El pasaje que se describe surge como resultado de un reporte misionero luego de una comisión específica que Jesús da a sus discípulos (Mr. 6:6-13). Sabiendo que la tarea de anunciar el Reino de Dios es una tarea integral, les dota de poder para sanar enfermedades y expulsar demonios (Lc. 9:1-2).
También les instruye para que no se preocupen por la comida, por la ropa o por el lugar para dormir (Mr. 6:8-9). En el proceso de preparación que tenían por delante era necesario que esto quedara claramente en la mente de ellos.
Cuando los apóstoles regresan de su viaje misionero le informan a Jesús lo que habían hecho. Entonces, “como no tenían tiempo ni para comer, pues era tanta la gente que iba y venía, Jesús les dijo: Vengan conmigo ustedes solos a un lugar tranquilo y descansen un poco” (Mr. 6:31). Lo que ellos no tenían en sus planes era que una multitud de cinco mil personas llegarían a ese mismo lugar. Jesús en lugar de rechazarlos les da la bienvenida (Lc. 9:11).
“Cuando Jesús desembarcó y vio tanta gente, tuvo compasión de ellos, porque eran ovejas sin pastor. Así que comenzó a enseñarles muchas cosas.” (Marcos 6:34), “Sanó a los que estaban enfermos” (Mt.14:14). Hay distintas perspectivas de los evangelistas que forman una sola pieza: Enseñó y sanó.
“Cuando ya se hizo tarde, se le acercaron los discípulos y le dijeron: Este es un lugar apartado y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vayan a los campos y pueblos cercanos y se compren algo de comer” (Mr. 6:35-36). Jesus les responde:
“Denles ustedes mismos de comer” (Mr. 6:37a). Ellos objetaron: “¡Eso costaría casi un año de de trabajo! ¿Quieres que vayamos y gastemos todo ese dinero en pan para darles de comer?” (Mr. 6:37b).
Ellos tenían problemas y sus problemas eran graves:
Desafían al Señor. Objetaron con fuerza su autoridad.
Cuando hay situaciones problemáticas que resolver surgen cuestionamientos y preguntas difíciles. La argumentación tiene que ver con el uso del dinero y el gasto para darle de comer a una multitud. Olvidan el desafío que se les hace a los miembros del equipo.
Hacer un compromiso con el Maestro incluye, no solo su vida sino también, la de sus bienes (Lucas 8:3).
“Denles de comer” significa que debemos ser
solidarios ante las necesidades no satisfechas de otros y se espera que cada uno pueda
contribuir a solventar esas necesidades. Denles de comer es
ocuparnos de lo que es importante para Él, porque Él se ocupará de lo que es importante para nosotros.
Jesucristo nos da un mandato y pone a prueba nuestra Fe. A Jesús Felipe le preguntó:
¿Dónde vamos a comprar pan para que coma esta gente? (Jn. 6:5). Desafió su sentido estadístico, de presupuesto y planeamiento. Les estaba diciendo a sus discípulos: ¿Cómo vamos a resolver este tema?
Lo cierto es que
a todos nos vienen problemasy muchas veces las circunstancias que enfrentamos superan nuestra capacidad de respuesta. Ante las dificultades debemos recordar quien es Jesús, tranquilizarnos y confiar en su poder.
Con Dios nada es imposible (Lc. 1:37),
por lo tanto debemos concentrarnos en las soluciones.
Jesús les pregunta y dice: “¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver.” Mr. 6:38. La respuesta del Señor es comenzar a buscar lo que ya tenemos.
Andrés contesto: “Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿Qué es esto para tanta gente?”(Jn. 6:9).Eran panes de cebada, el pan de los pobres, él más económico y dos pescados tipo sardinas en vinagre. “Tráiganmelos acá, les dijo Jesús” (Mt.14:18).
Dios usa cosas pequeñas para bendecid a muchos.Lo poco es mucho cuando se lo damos a Jesús. Esto implica generosidad, renunciar al egoísmo y dar con alegría.
“Entonces les mandó que hicieran que la gente se sentara por grupos sobre la hierba verde”Mr.6:39. Debemos estar preparados para obedecer antes que pedir ser bendecidos.Dios desea un banquete comunitario global y que todas las etnias sean alcanzadas con todo el evangelio.
La mesa o banquete tiene dos lados: el de arriba y el de abajo. A veces la misión la queremos hacer desde arriba, donde hay abundancia y si no hay abundancia nos inclinamos por no hacer nada
. Jesús en este caso nos invita a sentarnos en el pasto, en un lugar de igualdad, sin diferencias para compartir el alimento sencillo pero contundente. Compartir todo lo que Dios ha puesto en nuestras manos.
“Jesús tomo los cinco panes y los dos pescados y, mirando al cielo, los bendijo. Luego partió los panes y se los dio a los discípulos para que los repartieran a la gente. También repartió los dos pescados entre todos.” Mr. 6:41
¿Qué hizo Jesús con lo que tenía? Dio gracias.
Lo significativo era la gratitud por lo que tenía y la confianza de lo que vendría. Con el agradecimiento comienza el milagro. Esta señal muestra la suficiencia de Jesús en medio de la deficiencia. Lo insuficiente pero consagrado pudo satisfacer la necesidad de la multitud. Teodoro Williams dijo: “Lo importante no es lo que no tenemos sino que hacemos con lo que ya tenemos”.
“Comieron todos hasta quedar satisfechos, y los discípulos recogieron doce canastas llenas de pedazos de pan y de pescado”. Mr. 6:42-43
Es una gran lección para los discípulos. Les recuerda que no deben preocuparse de la comida, el vestido y donde dormir.Dios les da su provisión en medio de la tarea y conectados con la gente. La provisión de Dios tiene relación directa con estar en el centro de su voluntad. Debemos compartir el evangelio de Jesucristo en todo tiempo y en todo lugar.
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN:
Cuando paso circunstancias difíciles y de pruebas: ¿Cómo suelo responder?
¿Estas viviendo alguna circunstancia especial que te hace dudar del futuro?
¿Qué principios de este pasaje bíblico puedo aplicar a mi situación personal o comunitaria?
¿Qué significa para la vida de la Iglesia:“Denles ustedes mismos de comer”?
¿Cuál es la misión de la iglesia?
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