El año pasado, un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Georgia publicó evidencias de que buena parte del ADN no codificante de proteínas de humanos y chimpancés difiere notablemente entre sí.
¿Cómo se interpreta dicho hallazgo desde el neodarwinismo? La siguiente nota de Jonathan Wells responde a dicha cuestión.
LÓGICA DARWINISTA: LO ÚLTIMO SOBRE ADN DE CHIMPANCÉS Y HUMANOS
Jonathan Wells
Las regiones de ADN codificantes de proteínas en chimpancés y humanos son llamativamente similares (98% en muchas estimaciones), y esta similitud se ha usado como prueba de que las dos especies descienden de un antecesor común.
Pero los chimpancés y los humanos son muy diferentes tanto en su anatomía como en su conducta, e incluso hace treinta años algunos biólogos estaban especulando que estas diferencias pudieran deberse a regiones no codificantes de proteínas, que constituyen alrededor del 98% del ADN de los chimpancés y de los humanos. (En otras palabras, que la similitud del 98% se refiere a sólo un 2% del genoma.)
El año pasado, un equipo de investigación encabezado por
John F. McDonald, en el Instituto Tecnológico de Georgia, publicó evidencias de que largos segmentos de ADN no codificante de proteínas difieren significativamente entre chimpancés y humanos, y los autores del informe (como otros antes que ellos) sugieren que estas diferencias podrían explicar algunas de las diferencias entre ambas especies.
Según
Science Daily,
investigadores en el Instituto de Tecnología de Georgia han determinado ahora que la inserción y deleción de grandes tramos de ADN cerca de genes son sumamente variables entre humanos y chimpancés y pueden ser la explicación de diferencias fundamentales entre las dos especies.
Estos descubrimientos añaden a las crecientes pruebas de que las regiones no codificantes de proteínas que algunos darwinistas han designado como «ADN basura» no son basura después de todo. Pero dichos descubrimientos también señalan hacia un problema mucho más grave en el razonamiento darwinista.
Si las llamativas semejanzas en el ADN codificante de proteínas apuntan a una descendencia común de chimpancés y humanos, ¿por qué las diferencias en el ADN no codificante de proteínas, mucho más abundantes, no apuntan a sus orígenes separados?
Pero cuestionar la tesis de una ascendencia común de chimpancés y humanos es un asunto tabú.
De modo que nos encontramos con el siguiente planteamiento:
1.- El ADN (codificante de proteínas) de los chimpancés y de los humanos es similar. Por tanto, las dos especies comparten un antecesor común.
2. El ADN (no codificante de proteínas) de los chimpancés y de los humanos NO es similar. Por tanto, las dos especies comparten un antecesor común y la desemejanza explica sus diferencias.
¿Dónde hemos encontrado antes esta forma de razonamiento? Podemos acudir a la embriología de vertebrados:
1.Las primeras etapas de los embriones de vertebrados son similares. Por tanto, los vertebrados comparten un antecesor común.
2.Las primeras etapas de los embriones de vertebrados NO son similares. Por tanto, los vertebrados comparten un antecesor común pero sus etapas tempranas evolucionan con facilidad.
Por lo que se ve, la «lógica» darwiniana opera así:
1.La descendencia común es cosa cierta.
2.X e Y son similares.
3.X e Y NO son similares.
4.Por tanto, la descendencia común es cosa cierta.
Este es un argumento circular clásico. Imaginemos un Uróboros, el símbolo alquímico de una serpiente que se muerde la cola (la foto que acompaña la cabecera de este artículo). O quizá las
escaleras sin fin de Penrose.
¿No se crea así la sensación de que la «lógica darwinista» no nos está llevando a ninguna parte?
Fuente:
Evolution News–
Darwinian Logic: The Latest on Chimp and Human DNA 27/10/2011
Redacción: © Jonathan Wells -
www.evolutionnews.org
Traducción y adaptación: Santiago Escuain — © SEDIN
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