DE CHILE Y DEL SEÑOR
A Marcelo Gatica no le arredran las antípodas. Nacido al sur del sureño Chile (Cauquenes, 1976), estos últimos años ha vivido en Salamanca, Luxemburgo y Tallin. En la capital de Estonia, en las antípodas de su patria, se casó con la filóloga evangélica Helina Aulis (a quien conoció en Salamanca, en la Iglesia de Paseo de la Estación). Allí, fruto del amor y del mestizaje, nació una bella criatura llamada Lukas.
Ahora de nuevo está en Luxemburgo, mientras culmina su tesis para obtener el doctorado en Literatura Hispanoamericana por la Universidad de Salamanca. Aquí, en la dorada capital del Tormes lo conocí, y aquí me parcialicé con su poesía. Siempre me parcializo con la excelencia, con la savia poética que conmueve y vivifica :
la obra de Marcelo Gatica ha sido madura desde su juventud, algo inusual, salvo en los poetas-poetas que nacen para escarbar en el prematuro caos. Detenta un lenguaje ígneo con el cual va esperando el prodigio, como danzando dentro de lo que oprime, como siendo partícipe de un vértigo maravilloso : lo suyo no es toser o eructar sobre los profetas menores; tampoco contrariar la sintaxis de la magna Revelación, del Apocalipsis con noticias ya desembalsamadas.
Gatica, el buen Marcelo, ha frotado y unido los soplos y las carnes de cada versículo de la Palabra, para, después de entrañarlos espiritualmente, devolverlos como exquisita ofrenda enamorada, nadando en el corazón de los creyentes, cual versos nunca famélicos: Grato reencuentro con Salomón y su semáforo de sabiduría : estupenda encomendación junto a Miqueas : versos puestos al servicio del Trono de la inocencia. Veamos una esquirla de algo escrito tiempo atrás, suerte de poética magnetizada por un éxtasis que no enloquece, porque atraviesa centurias y porque sólo afloja su rienda al encuentro de Dios.
PRELUDIO
Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol;
y he aquí , todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Eclesiastés 1:14
Si el lenguaje reflejara
lo que realmente pienso,
todo estallaría.
Creo que la fuerza de la gravedad
es una ilusión matemática.
Entonces propongo:
Un estallido de imagen,
elevarme
por sobre águilas metálicas,
sumergirme en nubes boreales
y arrancar los ojos del cielo.
Sólo si la palabra reflejara
lo que realmente pienso.
JESÚS EN LA VIDA DEL POETA
Separándose del silencio, tan necesario para que no se apague la creación poética, Marcelo Gatica deja constancia de su religación con el Amado galileo:“Aunque soy medio ciego, medio sordo o inválido para poder comprender la extensión de la realidad que emana de Cristo, y por lo fundamental del mensaje del carpintero, me considero uno de los muchos que están en su camino”.
Doy fe de su seguro caminar al lado del Rabí. También de sus profundas lecturas bíblicas, de Nochebuena a Nochebuena : lleva el Evangelio dentro del cuerpo : por ello ha tenido fuerzas para superar tantos obstáculos y púas que nunca faltaron en su periplo. Y sigue diciendo:
“Para mí, en Jesús se constituyen dos dimensiones fundamentales: el misterio de lo divino, aquello casi innombrable o inabarcable por el lenguaje, y lo humano como paradigma ético sustentado a partir de su vida. Quizá las cosas que más me cautivan de su obra es lo inclusivo, lo actual de su mensaje, y su relación con los otros, la llamada ‘diferencia’, especialmente con el margen, llámese social, racial o de género. Donde el eje principal es el amor, palabra-realidad que hay que devolverle su significado, y rescatarla de la circulación vacía”.
El poeta responde con confianza, sin simulacros : viva Fe floreciendo lejos de emanaciones gaseosas : “del Evangelio me sorprende la postura de denuncia contra aquellos que representan de forma poco íntegra el poder eclesiástico”. Pero también medita acerca del pasaje más conmovedor, aquello que no le entristece y sí purifica su cristianismo: “Especialmente aleccionadora es la ofrenda de la viuda. Jesús con su lente espiritual amplificaba los pequeños detalles de la realidad; su ojo estaba puesto en el corazón de la mujer, más que en la cantidad de dinero. De ello se puede extraer que no importa la condición social, que la ofrenda es más bien una decisión del corazón”.
BUENAS NOTICIAS: HE AQUÍ UNA POESÍA PERDURABLE
La hasta hoy discreta presencia de Marcelo Gatica, se tornará notable con el paso de los años: los zumos que destila su pasión cristiana, la poesía que está dejando conocer, de seguro tendrá anclaje en las mejores selecciones : y esto lo intuyo porque la sé escrita sin mortales impaciencias, más hambrienta de razonada emoción que de formas frías, pronto ajusticiadas por el tiempo riguroso.
Pero demos cuenta, ya sin más preámbulos, de unos fragmentos de su libro inédito
Notas a pie de Éfeso, destacando la génesis del mismo: “Este poemario nace de mi lectura devocional de la carta del apóstol Pablo a los efesios, y lo escribí el año 2009, cuando viví en Luxemburgo. De algún modo, busco plasmar el eco poético de Pablo, fundamentalmente en lo que concierne a sus convicciones eternas (sólidas), y ponerlo en diálogo con el horizonte posmoderno (líquido) en que vivimos”.
NOTAS A PIE DE ÉFESO
(Fragmentos)
Fragmento Capítulo I: VI
Y Dios nombra la luz, y forma páginas humanas.
Adán se encuentra con una página blanca y nombra
hasta donde llegan sus ojos. Y la luz se hace carpintero,
se hace hombre camina como hombre,
sueña como hombre, muere como hombre.
Fragmento VII - IX
En esta parte de la historia; en lo que va de película.
Sólo tiene que ser un misterio,
nacer marcados por la sensación de encierro,
por la prisión del cuerpo.
Sólo la aventura del ojo y de las manos,
el ojo vuela a la velocidad del pensamiento
y en el corazón permanecen intactos fragmentos de tiempo
sin tiempo.
La sangre fluye como el agua.
Entre antes y después de un cruce.
Frente al espejo el cuerpo que es una sombra,
que se libera de la sombra sin tiempo,
luego me lanzo en paracaídas al cielo.
Fragmento Capítulo II: I – II
Hay líneas que no se formulan en tiempo ni en espacio;
pensamientos que traspasan lo que el ojo pueda alcanzar.
Hay latidos siderales, entre un espacio y un tiempo
como entre la muerte y la vida.
La muerte sigue su flujo como un simulacro de vida.
Hay hombres que sólo son máscaras,
que están inflados con aire acondicionado,
creyendo que la vida es un solo espacio.
Pero todos los tiempos se enlazan en un espacio
Para unos la memoria será el anclaje en la vida,
otros se confundirán,
cómodamente seguirán el olvido de no ser hombres.
Fragmento IX
El hombre sigue siendo el ser más parecido al agua.
Fluye por la realidad de un extremo a otro
y cuando cree haber construido una obra se evapora.
Sin embargo por algo misterioso la vida sigue fluyendo en él.
Fragmento: Capítulo IV: I: VI
Cuando vivimos la polifonía de voces.
Las coordenadas tienden multiplicarse y como ondas,
cada vez se hacen más impalpables.
Desde una jaula un preso nos sacude;
nos lanza hacia lo disperso, nos lanza hacia las repeticiones,
nos lanza hacia fuera, hacia lo múltiple,
hacia el fragmento, hacia el retazo de mapa olvidado.
No confundirse, el amor se lanza en un verso, en un cuerpo,
en un espíritu, en una coordenada que soporta
lanzarse hacia la realidad de un día fracturado.
Fragmento VII – X
Hay realidades insondables como el viaje del la luz;
aquella velocidad exacta para desintegrase
en la tierra para no desarmarse en la prisión del ojo.
El carpintero se lanzó hacia el centro del grano
hacia el centro de la cripta
con el deseo fijo de que lloviera para todos en la tierra.
Fragmento Capítulo V: XIV - XV
Hay tanta distancia entre caminar sin espacios
y caminar cancelando el tiempo.
La condición para dejarnos perplejos
es que ya no hay límites para dar el siguiente paso.
Ya todos lo sabíamos.
Hemos aprendido muy bien la lección de Historia.
Cerrar los ojos
y abrirlos en el momento exacto de una foto
Fragmento XVI - XXI
A pesar del mareo cotidiano de los periódicos,
las imágenes estallan en el vacío omnipresente de un segundo
y el vértigo que produce el tambaleo incesante
de la red en palabras que apenas nacen mueren.
Busco la frecuencia de naufragio
sin la silueta de la sirena muda.
Busco la frecuencia, respiro profundo
y escucho como aletea mi corazón
con la sintonía de un inadvertido pájaro en vuelo.
Fragmento Capítulo VI: XIV
Creo que el opio más certero es la ausencia de verdad.
Maquillamos con un lenguaje de sirena muda,
evadiendo; secuestrando
el espejo que devela nuestra trayectoria.
Quizás la táctica sea precisamente perderse en la máscara
en la vitrina, en la actuación;
confundirse en la masa, en la imagen.
Quizás eso sea lo más verdadero.
Solo restaría romper el espejo y nacer de los fragmentos
Fragmento XV
La carretera de la modernidad se desplaza a una velocidad
que cancela cualquier intento de camino paralelo;
lo que no sospecha
es que hay huellas
que hacen camino en el laberinto.
Fragmento XVI
La fe posee una misteriosa naturaleza líquida
que en ocasiones evaporamos
pero que emerge con tanta fuerza
que con sólo una gota apaga cualquier intento de infierno.
Los ojos tienen la manía de embriagarse al contacto de la imagen;
se distancian del oído, del corazón
que ya no late con ciertas palabras vitales.
Fragmento de La última palabra
Hay palabras
que con sólo pronunciarlas trastocan la materia,
completan la escena;
de algún modo
el sonido que producen
devuelve a la realidad parte de su origen.
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