocina almeriense, como el ajoblanco y baba ghanouj.
Los días se suceden recorriendo barrios típicos como el de La Chanca, donde payos y gitanos convivían en paz perpetua. Contrasta con el Puerto Deportivo donde aparcan veleros y lanchas de los más afortunados. Pero también queremos conocer un lugar emblemático como La Alcazaba, así que al anochecer de uno de los días, visitamos Almería capital para subir hasta esa ciudadela construida por los árabes. Según nos informan, las obras se iniciaron en el año 955 por Abderramán III. Las obras concluyeron en el siglo XI por Hayrán, rey taifa de Almería. Más tarde, una vez conquistada por los cristianos, fue reformada por los reyes católicos. Desde sus alturas tienes una bella vista de la ciudad y del puerto. Anochece y te arrulla el murmullo de las aguas de las fuentes tan características en las construcciones árabes. Me recuerda La alhambra. En medio de la oscuridad, se imponen los diversos recintos iluminados. La ciudad nos acoge con el bullicio de los visitantes de esta época estival.
POESÍA EN LA IGLESIA
Al día siguiente de nuestro arribo a estas tierras, Alfredo (*) da una conferencia titulada “Poesía y Biblia: Una experiencia personal”, y lee sus poemas en la iglesia. Es grata la acogida de los hermanos del Centro Cristiano Nueva Vida. Expresó su decantamiento por utilizar la cultura como medio para transmitir la Palabra a la sociedad. Según nos comentaron los hermanos, fue delicioso para ellos escuchar sus versos.
Gentes de muchos pueblos y lenguas conviven en esa iglesia evangélica. Me admira y sorprende cuando Manolo comenta que su pastor es Arturo Martínez, un misionero ecuatoriano, quien junto con su esposa Mercedes Laiquez vinieron a España para predicar el evangelio. Posiblemente no sea la iglesia perfecta, pero da gusto ver cómo Dios facilita la convivencia entre los pueblos de la tierra sin que sombreen sobre ellos las fronteras y los papeles. Sólo una fuerza poderosa como la de nuestro Dios hace esto posible. No es una asignatura optativa para sus hijos. Esto requiere paciencia y humildad. Y amor, mucho amor; el amor ágape.
Recorremos cada día las calles de Roquetas o Aguadulce; con Nancy caminamos por la playa animándonos en seguir firmes sirviendo al Señor. Le cuento de las actividades solidarias para con los más necesitados. Ella habla de sus sueños… De sus deseos de servir más al Señor.
Hay mucho movimiento generado por el turismo, pero tenemos claro que la crisis planea sobre todo lo que hay debajo del sol; nadie se escapa. Lo constato cuando el Presidente de la comunidad de Andalucía, José Antonio Griñán, reclama igualdad de trato entre las comunidades. Destaca el recorte de 2.700 millones que mermará sin misericordia la salud y la educación. “La educación se verá afectada desde el preescolar hasta la Universidad”, dice. Esto me lleva a preguntarle a Manolo Martínez, que es director de un colegio en Vícar, su opinión sobre este panorama.
CONVERSANDO SOBRE LA EDUCACIÓN
Pregunta.- Manolo, ¿cómo se ha desarrollado y se desarrolla el sector de la educación en tu comunidad?
Respuesta.-En Andalucía, desde el inicio de la etapa democrática, por mor de haber tenido siempre un gobierno socialista, o progresista –como quiera llamársele- se ha notado siempre una decidida voluntad administrativa en mejorar la inicial situación de la Escuela Pública, desde allá por los años 80. Aunque no siempre con la velocidad que a algunos nos hubiera gustado. Es de justicia reconocer hoy muchos logros, tanto en la cantidad como en la calidad de la oferta de la Enseñanza Pública, en una Comunidad donde la Escuela Pública triplica o cuadruplica la oferta privada, de carácter religioso católico en su mayor parte. Podríamos citar, entre otras: la plena escolarización de los niños y niñas andaluces; la escolarización de decenas de miles de hijos e hijas de inmigrantes; la integración de niños con deficiencias socioeconómicas, intelectuales, motóricas o sensoriales; la Alfabetización de Adultos casi al 100%, lo fue reconocido y premiado por organismos internacionales en los años 90; la creación de Escuelas y Conservatorios de Música y de Danza por toda la geografía andaluza; la dotación de Profesores de Apoyo y Refuerzo en Colegios e Institutos, de cara a trabajar mejor con los alumnos/as con retrasos evidentes, etc., etc.
Estos aspectos que te cito son sólo aquellos que se pueden observar desde fuera. Pero hay otros de puertas adentro, como la mayor autonomía de los Centros en cuanto a la gestión económica, la programación didáctica, la organización y promoción interna, etc.
P.- ¿Y qué nos puedes decir en lo que nos afecta más directamente como Cristianos Evangélicos?
R.-Se ha producido una apertura como nunca se dio. Baste decir en este aspecto, que varios días antes de las pasadas Elecciones Andaluzas, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía (CEJA) firmó con el Consejo Evangélico Andaluz (CEA) un acuerdo con rango de aplicación legal, para que se imparta la ERE en aquellos Colegios e Institutos donde haya un número razonable de alumnos evangélicos que lo soliciten. También se determinaba en este Acuerdo el que existiera un Asesor de ERE en los Centros de Profesorado de la Comunidad Andaluza. Este acuerdo creo que va más allá del que tiene el Estado con la FEREDE. Otra curiosidad que dignifica tanto a la CEJA como al CEA, es que este acuerdo no se hiciera público en plena campaña electoral, sino que se comunicó varios días después de las elecciones.
P.- Entonces, ¿cómo afectarían los recortes ya aprobados por el Estado?
R.-He mencionado lo anterior para que se entienda mejor cuáles pueden ser las consecuencias de un recorte sustancial en lo que el Estado dedica a la Educación de los futuros ciudadanos.
Dado el tira y afloja que existe entre el Gobierno Central y la Junta de Andalucía en cuanto al modelo de ajustes a aplicar en los gastos públicos, no me atrevo a opinar sin temor a equivocarme, por dónde va seguir el tijeretazo, en lo que se refiere a la Escuela Pública Andaluza. Pues, por un lado, la Consejera de Educación de la Junta acaba de manifestar, recientemente, que va a mantener los servicios esenciales en Educación, que han costado décadas conseguir; pero, por otro lado, está el Gobierno central cuyas atribuciones pueden literalmente asfixiar a cualquier Comunidad que se rebele a lo dictado desde Madrid. Quizás alguien pueda pensar que con mis respuestas estoy haciendo política, y que la estoy haciendo a favor de unos y en contra de otros. No es así, lo que pasa es que el seguir a Cristo me hace ponerme del lado de la verdad, o lo que yo veo como verdad.
Le agradezco a Manolo sus reflexiones.
SOBRE LA LABOR DE ALIANZA SOLIDARIA
El lunes toca reunión de mujeres. Yo estaba invitada para hablar de mi labor como voluntaria en Alianza Solidaria, brazo social de la Alianza Evangélica Española, así que esta reunión se amplió para todos los públicos. A través de un Power Point pude contar lo que desde este ministerio se realiza en países como Colombia, Perú, Honduras, Bolivia y Haití, a través de los programas Turmanyé, Moisés y Esperanza para Haití. Sólo en América Latina, 118 millones de niños y adolescentes viven en situación de pobreza. Me centré en el programa Turmanyé que se lleva a cabo en Huaraz-Perú, atendiendo a niños huérfanos, abandonados, maltratados o que trabajan y deambulan por las calles. Pude contar cómo este trabajo se extiende a las familias de los niños y también a las comunidades quechuas. Todo a través de cinco programas: Casa-Hogar, Comedor Infantil, Chicos Trabajadores de la Calle, Desarrollo de capacidades productivas y comunidades quechuas.
Qué grato fue experimentar la acogida de todo lo que pude transmitir durante el tiempo que me concedieron. El apoyo en oración por parte del pastor, quien destacó la importancia y transparencia de la labor que realizan nuestros hermanos en Huaraz Perú. Fue conmovedor, pues por primera recibía información acerca de la misma. Algunas hermanas se apuntaron para recibir información desde A.S. y también para hacerse con las revistas y folletos que les permitirán conocer un poquito más sobre cómo colaborar y apadrinar a los niños. Animé a llevar a cabo iniciativas como mercadillos solidarios, cenas solidarias y apoyo a través de grupos de jóvenes, niños de la escuela dominical, grupos de mujeres. Y, sobre todo, apoyar en oración. Una joven estudiante decide colaborar mensualmente con parte de su paga. Me voy cargada de promesas.
También me pidieron que hablara de la revista SEMBRADORAS editada desde la iglesia de Salamanca. Repartimos los ejemplares que había llevado esperando que puedan conocer una iniciativa que necesita difundirse como otros tantos ministerios a favor de la difusión de los evangélicos y del Evangelio. Para completar, Manolo, impulsor del trabajo de los demás, informó acerca del Blog que tenemos las mujeres de Salamanca.
Nos despedimos de Marta, Brenda, Pilar, María Esperanza, Marta… Mercedes, una hermana salmantina que vive en Roquetas.
DESPEDIDA POR CABO DE GATA
La víspera de nuestro regreso, nuestros anfitriones nos llevaron a deleitarnos con un paisaje maravilloso como se puede apreciar en el Cabo de Gata. Allí está el arrecife de las sirenas, el faro… Y una vista bellísima. Luego visitamos un pueblo encantador como todos los de la zona, con sus casas blancas… La Isleta del Moro. Allí nos detenemos para apreciar las maravillosas vistas. El tiempo pasa rápidamente, y aprovechamos para ir hasta Los Escullos donde las rocas parecen talladas con una delicadeza que impresiona. Cuánta belleza. España tiene bellos rincones que merecen ser visitados.
Llega el día de la despedida. Cuesta dejar a Manolo y su familia. Ha compartido con nosotros sus rincones más apreciados, su casa, sus hijos. Cuán delicioso hemos habitado durante unos días fugaces pero intensos. Les deseamos prosperidad y salud.
Volvemos a Salamanca, la que siempre nos espera sin preguntas, perdonando nuestros abandonos. En Almería hablé de mi amor por el prójimo, animé a ayudar a los menos privilegiados. Y nada más llegar a casa, Dios quiso comprobar si nuestra fe actúa: un muchacho salmantino, de 18 años, tocó a nuestra puerta para que le acojamos. No es el estudiante dedicado, con el futuro garantizado, que viene de una de las mejores familias de las iglesias… es alguien al que hay que solucionarle sus problemas. Tendremos que olvidarnos de la privacidad, aumentar el contenido de la olla, dividir los recursos. Por un día o por un año, qué más da, sólo sé que Dios, en su infinita sabiduría, quiere saber si tu teoría no se queda sólo en eso, si la praxis también tiene cabida.
No lo cuento para quedar como héroes, sino para dar constancia de que la prueba comprueba. Y no es fácil. No, no lo es; repito. Que el Señor nos ayude. Sé que tiene grandes cosas para sus hijos. Sus promesas son incomparables.
(*) Alfredo Pérez Alencart
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