P. Tarquis: debemos evitar institucionalizarnos

Entrevistamos a Pedro Tarquis Alfonso, referente de la comunicación evangélica en el mundo de habla hispana por su labor al frente de este diario digital. Es médico, poeta, presidente de la Comisión de Imagen y Comunicación de la Alianza Evangélica Española y de su Comisión homónima en el Consejo Evangélico de Madrid. Es también vicepresidente de la Alianza de Escritores y Comunicadores Evangélicos (ADECE). Además, preside la ONG cultural Areópago Protestante, que entrega anualmente el “Premio Unamuno, amigo de los protestantes”.

Pregunta.- Protestante Digital se ha consolidado como el máximo referente mediático del protestantismo español.
R.- Gracias por esa valoración, que en lo que tenga de real se debe a todos los que participan de manera visible e invisible en el proyecto, que son muchos. Y me gustaría añadir que en ese muchos tienen una importante aportación en todos los sentidos un amplio número de mujeres, que están ahí no por cuestiones de paridad o imagen pública en razón de su sexo, sino por méritos propios y de forma natural. Y esto es para mí una profunda satisfacción porque supone que no existen trabas en este diario a lo mucho que la mujer tiene que aportar en todo lo que abarca la iglesia y la sociedad.

P.- Coméntenos los que suponemos difíciles pasos iniciales.
R.- No hay avance sin dificultades, crisis y giros inesperados; quizás en los inicios lo más complejo fue crear los cimientos ideológicos y/o principios espirituales sobre los que edificar, más que otras cuestiones de tipo organizativo, económico o de desarrollo que también supusieron y suponen desafíos a vencer.
Mirando hacia atrás, veo que esta definición de nuestra identidad como publicación, que se fue plasmando poco a poco, como se pinta un cuadro, consistió en establecer por un lado una identidad evangélica o protestante clara e integradora, y por otro separarnos de extremismos ultraliberales y fundamentalistas. Otro aspecto, que no fuese un medio de evangélicos para evangélicos, sino un lugar de encuentro con la sociedad, que resultase atractivo sin olvidar un necesario debate no exento de tensiones, pero siempre fecundo en diálogo e intento de comprensión y empatía por nuestra parte. Y el último, que no fuese un medio al servicio específico de un grupo de personas o entidades de influencia, sino abierta a todo el pueblo evangélico.

P.- Usted es médico y, por lo tanto, con un trabajo absorbente. ¿Cómo ha logrado compaginarlo con el mucho tiempo que requiere la atención de P+D?
R.- Siempre he compaginado mi labor médica con la periodística (dudé cuál de las dos carreras elegir estudiar hasta el último momento); de hecho, en varias sociedades e instituciones médicas que he estado he sido el responsable de la relación con los medios a lo largo de mi trayectoria profesional en el mundo sanitario.
Pero, sin duda, el desarrollo de Protestante Digital me ha obligado a ir acotando -sin renunciar- a esa faceta de profesional de la medicina en muchos aspectos, lo cual supone un precio a pagar. Pero eso me ha permitido, entre otras cosas, poder asumir el peso cada vez mayor de este proyecto de comunicación tan ilusionante. También decir que hay cada vez más personas involucradas, y que aportan no sólo cantidad de trabajo (que se agradece mucho), sino una enorme calidad e ilusión (que se agradece aún más). Y sin duda alguna, la constante y generosa comprensión y apoyo en todos los sentidos de mi esposa, Asun Quintana, una persona excepcional.

P.- ¿Cuál es el propósito de eMisión TV, esta productora que comienza en estos próximos días su labor?
R.- Es un proyecto independiente, en el que participamos en su creación y desarrollo junto con Celebración Producciones, una entidad que depende de una de las grandes iglesias de Asambleas de Dios en Madrid, que pastorea Juan Carlos Escobar.
La meta que entre ellos y nosotros hemos establecido está en la misma línea que tenemos en Protestante Digital, de ahí nuestra participación, pero con la idea de ampliarla e introducirnos en el campo del video, tanto en internet como en las cadenas y emisoras de televisión que se ven en la pantalla del televisor tradicional; con la máxima calidad y profesionalidad en todos los sentidos.
Añadir que la expectación que ha creado con sólo su anuncio nos ha sorprendido alegremente, y superado en nuestras expectativas más optimistas (aunque también nos ha llenado de sentimiento de responsabilidad). Para su inauguración este próximo 17 de enero nos han anunciado su presencia muchos amigos y colaboradores, no sólo de Madrid, sino de diferentes lugares de España; y estamos teniendo muchos ofrecimientos de excelentes profesionales para colaborar en red, algo que siempre hacemos y que nos gusta mucho como estilo de trabajo.

P.- ¿Es posible saber el volumen de visitas mensuales a P+D?
@MULT#IZQ#48301@R.- En cifras, estamos triplicando las del “viejo” Protestante Digital, y seguimos en continuo ascenso. Aunque más que dar una larga lista de números creo que -por ser visible y fácilmente comprobable- sugiero poner en google las palabras “noticias cristianas”, “noticias evangélicas”, “noticias protestantes”, o “noticias religión”, o buscar términos de noticias de actualidad que hayamos publicado. Estamos en estos casos como Protestante Digital en el primer o entre los primeros lugares de mayor influencia en el mundo virtual para este buscador, que es hoy por hoy la gran referencia global.

P.- Se habla de una Europa poscristiana. Entonces, ¿cuál es el gran reto de los evangélicos en este siglo XXI?
R.- Yo creo que cuatro aspectos. El primero, no perder nada de la esencia y referencia de la Palabra en sus principios de Sola fe, sola gracia, sola Escritura. El segundo, recuperar nuestras raíces históricas en cada país, para desde ellas crecer y extendernos a la cultura de nuestro tiempo sin quedarnos en formas, conceptos y ritos antiguos que fueron valiosos en su día, pero que hoy se han convertido en lastres. El tercero, aprender a ser parte integrada y comprometida de nuestra sociedad sin perder nada de los dos puntos anteriores. Jesús es un ejemplo completo en este sentido, y el apóstol Pablo también lo fue, haciéndose judío a los judíos, actuando como ciudadano romano para defender sus derechos, exponiendo el Evangelio en el Areópago de Atenas utilizando a sus poetas en su discurso…
El último y cuarto es vital porque puede suponer un freno a todo lo anterior. Debemos evitar institucionalizarnos, tanto en las iglesias, denominaciones, como entidades representativas de todo tipo. Hay que evitar convertir las herramientas en un fin, desplazando a un lugar secundario el Evangelio, el Reino de Dios, la conciencia y la responsabilidad personal. En España, en especial, corremos el riesgo de convertirnos en católicos culturales con doctrina evangélica, y hace falta aplicar el principio de Iglesia reformada siempre en reforma. Dios no creó comisiones, sino que llamó a personas individuales, que forman un cuerpo vivo y no una entidad legal (aunque luego éstas se creen, pero siempre como simples herramientas, sin pedestales ni tronos).

P.- ¿Qué piensa acerca de aquellos que defienden la abstención de participar en la vida pública? Acaba de aparecer un código ético práctico, impulsado por la AEE europea.
R.- Creo que se relaciona con lo que mencionaba antes de ser parte de la sociedad. Cuando Jesús dijo que había que dar al César lo que era del César y a Dios lo que es de Dios no debemos quedarnos exclusivamente con lo segundo, que sin duda es lo más importante. Pero también tenemos que “dar al César” y en esto yo incluiría la participación política como una opción necesaria. No para buscar nuestros propios intereses personales o institucionales, o para imponer, pero sí para influenciar. No es una labor de la iglesia, ni de todos los creyentes, como ocurre con la obra y el compromiso social con los necesitados. Pero sí algo indispensable a lo que Dios seguro está llamando a personas como una forma de servirle a Él y a la propia sociedad; y que el conjunto de la iglesia debería entender y apoyar.
Y dicho sea de paso, este documento, elaborado por Pablo Martínez Vila, es una base fundamental sobre la que debemos edificar porque supone un cimiento muy sólido.

P.- ¿Es representativa la participación evangélica en la política de nuestro país?
R.- Cada vez más, y en esto influye el crecimiento numérico (que son votos al fin y al cabo), la ingente labor social, la relevancia o influencia personal de algunos evangélicos, y que estamos logrando cuotas de presencia social a través de los medios de comunicación. Todo esto se valora en la actividad política.
Pero en cuanto a los propios partidos políticos, mi impresión, como miembro del Grupo de Participación en la Vida Pública de la Alianza Evangélica Española, es que los grandes partidos tienen interés esencialmente en el “voto evangélico”, pero hay poco deseo de integrar a los evangélicos en el voto interno de los partidos. O si lo hay, es por parte de personas que van contracorriente y sin grandes apoyos.
En la protestante EEUU ha habido un presidente católico, y otro negro. Para que en la católica España llegue a haber un Presidente protestante o gitano (por poner dos ejemplos) queda aún muchísimo camino. Dudo que yo lo vea, aunque la fe hace soñar imposibles.

P.- ¿Cree usted que el nuevo gobierno, que cuenta con mayoría parlamentaria, tiene voluntad para profundizar en las libertades religiosas?
R.- Tengo muchas dudas más que razonables sobre el PP. Ya el anterior Gobierno del PSOE no lo hizo, en una mezcla de una defensa teórica de la libertad religiosa con laicismo radical que no llevó a ninguna parte, sino a una ceremonia de confusión e ineficiencia, salvo cuestiones muy concretas como la titulación de Facultades teológicas protestantes.
El nuevo Gobierno parte con la sospecha de su estrecha vinculación con la jerarquía vaticana, lo que hace temer que mantendrá o ahondará la brecha que da diferentes derechos a los ciudadanos católicos y no católicos a favor de los primeros. De momento, y como ejemplo, los recortes económicos que a todos nos afectan en nada han tocado las muchas prebendas en este campo de la ICR española, que debería hacer su cuota de sacrificio como una entidad española más. Todos pagamos igual la crisis, pero más unos que otros.

P.- Ante la crisis política, económica, moral… ¿Qué opinión le merece la protesta indignada de los jóvenes?
R.- Como idea general, yo me identifico con su situación y protesta. Se les ha criticado por determinados aspectos puntuales que a mí me parecen anecdóticos y que no representan al conjunto. Pero sus reivindicaciones en su mayoría son verdades como puños, que denuncian una democracia envejecida, corrupta, vendida a grupos de poderes económicos, políticos e ideológicos, insensible a la voz y las necesidades reales del pueblo, y que han empobrecido al país en todos los sentidos. Y los que más han pagado esta situación son los jóvenes, cuyo futuro se ve amenazado y lo que es peor, falto de esperanza.
Aprovecho para preguntar en vez de contestar: ¿no deberían las iglesias evangélicas pensar cuál ha sido y está siendo su actuación con los jóvenes? Quizás hay muchos “indignados”, más bien desesperanzados y desilusionados, que por respeto no se sientan a acampar en la puerta de los templos, pero no es por falta de razones.

P.- ¿Qué nos puede decir de la escritura poética y su religación con Dios?
R.- La poesía es el lenguaje de lo inexpresable, y en este sentido, con sus limitaciones, algo que recuerda al hecho del Verbo desconocido e intangible hecho carne, para que podamos entender ese Verbo o Palabra en la voz, la vida y la imagen de Jesús. Y a través de Jesús, ver a Dios (“quien me ha visto a mí, ha visto al Padre”).
Y como dice Efesios, los que hemos conocido a Dios somos “el poema de Dios en Cristo” (en su traducción literal). Recreados para poder rimar con el Espíritu de Dios en la armonía de un mismo verso, lleno de nuevos sentidos y cadencias que antes no comprendíamos.
Además, muchas de las parábolas de Jesús, de los salmos, del contenido de sus libros, son poemas (¡el Cantar de los Cantares!).
Deberíamos recuperar la genuina poesía (no el cursilismo, ni la vida rosa) como parte de nuestra forma de vivir y comunicar: entre las personas, en nuestra relación con Dios, en el culto y la vida de la iglesia, y en nuestra relación con la sociedad. En este último sentido, creo que en Salamanca sois un ejemplo paradigmático de una llama encendida en la iglesia del Paseo de la Estación y la labor inmensa de Alfredo Pérez Alencart.
Creo que incluso debemos reconquistar el campo de la “cultura secular” propiamente dicha y de una manera amplia. En este sentido, además del mencionado Alfredo y colaboradores, personas como Juan Antonio Monroy, José de Segovia, César Vidal, Samuel Escobar, Curro Royo, Isabel Pavón, Luis Marián, Mario Escobar, Gabino Fernández, Daniel Jándula, Enrique Solana, Antonio Soto, Jaime Fernández Garrido, Miguel Ángel Moreno, David Solá, Juan Triviño, Emilio Monjo, Eva Sierra, Óscar Margenet, Jordi Torrents… están haciendo una gran labor en la cultura que nos rodea, cada cual a su nivel y dentro de sus posibilidades.
Y seguiría con más nombres, perdón por los que se quedan en el tintero, existen muchos más, especialmente si también entramos en el terreno de la música, que conozco menos, pero hasta yo sé -además de Marcos Vidal- de Adolfo Rivero, Joanarmán, Praxiz, Oh Murray!, que están inmersos con éxito en la música profesional. Ánimo a todos estos valientes que no son literalmente “escritores o artistas cristianos”, sino auténticos escritores, artistas creativos de calidad, que se desenvuelven de una manera profesional en un mundo difícil y complejo desde su cosmovisión cristiana. Todo mi aprecio y ánimo para ellos.


Finaliza la entrevista. Gracias, Pedro. Por mi intermedio quiero expresarte la gratitud de innumerables entidades y personas que, a través de P+D, pueden difundir su labor en impulsar la vida práctica del Evangelio del Señor a través de multitud de proyectos.